jueves, 2 de junio de 2016

PARASYTE 1 & 2

Parasyte es un manga de finales de los ochenta que duro hasta mediados de los noventa, que recientemente ha conseguido la categoría de culto. Ha sido tanta la popularidad que ha alcanzado en estos años que le han hecho serie de anime y la live action que ocupa esta reseña.

Hace años devoraba todo lo que llegara del país del sol naciente, me refiero a los animes y películas, manga caía alguno que otro pero tampoco era prioridad. Pero pasaron los años y me acabe desencantando, puede que por saturación, puede que porque los nipones suelen arrancar las historias con unas ideas loquísimas que no tienen ningún desarrollo, quedando todo en eso, es una idea loca y poco más. Hace cosa de un mes me ha dado por volver a dejarme arropar por la industria cinematográfica japonesa, sobre todo lo que llega en formato live action, vamos, películas basadas en mangas. Si bien las otras live action que había visto hasta ahora en lo referente a efectos especiales eran de una calidad media tirando a pobre, en la actualidad esto lo tienen completamente superado, consiguiendo dar forma realista a esas locuras de las que hablaba antes. Pero Parasyte no se queda solo en esa idea hilarante, sino que desarrolla una buena historia con tintes ecologistas. Recuerdo que el manga es de 1985, cuando ya la sociedad mundial era consciente del daño que la industria y actividad humana hacemos al medio ambiente.

La historia arranca en lo que podríamos decir un plagio de "La invasión de los ultracuerpos", unos seres (en este caso que vienen del mar no del espacio, al menos en la película) con una forma como de gusanos o ciempiés, empiezan a introducirse en el cuerpo de varias personas llegando a su cerebro y tomando control del cuerpo huésped. El protagonista es Shinichi Izumi, un joven de 17 años, que cuando el parasito entra en su cuerpo, por su mano en este caso, el está despierto, así que se ata una cuerda en el brazo no permitiendo al gusano llegar al cerebro. Así que el parasito toma control de su mano derecha. No solo la controla a placer, sino que le aparece un ojo y una boca humana. Además puede afilar tanto la carne de la mano como para hacer una especie de cuchillos de carne. Shinichi y Migi, que así llama al parasito, se hacen amigos, no les queda otra. Migi desea saber más de los seres humanos, y aunque ha fracasado en controlar a su huésped no está descontento con la relación que tienen. 

Por otro lado los otros parásitos que si han conseguido controlar a sus huéspedes, van asesinando y devorando a seres humanos. Es la carne humana lo que les proporciona alimento, y aunque pueden comer comida normal, siguen sus instintos de ir cazando personas. Los parásitos se sienten entre ellos cuando están cerca, así que Migi alerta de ello a Shinichi, que al saber que los congéneres de su mano derecha son asesinos devoradores de hombres, decide acabar con ellos, no solo por un sentimiento altruista, sino por uno de supervivencia ya que como él es distinto al resto de parásitos, todos quieren matarlo. Bueno todos no, el que controla el cuerpo de una mujer llamada Reiko Tamura, que es uno de los parásitos jefes, decide investigar y seguir las andanzas de Shinichi y Migi para ver cuál puede ser la relación de los parásitos y los humanos. Haciendo experimentos hasta ella misma se queda embarazada para ver si pueden desarrollar sentimientos humanos.

En la película (y en el manga) hay mucho momento de filosofar con el ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Cuál es nuestro propósito? En este caso por parte de los parásitos. Ellos mismo deciden que son una medida de la naturaleza para equilibrar el ecosistema, y que son los que tienen que acabar con los humanos.

La historia está dividida en dos películas de unas dos horas cada una. Son interesantes y tienen alguna que otra escena gore que se agradece bastante. Tiene además su historia romántica, recuerdo que el protagonista tiene 17 años, y su parte dramática también, pero en general prima el horror y la acción.

Con historias así, que no se queden solo en la superficie, con unos efectos muy buenos, y con unas actuaciones nada sobreactuadas, cosa que me sorprendió para los japoneses, ya me han vuelto a meter en el redil, y ya me he visto unas cuantas pelis japos, que el próximo podcast pasare a comentar.