En pleno "petamiento" de "Epitaph", a Brett Gurewitz -jefazo- le dio por fichar un porrón de bandas garajeras, muy ajenas al recurrente sonido punk-popie de la discrográfica, tal vez en un intento de "limpiar su imagen" de cara al punkismo ortodoxo. Hablamos de gentuza como "The New Bomb Turks", "Zeke", "The Donnas", "Dwarves" (el grupo menos íntegro del panorama), "The Hookers"... algunos mangados directamente del catálogo de "Crypt Records". Probablemente la medalla -y toda una declaración de principios- se la puso al conseguir agenciarse dos monstruos en lo suyo, "The Cramps" y "The Fleshtones". Mientras que de los primeros editó sus discos más flojos, a los segundos les insufló vida de nuevo tras unos años poco inspirados. Incluso editó un cd sampler con todos ellos, "Roadkill - Sleazy & Greazy" del 98.
Y entonces, comenzó el rumor de que muchos de aquellos combos se habían aunado en una especie de "club privado" destinado a "rechazar / despreciar" a "los otros", los del sonido más melódico, bendecidos por el éxito y, sí, compañeros de sello. Imagino que se trataba de ser el más punki del lugar y hacer honor a su supuesta pose macarrilla.
Patético. Simplemente, patético. Si tanto despreciabas a "Offspring", "Nofx" o "Bad Religion" (y créeme, en algunos casos lo comprendo perfectamente), al menos, macho, ten los huevos de negarte a formar parte del mismo catálogo. Pero inventarte esa gilipollada solo por "reparar" tu sucio gesto, me parece ridículo y detestablemente cobarde.
Bien, pues "The Humpers" fueron una de las bandas garajeras que Brett Gurewitz fichó durante su cruzada (aunque, en honor a la verdad, desconozco si formaron parte del "club privado" de furcias lloronas). Una que, al menos yo, no conocía antes de "Epitaphiarse". Los "Humpers" salían del otro sello garajero más auténtico por excelencia -"Crypt" aparte- "Sympathy for the Record Industry". Fue ahí donde editaron dos discos y, precisamente, el tema que les dejo a continuación, "Cops and Robbers", sonaba así de guapamente en uno de ellos, "Positively Sick On 4th St."...
¿Que por qué no pongo ninguno de sus temas grabados para "Epitaph"? pues porque no son gran cosa. El primero de los respectivos LPs ("Live forever or die trying") lo compré en su momento y no me gustó. Al segundo ("Plastique Valentine") lo habría ignorado si no fuese porque molaba la portada. Tal vez escuché su contenido en "Virgin Megastore" cuando podía hacerse gratis, y me sonaría mucho mejor, tanto como para dejarme los cuartos. Durante un tiempo anduve consumiéndolo, sobre todo la primera canción. Sin embargo, acabé quemándolo y hoy no lo aguanto entero. El tercero y último, "Euphoria, Confusion, Anger and Remorse" (las cuatro fases del buen borrachuzo) no sé por qué demonios lo adquirí. Ni recuerdo el motivo, ni el contenido. Todo muy absurdo, la verdad. Finalmente, los "Humpers" se separaron y sus dos cabecillas montaron otra banda. Pero eso, a mí, me impogta un cagajo.
Epílogo: Todos esos señores tan rockeros y chuloputescos no terminaron de cumplir con lo esperado a la hora de vender discos -¡¿bueno, no iba de eso la jugada?!- por lo que, más pronto que tarde -la pela es la pela-, desaparecieron de "Epitaph" sin generar ni gota del ruido que habían producido previamente en formato vinilo y/o cd.