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miércoles, 20 de abril de 2011

LAS "MINAS" DE SALOMON REY

Los argentinos utilizan la palabra “Minas”, para referirse a las chicas. Vamos, que el equivalente a “minas”, aquí en España, sería “Chavalas”. Dicho esto, ahora saben que LAS “MINAS” DE SALOMON REY, no es la enésima parodia del LAS MINAS DEL REY SALOMON, si no un juego de palabras a costa del título. Por aquí sabemos algo acerca de eso.
Y ahora, una reflexión; Hay que ver lo que se parecen las comedias ochentenas argentinas a las españolas. No paro de ver películas y cada vez me siento mas sorprendido de esto. Igual que Olmedo y Porcel son los Pajares y Esteso Argentinos, el director de la película que nos ocupa, Gerardo Sofovich, sería el Mariano Ozores Argentino, y por trama de enredo, el equivalente español a LAS “MINAS” DE SALOMON REY, sería CUATRO MUJERES Y UN LIO, con Fernando Esteso, y rodada en 1985, un año antes que esta. Las similitudes entre ambas cinematografías, me dejan perplejo en muchos casos. Y es que si hablamos de plagios, se retroalimentan ambas, no se sabe quien copia a quien, pasa como con lo del huevo y la gallina, cosa que me deja mas perplejo todavía, porque tras mucha mierda vista ya, llego a la siguiente conclusión; Yo creo que todas estas similitudes, escandalosas en algunos momentos, son fruto de la casualidad. Al fin de al cabo, el cine Argentino ha tirado por derroteros similares a los del cine Español. Son cinematografías muy parecidas, y mentalidades iguales, entonces en los ochenta, que nuestro cine y el Argentino sea prácticamente igual, es evolución natural de dos países parecidos. Igualmente, en la actualidad, ambas cinematografías, son una puta mierda.
Dicho esto, pasemos a la película.
Salomon Rey, es un hombre de negocios que sale con dos mujeres, una no sabe de la otra y viceversa, pero justo en el momento en el que decide regalarle un visón a una de ellas, surge el enredo, puesto que resulta ser el aniversario con la otra, que piensa que el visón es para ella. Ante tal pillada, no le queda mas remedio que decir que es su regalo de aniversario, y tendrá que buscar otro visón para contentar a la otra jamerga. Tristán, el conserje y autentico protagonista, estará entre medias para liar mas aun las cosas, o ayudar a su jefe a solucionarlas, y entre enredo y enredo, vemos tetas y chochos peludos de todos los tamaños y colores, como si de una peli de destape se tratara.
Típica comedia de enredo en la que todo se complica, y con resolución feliz, que sirve para entretener y poco mas. No es especialmente graciosa, pero ahí está.
El tal Tristán, secundario habitual en las películas de Olmedo y Porcel, protagoniza la película. y a la hora de buscar su equivalente en España, se me ocurre Antonio Ozores, que siempre estaba en las de Pajares y Esteso, pero luego protagonizaba otras. Pues este igual.
En cuanto a Gerardo Sofovich, dirigió las primeras y mejores películas de Olmedo y Porcel, cediéndole el testigo luego a su hermano Hugo Sofovich, que mas adelante se lo cedería al infantiloide Enrique carreras. Suma y sigue.

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL PROFESOR PUNK

Tras la muerte de Alberto Olmedo, se rompió la pareja “Olmedo y Porcel”, así que Jorge Porcel protagonizó un par de películas más y, después, se fue a vivir a Miami donde se retiró montando un restaurante de comida argentina para regresar a la interpretación mucho después haciendo un papelito en "Blow" de Ted Demme.
Una de esas ultimas películas en solitario es esta engañosa "El profesor punk", también de Enrique Carreras, y por lo tanto flojilla. Engañosa porque por el título, y esa imagen de Porcel disfrazado de punk desfasado, podemos llegar a pensar que es eso, una peli de un punk obeso y viejo… nada más lejos.
Lo que sí es cierto es que cambia el tono en lo que respecta a sus anteriores películas. Estamos a finales de los ochenta y, siendo sabido que los adolescentes argentinos son fans de Olmedo y Porcel, se prepara una comedia "teen" en la que Porcel interpreta a un profesor que se va de camping con sus alumnos, haciendo una especie de explotación de "Los Albóndigas", de manera no muy descarada. Allí, en el camping, se suceden todo tipo de bromas, surgen los amoríos entre profesores y alumnos y vemos actuaciones en directo (algo muy de Carreras) de un grupo de ska argentino, intuyo que de mucho éxito en la época.
Pero a Porcel disfrazado de punk no lo vemos hasta el minuto dos antes de acabar la película, en la que se sube a sustituir al batería de un ficticio y ridículo grupo de punk, que pone punto y final a una película simplona y que deja muchos cabos por atar (¿qué pasa con la chica que sí que está enamorada del profesor de verdad?).
Por otro lado, se atreve a juntar a Porcel con "Los Super Agentes", que andan por ahí investigando estúpidos casos en los que, accidentalmente, nuestro protagonista se ve envuelto.
Flojilla, pero soportable.

viernes, 2 de abril de 2010

GALERÍA DEL TERROR

Hacía ya tiempo que no me veía nada de Olmedo y Porcel, y decidí hacerme con nuevo material de estos dos astros Argentinos. Y pensando sobre ello, me extrañó mucho el hecho de que, como pareja cómica, al igual que el resto de parejas cómicas que se precie de serlo, no hubieran protagonizado una película paródica de terror, como las de "Abbott y Costello". Y pronto salí de dudas, porque, efectivamente, y de la mano de Enrique Carreras, el director que más partido le ha sacado a estos dos, sí la hicieron. Además fue de las ultimas.
Claro que en la teoría está muy bien la idea, pero en la práctica, el resultado es uno de los films más flojos que he visto del dúo.
Dos tipos con muy mala suerte en los negocios piden trabajo en una galería (no se especifica de qué), la cual regenta un científico chiflado con la virtud de dominar las mentes de aquellos a quienes hipnotiza. Tiene en ese estado a dos imponentes señoritas con las que saciar sus bajos instintos, y por ende, hace lo propio con Olmedo y Porcel y los utiliza para cambiar en el banco billetes falsos de gran cantidad por otros más pequeños. Por accidente, estos dos salen de la hipnosis y deciden desenmascarar al criminal, pero en la galería hay montones de monstruos que les harán pasar mucho miedito.
Unos gags son mejores, otros peores, te ríes en algunos momentos, otros provocan vergüenza ajena, pero al final prevalece la sensación de estafa. "Galería del terror" es una mera excusa para llevar a Olmedo y Porcel a un ambiente exótico, aunque en realidad dicha galería no hace acto de presencia hasta el ultimo cuarto de hora, con lo cual frustramos nuestras ganas de ver a los cómicos en un ambiente terrorífico. La primera hora es un confuso ir y venir de los protagonistas, en la que tenemos que hacer un gran esfuerzo para saber lo que pasa, no por complejidad de la trama, la cual es muy simple, si no por el mal hacer de Enrique Carreras, que rodaba las películas como auténticos churros, y ya parecía que se la sudaba. No falta el numerito musical colocado con calzador a mitad de trama, ni la actuación en idénticas condiciones de los cómicos de turno que acompañan a los protas en el reparto. Muy mala.

sábado, 4 de abril de 2009

LOS REYES DEL SABLAZO

Está claro que la unión Porcel-Olmedo-Carreras, aún siendo la mar de prolífica, es menos efectiva que cuando los dos actores siguen las ordenes de otro director. El señor Carreras está obsesionado con el mundo del espectáculo de variedades y en esta "Los reyes del sablazo", como en las anteriores, da cancha a numeritos musicales en un escenario, rompiendo así el ritmo de sus películas.
La mujer de un abogado descubre que este le es infiel registrando su portafolio, donde localiza una carta de la amante. Para quedar impune, el abogado le hace comprar a un amigo un portafolios igual al suyo para que se presente en su casa diciendo que en el último encuentro de ambos se confundieron y se llevaron el portafolios del otro. Pronto la mujer del abogado, fascinada por las cosas que decía la amante a su marido, queda prendada del amigo pensando que es un conquistador. Y a partir de ahí, el enredo.
Más vodevilesca de lo normal, más aburrida, menos efectiva en los gags… y quizás porque llevo ya vistas unas cuantas de esta gente, "Los reyes del sablazo", me parece la peor película de Olmedo y Porcel. Y me alegro de haber visto otras antes, porque si llega a ser esta la primera, lo mas probable es que hubiera perdido el interés por consumir el resto, cosa que lamentaría, porque "A los cirujanos de les va la mano" me pareció una comedia redonda.
Y empiezo a ver el problema…. Olmedo Y Porcel son excelentes actores y cómicos natos, efectivos, carismáticos y graciosos, lo malo son sus colaboraciones con Enrique Carreras, porque, por lo visto, funcionaban cuando otro les dirigía. La mala suerte es que casi todo lo que hicieron, lo hicieron con este señor, director de "Erase una vez un circo".
En fin, poco más me queda por decir. Espero que lo próximo que vea de estos argentinos, sea mejor.

martes, 17 de marzo de 2009

LOS COLIMBAS SE DIVIERTEN

Cada vez siento mas curiosidad por el argentino Enrique Carreras, al que en la anterior reseña de una de sus películas, "Los Extraterrestres", comparaba con mi admirado Mariano Ozores (insisto, salvando mucho las distancias). Las similitudes profesionales siguen siendo obvias: Ozores realizó durante su carrera 96 películas, la misma cantidad que Carreras.
Y en la ultima que acabo de ver de él, "Los colimbas se divierten", conocida también como "Los soldados se divierten", observo otra vez ciertos parecidos en cuanto al uso de zooms, movimientos de cámara y número de gags (unos tres cada cinco minutos), amén de la pareja protagonista, que se asemeja peligrosamente a nuestros Pajares y Esteso, incluso en algunos chistes y expresiones son calcados.
Luego, tenía entendido que el famoso chiste de “me río de Janeiro”, era una invención de otro de nuestros cómicos, Tip... pero en esta película lo hacen. Teniendo en cuenta que formaba ya parte del repertorio de Tip en los 60, y que esta peli data de los 80, ¿le habrán copiado los argentinos? Aunque, bien pensado, el chiste es tan obvio que no me extrañaría que a estos cómicos, muy queridos también en su país, se les hubiera ocurrido igualmente de modo honesto.
Pero dejémonos de estas comeduras de tarro mías, que lógicamente no interesan a nadie mas que a mí, y pasemos a la película.
Dos cabareteros que trabajan en París enamoran a dos turistas argentinas a las que hacen creer que son músicos de cámara, cuando en realidad estamos ante dos mastuerzos que no sirven para nada. Dejándoles a deber a las chavalas un dinero, los cabareteros regresan a su país, cuando en el mismo aeropuerto son detenidos, puesto que al partir hacia Europa hace 20 años atrás dejaron pendiente el servicio militar, así que les obligan a hacer la mili, lo que dará lugar a un montón de divertidas situaciones, especialmente  porque estos reclutas son unos cincuentones muy hechos polvo.
Es muy rara esta película. En un principio nada tiene que ver con militares, de hecho, parece que la cosa tira más por una historia de mujeriegos picarones estafadores. Durante la primera media hora, eso es lo que vemos, que las chicas a las que se les debe el dinero descubren que estos tipos no tienen un chavo, y además no aparecen el día de su cita para devolvérselo. Entonces, súbitamente, entra en juego la trama militar y resuelven la otra con una escena en la que los protagonistas pagan el dinero que deben a las chicas. Incluso parece que la película no está conclusa, a juzgar por su final.
Una de dos: O es que Carreras incluyó metraje de un film previo sin terminar o, sencillamente, es que se trata de un inútil incapaz de hacer una con argumento como ya demostró con "Los Extraterrestres". Además, al igual que en aquella, aquí también aprovecha el mínimo momento para meternos una actuación musical o cómica (en este caso un imitador) de variedades, demostrando una especial obsesión por el dúo "Pimpinela", ya que, aunque en esta no salen, vemos a Olmedo y Porcel haciendo un "playback" de una de sus canciones.
"Los colimbas se divierten" es muy mala, pero Olmedo y Porcel lo hacen muy bien y tienen su gracia, y yo me quedo ante la pantalla completamente atontado viendo entera semejante cosa.

martes, 24 de marzo de 2009

A LOS CIRUJANOS SE LES VA LA MANO

La mejor película que he visto hasta ahora de la pareja Olmedo y Porcel es sin duda esta (aun me quedan algunas) que, para mi sorpresa, no viene dirigida por Enrique Carreras, si no por un tal Hugo Sofovich.
Y se nota la mejoría con respecto a las otras, pues no solo cuenta con unos gags potentísimos, de carcajada, sino que es generosa en tetas y agradablemente políticamente incorrecta… Aquí los protas están salidísimos, son poco más que violadores… Incluso sedan a dos damiselas para practicar el coito con ellas dormidas. ¡Eso hoy en día es imposible de ver en una película!
Olmedo y Porcel esta vez encarnan a dos camilleros de una clínica privada, que con la intención de seducir a dos bellísimas doctoras (¡no hay actualmente tías tan buenorras en el cine!) les dicen que son cirujanos. Entre coña y coña, nuestros farsantes son secuestrados por unos gangsters que tienen como intención que estos operen a su jefe herido de bala y luego matarlos.
Lo sospechoso es que la película sigue incluyendo gags que ya hemos visto en obras de Mariano Ozores, y teniendo en cuenta que uno que aparece en esta película de 1980 volvemos a verlo en "El rollo de septiembre" de Ozores, y del año 85, me da que pensar cosas muy malas acerca de mi director favorito. Aunque supongo que realmente, y yo lo celebro, una vez más se trata de una casualidad. El gag es divertido, pero no hace falta ser un genio para inventarlo. Aunque es curioso también que exista otra comedia sobre dos farsantes desarrollada toda en una clínica privada, como "Agítese antes de usar" de Ozores, posterior y de similares características.
Esta es muy divertida, con unos cuantos gags antológicos y un tour de force cómico inconmensurable que, aderezado con las altas cotas de machismo, misoginia y mala leche, lo convierten en, probablemente, lo mejor que hicieron estos dos actores argentinos.

domingo, 17 de mayo de 2009

RAMBITO Y RAMBON, PRIMERA MISIÓN

Pues sí, todavía me quedan unas cuantas películas por ver de esta pareja Argentina. Y de momento, salvo una, el resto es más bien flojillo. Ni siquiera esta, que a priori pinta de las más interesantes, llega a ser visible. Es mas, es de las peores de Olmedo y Porcel.
¿Recuerdan que les dije en la reseña de "Los colimbas se divierten" que parecía inconclusa? Pues no es que lo pareciera, es que es una trilogía, se ve que rodada toda a la vez y la acción de "Rambito y Rambón", empieza justo donde lo dejamos en "Los colimbas...."
La acción, de nuevo, sigue situándose en el cuartel donde estos dos talluditos soldados están haciendo su tardía mili. Veremos más gags baratos y las mismas tonterías que en la película anterior, hasta que hacia la mitad son destinados a la selva en una misión especial, que es donde tomarán aspecto “Rambil”, para continuar con las mismas chorradas, esta vez entre el amarillento follaje.
Más de lo mismo, pero con menos gracia. El caso era aprovechar el tirón de "Rambo", como ya se aprovechó el de "E.T." en su momento.
Siempre me quejo que en las películas de Olmedo y Porcel dirigidas por Carreras (una que he visto de otro director, es una obra maestra) hacen numeritos cabareteros sin venir a cuento, jodiéndote la diversión. Bien, en "Rambito y Rambón" estos numeritos de "play back", imitaciones y actuaciones musicales, ocupan un 40% de la película, haciendo que el espectador se desespere y se ponga de mala leche, porque, al fin y al cabo, lo que nos interesa son los gags de la pareja cómica. Una pena.
Para concluir, decir que esta tampoco acaba, finaliza con un "continuará" que da pie a una tercera parte de "Los colimbas..." pero creo que, esta vez, me la saltaré.
Eso si, el cartel está chulo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

20 AÑOS SIN EL NEGRO

Si son ustedes lectores de AVT de los de verdad, de los que nos leen todos los días independientemente de sobre lo que se escriba o quien lo escriba, sabrán que por mi parte, de un tiempo a esta, me he ido aficionando a dos cómicos Argentinos que siempre comparo con Pajares y Esteso, y que, a la par que estos, protagonizaron una serie de películas mas o menos afortunadas, pero que a mí ya me valen para tenerlos en alta estima. Ellos son Jorge Porcel y Alberto Olmedo, ambos ya fallecidos.
De sobras, resta decir que estos dos espectaculares cómicos son unos completos desconocidos (a no ser que seas lector de este blog) y que muy poquitos podrán captar lo que digo en esta reseña, cuando afirmo que este, es el jodido país de la envidia.
Lo de “El Negro”, es el sobrenombre que tenía Alberto Olmedo, al igual que el de Jorge Porcel era “El Gordo”, y estos apodos son cosa de tradición; los cómicos Argentinos era muy dados a ponerse estos Alias.
Bien, pues Alberto Olmedo, que falleció una fatídica noche de 1988 tras caerse desde el balcón de la habitación del Hotel donde se hospedaba, dejó en el camino una buena ristra de amigos y a un país entero que le adoraba (El éxito de Olmedo en Argentina, era una cosa que a día de hoy no se me ocurre un símil con el que compararlo…) y en este documental, se entrevista a familia y amigos del cómico, que nos irán contando anécdotas sobre su vida, así como se hace un repaso a su carrera en cine y televisión. Un documental fundamental para comprender la trayectoria de este cómico, y saber un poco a que nos enfrentamos cuando nos ponemos frente a una película suya.
Lo que a mí me llama la atención (y que justifica eso de que este, España, es el país de la envidia) es que siendo Olmedo un cómico de sal gruesa, mas de la grosería que del humor inteligente, no solamente contara con el beneplácito del publico, si no también del resto de la profesión, así como de gente de corte más intelectual… del protagonista de LA GALERIA DEL TERROR, gente como Ricardo Darín o José Sacristán dicen de el, poco menos que era Dios.
Bien, sin embargo en España, de nuestros Pajares y Esteso, si se hace un documental es para sacar sus miserias y trapos sucios. Y yo no he escuchado a Javier Bardem o a Luis Tosar hablar de ellos, ni bien ni mal. Y eso es por envidia.
Dirige el documental Matías Gueilburt, cuya experiencia profesional hasta que hizo este documental, fue editar cosas en televisión.

martes, 6 de abril de 2010

EL GORDO CATÁSTROFE

Gracias a un lector, y a un poco de información, y a juzgar por lo buena que es "A los cirujanos se les va la mano", descubrimos que las pelis de Olmedo y Porcel dirigidas por Enrique Carreras son precisamente las malas de las muchas que hicieron, y que las buenas son las que datan de la época de mediados de los setenta y primeros ochenta, firmadas por otros directores. Esta "El gordo catástrofe", la dirige Hugo Moser.
Al igual que en las de Pajares y Esteso por separado se incluía un cameo de su pareja (es decir, que si la protagonizaba Pajares, salía un momento Esteso, y viceversa) en este "El gordo catástrofe", protagonizada por Porcel, hay un cameíto de Olmedo… Más similitudes con el universo Ozores… Mejor no pensar. De hecho, el equivalente (de lejos, eso sí) al cine de Ozores de esta película sería "Qué tía la CÍA". No argumentalmente, si no estructuralmente… vamos, que se parecen.
Un gordo con tendencia a crear desastres a su alrededor, y reprimido sexualmente, traba amistad con un científico que tiene una formula que en malas manos podría ser fatal. Y por accidente la comparte con el gordo, y este se ve acosado por todo tipo de señoritas que le seducen con el fin de obtenerla… claro que la formula del gordo en realidad es la de un cubata.
Cierto, se puede ver mejor que las dirigidas por Carreras, la trama de enredo es efectiva (e incluso complicadilla) y voy a empezar a tener en cuenta la etapa setentera de los Pajares y Esteso Argentinos.
Eso sí, se echa de menos un poco a Alberto Olmedo.

viernes, 14 de agosto de 2020

EL TRAVIESO

Guillermo Francella es uno de los comediantes más populares en Argentina que, habiendo aparecido como secundario en algunas de las películas de Olmedo y Porcel, en la década de los 90 ganó una popularidad tal, que se convirtió en uno de los actores más queridos del público argentino, que lo veían en películas para el cine y distintas formas de televisión. La evolución natural de los tiempos propició que su labor haciendo reír durante lustros al público se viera recompensada luciéndose también en papeles dramáticos en películas de prestigio, llegando a aparecer en, por ejemplo, la oscarizada “El secreto de sus ojos”. Entre eso y sus películas de consumo, a saber; “Papá se volvió loco” o las sagas de “Bañeros” o “Los Extermineitors”, Francella, y con permiso de Ricardo Darín,  es a día de hoy una de las celebridades más respetadas de Argentina, en resumidas cuentas.
Por otro lado, y como vengo diciendo desde hace ya tiempo, la evolución del cine argentino es muy similar a la del cine español, por lo que con el auge del vídeo doméstico, quizás unos años después que aquí, surgió  lo que los argentos denominarían “Videometrajes” y que no son otra cosa que películas rodadas en vídeo y cuya finalidad es el ser explotadas única y exclusivamente en dicho formato. En esta tesitura, y para el total y absoluto lucimiento de Francella, aparece en 1991 en los videoclubles argentinos la película “El Travieso”. El equivalente español de estos videometrajes serían los popularmente conocidos como “directos a vídeo” y que encuentran su zénit en cintas que, igualmente, servían para el lucimiento de la estrella de turno, con largometrajes como “Yo quiero ser torero” con el Dúo Sacapuntas y dirigida por Miliki o, anterior a esta incluso, la inefable “Zocta: Sólo en la tierra se puede ser extraterrestre” con Joe Rígoli como principal reclamo.
Así, “El Travieso” es una comedia de lo más básica y barata, con textura de vídeo cámara handycam de la época, que con un montaje de lo más tosco nos cuenta la historia de un tipo llamado Julio Mustafá que alardea de ser un experto en ligar y da consejitos a sus amigos al respecto, para luego dar paso a una sucesión erótico festiva de sus conquistas. La cosa se pone seria cuando la pareja de una de las mujeres a las que ha seducido, descubre con quién le ha puesto los cuernos.
Humor zafio, jerga argentina, mucha lencería y diálogo atropellado, es lo que nos ofrece esta película en vídeo de poco más de una hora de duración y cuya único interés radica en que se trata de una rareza que ni tan siquiera aparece en las filmografías oficiales de Francella, pese a que, en su momento, cuando esta película iba a ser lanzada, el actor decía estar entusiasmado con el resultado de esta bazofia. La verdad es que, a pesar de su corta duración, hay que echarle paciencia a su visionado. Por un par de momentos, estuve tentado a darle al stop.
Por supuesto, el director de este artefacto responde al nombre de Ismael Hasse, conocido en la profesión como Paco (¿?) y, lejos de ser uno de esos directores que abordaron uno o dos trabajos, se trata de un reputado dramaturgo y hombre de teatro (de ahí el tono teatral de la cinta que nos ocupa) cuya carrera audiovisual, al margen del teatro, se reduce exclusivamente a la televisión, teniendo como única película para cines la titulada “Sapucay, mi pueblo”. “El Travieso”, sería su ignoto, raro, misterioso y desperado pecadillo de la mediana edad.
Como curiosidad que es, “El Travieso”, funciona. Pero sólo como eso.

viernes, 26 de febrero de 2010

NARCOSÁTANICOS DIABÓLICOS

Jamás dejo de sorprenderme cuando veo una peli latina. Siempre hay algún elemento que hace que, de una manera u otra, me fascine lo que va sucediendo en pantalla.
Ya comenté hace algún tiempo que, al igual que en España tuvimos las españoladas, y en Argentina tuvieron las Argentinadas con Olmedo y Porcel como sus máximos exponentes. En México, las mexicanadas las protagonizaba Alfonso Zayas, que vendría a ser, más o menos, el Alfredo Landa de allí, y "Narcosatánicos Diabólicos" sería una 
peli de destape… aunque esta gente viene con unos cuantos años de retraso: Siendo de 1991, parece una “S” de los años 70.
Un elemento muy español y común en las películas de Landa sería la playa y el ligoteo; en las de Zayas lo son los narcotraficantes (!!!). Protagonizó unas cuantas con el narcotraficante como elemento recurrente cómico. Ya iremos viendo, ya…
Hace 2000 años un individuo bastante feo hizo un pacto con el demonio, en el que durante todo aquel tiempo gozaría del amor y las mujeres sin descanso a cambio de su alma. El problema es que, tantos lustros jodiendo le ha provocado mucho cansancio y, aunque tiene una clínica sexual (donde se folla a sus clientas y encima les cobra un dineral) y da bastante de si, siente que no ha sido feliz nunca y lo lamenta porque el plazo de su contrato con el del tridente caduca ya. Cuando este 
se persona, le ofrece más vigor y más tiempo para que encuentre la felicidad. Entonces, vendrá a por él.
Por otro lado, en una trama muy secundaria tenemos a los “Narcosatánicos”, quienes están distribuyendo por el país una cocaína que acaba con todo aquel que la aspira. Dos audaces policías intentarán acabar con ellos.
Bien, dicho esto, hay que recalcar que durante los veinte primeros minutos de película, únicamente hay folleteo, puesto ahí para que Zayas pueda soltar sus chascarrillos, luego un par de minutos del tema de los “narcosatánicos” y otros veinte de Zayas restregándose con, dicho sea de paso, los cardos siliconados que le ponen, y vuelven a lo de los narcos… y así toda la peli.
Se deja ver, entretiene, pero uno acaba hasta los cojones del Alfonso Zayas, que es un actor que no cae ni tan siquiera bien, y se queda con ganas de más de la trama que le da titulo, en la que investigan un policía enano interpretado por un maravilloso actor llamado Tun Tun, y su acompañante medio idiota interpretado por Cesar Bono. Nos ofrecen una serie de gags basados en el puteo y el insulto que me han sorprendió por lo efectivos que son y por las carcajadas que me provocaron. Pero si la peli dura hora y media, de eso solo hay 20 minutos… el resto son las tontunas del Zayas con las zorras.
Dirige José Juan Murguía, que normalmente se dedica al montaje. Con esta no logra lo más delirante del cine Mexicano... pero se acerca.

jueves, 16 de mayo de 2013

LA NOCHE DEL CHIHUAHUA

Un joven amante de los cómics,  se traslada al nuevo piso que ha alquilado. Tras una conversación por facebook, planea una cita con una chica gótica que conoció. Justo en la noche en la que esa cita va a tener lugar, se presenta en casa un amigo, que le cuenta que días atrás fue mordido por un hombre lobo y que, precisamente esa noche, hay luna llena. Ante la incrédula mirada de nuestro protagonista, su amigo se transforma… pero lejos de parecer un aterrador hombre lobo, parece que está disfrazado de inofensivo perrito. Pronto se personarán en el piso la gótica, el hombre lobo que mordió a su amigo (y que no se transforma…) y su ex novia, en una noche en la que el enredo está servido.
La segunda película de Guillermo Grillo, financiada a base de “crowdfunding” y, a pesar de ello felizmente terminada, es una pequeña y agradable comedia dentro de los parámetros fantásticos, como acostumbra el director argentino.
Las comparaciones siempre son odiosas, y más cuando en términos presupuestarios, seguramente, los costes de esta sean bastante más bajos,  pero si la comparamos con “Fantasma de BuenosAires” lo cierto es que “La noche del chihuahua” es ligeramente inferior, pero no por ello, mala.
La película transcurre en un solo escenario, durante una sola noche. Consciente Grillo de ello, y de que una cosa así, resuelta a base de diálogos, puede llegar a cansar, apuesta por una duración de poco más de 64 minutos que dejan al espectador más que satisfecho.
La escena Argentina, que se prodiga sobretodo por pedantes co-producciones Hispano-argentinas, protagonizadas casi siempre por Ricardo Darín, está encorsetada del todo, y cuando nos referimos al cine independiente de género, siempre se apuesta por la exageración, el gore mal entendido y el humor cafre. Sin embargo, el cine de Guillermo Grillo resulta un oasis en el desierto. Rueda con poco una comedia de hombres lobo. No tiene dinero para el maquillaje, así que soluciona esto poniendo al actor una peluca, unas orejotas, unos colmillos y unos hocicos de pega; en definitiva, un disfraz. Pero lo grande, es que no se excusa por ello. Utiliza ese disfraz como parte del humor de la película y se construyen gags alrededor de su ridículo aspecto, lo que no deja de ser una muestra de honestidad, y de saber esquivar los contratiempos presupuestarios…hasta tal punto que es el horripilante disfraz lo que da título a la película.
A parte, esta recoge, con sus situaciones y diálogos, el espíritu del vodevil, que si en nuestro país representaban las películas de Mariano Ozores, en el suyo lo  representaban las de Olmedo y Porcel, con todos esos personajes entrando, saliendo y hablando en un solo escenario. Sin embargo, inexplicablemente rodada en blanco y negro, también se asemeja, por los mismos motivos antes explicados, a los indies Americanos, más concretamente al primer Kevin Smith y sus peroratas, lo que según se mire, no sería tan acertado, dado el contexto cómico y disparatado de la obra.
Con todo, estamos ante una película entretenida, dicharachera y, sobretodo, nada pretenciosa, lo que ya es mucho decir dentro de la cinematografía Argentina, todo ello servido de la mano de uno de mis directores Argentinos favoritos desde Hugo Sofovich.
Para sacar sus propias conclusiones, el director ha colgado en youtube, para deleite de todo el público, la película completa, así que si quieren verla, no tienen más que clickar aquí.

lunes, 25 de marzo de 2019

LOS PADRINOS

Segunda película que protagonizaron los payasos de la tele en tierras argentinas, y última de una carrera que debería haberse lucido más en cine.
Es muy curioso el hecho de que, los payasos, cuya carrera fue tan fructífera durante décadas, tan solo diera para tres películas americanas. No logro comprender como es que no hicieron ninguna película española, que hubiera sido de recibo, a las órdenes de, por ejemplo, un Javier Aguirre.
En esta ocasión, y volviendo a escribir y dirigir la película Enrique Carreras, artesano argentino de los de toda la vida, se nos ofrece una trama desarrollada en los años 20 en la que Gabi, Fofó, Miliki y Fofito se tienen que ocupar de una bebé que es perseguida por unos mafiosos al estar involucrada la niña en una extraña trama de adopción ilegal (o algo así). Para que no se sepa donde está, se la entregan a los payasos que mientras la cuidan, tienen que intentar buscarse la vida como artistas en Buenos Aires a la par que se representarán sus canciones y se nos narran sus peripecias. Para darle color al asunto, una joven guapa y lozana se une a ellos, haciéndose pasar por chico ya que los payasos precisan de un mozo de equipajes.
La película, obviamente, es lo de menos. Su trama es liosa, está mal desarrollada y, en el peor de los casos, tanto a sus artífices como al espectador nos importa tres pimientos, aquí lo que importa es poder ver a los payasos interpretando sus canciones y sus sketchs, y de eso hay a mansalva durante la hora y media que dura la película. Entonces, sí, nos quedamos satisfechos de payasos, pero, y como también ocurría en “Había una vez un circo” da la sensación de que están desaprovechados, que no acaba de cuajar la subtrama en la que los vemos a ellos como niñeros de la bebita y que, en definitiva, cuando no están cantando, la película es aburrida y no funciona. Tampoco las canciones, muchas de las cuales están concebidas en exclusiva para la película, son lo suficientemente memorables, lo mismo ocurre con los gags; aunque pueda haber alguno gracioso, no llegan nivel de lo que, al menos en España, nos tenían acostumbrados en televisión.
Con todo, y a nivel retrospectivo y nostálgico, solo por ver a los payasos en una película merece la pena echar un visionado a la cinta. Es rancia, cursilona, lenta y aburrida, pero son Gabi, Fofó, Miliki y Fofito. Y eso siempre es una garantía.
El director, Enrique Carreras, poco después comenzaría una fructífera etapa dirigiendo algunos de los títulos más memorables de Olmedo y Porcel.

martes, 2 de julio de 2013

SEX HUMOR

Al igual que en los USA tienen sus revistas de humor tipo “National Lampoon” o “Mad”, y aquí en España tuvimos “El Papus”, “El Cuervo” o, todavía vigente, “El Jueves”, los Argentinos tienen “Sex Humor”, que sería pizca más o menos lo mismo que las anteriormente nombradas; una publicaciones de cómics con contenido erótico y político para adultos.
Lo curioso de todo esto es que esta revista tuvo su versión cinematográfica. O mejor dicho, su versión videográfica.
En 1992, en los video clubes Argentinos  aparece en alquiler la película de mismo nombre que la revista, “Sex Humor”, en la que vemos una serie de historias cortas de contenido erótico-festivo, que son todas ellas enlazadas por un hilo conductor. En este caso, ese hilo, es el de un matrimonio que dispuestos a consumar el acto sexual, son interrumpidos por equis motivos (¡¡una tienda de campaña que alguien ha montado en su salón!! O como dirían ellos, en su “Living”). Entre tanto, por las manos del matrimonio se pasea una revista, el “Sex Humor”, la leen, y esto acrecentará sus ganas de follar. Cada capítulo que ellos leen, se escenifica en imágenes, que son las historias que componen la película.
Protagonizada por Javier Portales, visto en las películas americanas de “Parchís” y en alguna de Olmedo y Porcel, la gracia de esta película radica en su origen (una revista) y el que esté rodada en vídeo. Un vídeo muy nítido y muy bonito, eso sí, y un montaje más dinámico y acertado que los muchos vídeos que aparecieron en nuestro país en los ochenta. Sin embargo, esto sale en los noventa, con lo que van un poco atrasados con lo de las películas rodadas en vídeo para el vídeo club.
Como producto, me parece súper interesante, ahora, el contenido… Teniendo en cuenta que el hilo conductor es un tanto coñazo, y que entre los sketchs, los hay más afortunados y otros totalmente infames, la media sería que estamos ante una película bastante floja. Pero como es comedia, hay una buena ración de tetas (siliconadas y naturales, grandes y pequeñas) y de ingles brasileñas, al final, entre unas cosas y otras, la cosa se soporta bastante bien.
A destacar el sketch que abre la película, que vendría a ser el mito aquél de “El Violador violado” con  una mujer que es perseguida por un violador. Cuando esta dice que la viole, pero con condón, él se achanta y será ella la que le persiga, con el fin de follarle. O el que le sigue, donde una pareja va a un motel y el gerente les ofrece una habitación especial. Esta resulta ser una en la que hay un palco de butacas llena de hinchas de fútbol, que animan sus tareas amatorias como si de un partido de fútbol se tratase. El resto, son largos, sosos y aburridillos.
Se puede ver, pero no pierdan el culo.
En cuanto al director, la película la firma un tal Alejandro Cristian Fernández, que no posee ni ficha en IMDB, el pobre…

miércoles, 11 de abril de 2012

EL INMIGRANTE LATINO

Desde que me adentré en los pantanosos terrenos de la comedia latinoamericana, me he dado cuenta de que, independientemente del país del que provengan, A los cineastas y cómicos latinos les gusta mucho dos cosas: Hacer una comedia en la que un inmigrante se va a los estados unidos – pasaba en NUEBA YOL ¡POR FIN LLEGÓ BALBUENA! Y como primos-hermanos de ellos, nosotros tenemos nuestras propias versiones del mismo concepto, prueba de ello LA CIUDAD NO ES PARA MÍ, con el inefable Paco Martínez Soria- y, cuando hay un cómico bien entrado en carnes, explotar su carrera con el sobrenombre de “El gordo”. Así tenemos en Argentina a Jorge “El gordo” Porcel, y en Colombia a El gordo Carlos Benjumea, por otro lado, cómico súper respetado en su país, para el que esta película sirve como vehículo de lucimiento.
No hace falta ver EL INMIGRANTE LATINO para saber exactamente de que va.
Un todoterreno en el campo de la música clásica, aprovechando la crisis que hay en Colombia dentro de su sector (es director de orquesta) decide irse a Nueva York con el fin de prosperar. Como no le dan en visado de emigrante, llega a la gran manzana como turista, y empezará a buscarse la vida de manera ilegal, lo que dará lugar a disparatadas situaciones. Hasta que, por avatares del destino, va a parar como chofer de un famoso compositor Americano, que hará que todo termine felizmente para el gordo.
Lo de siempre, servido como siempre y con la doble moral del siempre. Primero con la crítica al sistema norteamericano, al que se le acusa de “no ser la tierra de las oportunidades” cuando la cosa le va mal al prota, para luego retractarse al acabar el gordo, no ya ganandose la vida dignamente, si no incluso triunfando en N.Y. como director de orquesta….Repugnante, pero no exhento de inocencia y buenas intenciones.
Yo siento debilidad ante este tipo de productos. Me entretienen, me hacen desconectar de mi vida diaria, e incluso tomo buena nota de según que gags, así que si, pasa el aprobado con creces, gracias al ritmo, a chistes no tan patéticos como cabía esperar, y a que es una comedia de esas de “Always look on the rigth side of life”, que se conforman con hacerte esbozar una sonrisita. Lo consiguen.
Además, que está bastante bien rodada, por un artesano colombiano llamado Gustavo Nieto Roas, que sigue activo –en la medida de lo posible- y que se convirtió en uno de los directores habituales en las películas de El gordo Benjumea. Como le pasaba a Enrique Carreras con Olmedo y Porcel, o a Mariano Ozores con Pajares y Esteso.
Muy simpática.

jueves, 2 de junio de 2011

LAS LOCURAS DEL EXTRATERRESTRE

Seguramente, no hay película que haya sufrido en sus carnes los dardos del “explotation” más que E.T. EL EXTRATERRESTRE. En todo el mundo hay versiones, revisiones, parodias, plagios… como queráis llamarlos. Merecería un señor artículo este tema.
Argentina, sin ir mas lejos, con Olmedo y Porcel se marcó una de “E.T.” de lo mas chunga con LOS EXTRATERRESTRES. Pero para rizar el rizo, tanto en cutrez como en caradura, esta LAS LOCURAS DEL EXTRATERRESTRE. No solo aprovecha los últimos coletazos del éxito de E.T –ya saben, peli de extraterrestre que se hace amigo de un niño un tanto marginal- si no que se aprovecha del éxito de la serie de televisión ALF, diseñando un bichejo con cara de camello, que obviamente se basa en el extraterrestre televisivo.
Así que mezclamos todos esos tópicos mil veces vistos, e introducimos como protagonistas a dos cómicos de renombre como puedan ser Emili Disi y Javier Portales (al que en España tenemos echado el ojo por ser una especie de Lino Banfi que llevaba de aquí para allá a los Parchís, en sus películas Argentinas) y tendremos como resultado esta inaguantable bazofia con niño y extraterrestre, que de chabacana en los momentos mas lacrimógenos, no llega ni a babosa.
El argumento es mas simple y está mas sobado que un tebeo; Dos extraños individuos que van vestidos como retrasados, topan de repente en su casa con un niño mudo. Una nave espacial llega a la tierra y su tripulante se hace amigo del crío y se van de parranda por ahí, si es que las autoridades no se lo impiden por motivos de ufología, o de potestad del menor. Ya saben. Todo ello mostrado con mucha desidia y con un sentido del humor que, quizás sea porque soy español… pero no lo entiendo.
Y en cuanto a “Las locuras” a las que hace referencia el título, por lo que respecta a este parlanchín ALF con aspecto de retardado, pues que quieren que les diga… lo mas disparatado que hace es vaciar un bote de mostaza en una feria…
Dirige el afamado y multi-misceláneo Carlos Galettini, con títulos en su filmo de las sagas de los super agentes, los bañeros, los extermineitors y LOS MATAMONSTRUOS EN LA MANSIÓN DEL TERROR e incluso el slasher CHARLY, DIAS DE SANGRE. Ahí es nada.
Hay que ser un macho para sentarse a ver entera LAS LOCURAS DEL EXTRATERRESTRE.

miércoles, 15 de abril de 2009

LOS SUPER AGENTES CONTRA LOS FANTASMAS

El cine popular argentino cuenta en su haber, al igual que el español, con exitosas sagas. En este caso, la película que, tras pensármelo mucho, vi anoche, pertenece a la saga de "Los Super Agentes".
Y según "mdb", es una bastante longeva, ya que el primer titulo, "Los Super Agentes Biónicos", data de 1977, la ultima de 2008 es "Los Super Agentes: La nueva generación". 30 años de super agentes han tenido los argentinos. Naturalmente, la franquicia ha ido sufriendo mutaciones, tanto en la dirección como en el reparto.
¿Cómo es que toda una saga de películas no ha llegado nunca a nuestras pantallas? La única respuesta que se me ocurre es la siguiente: Porque deben ser horribles. Esa es la sensación que me llevo al ver una de las de en medio, la que nos ocupa, "Los Super Agentes contra Los Fantasmas".
Un tipo hereda un castillo donde piensa poner una discoteca. La primera noche que pasa allí es sorprendido por fantasmas. Así que decide contratar a los super agentes para que hagan limpieza.
Bueno, supongo que los actores principales, Julio De Grazia y Víctor Bo, deben ser muy conocidos en Argentina, pues estamos ante otro vehículo para lucimiento de sus gracietas.
Y lo que me llama la atención es lo siguiente: Como ya he dicho anteriormente cuando he reseñado películas de Olmedo y Porcel, esta, también, cuenta en su haber con montones de numeritos musicales encima de un escenario. Luego, ¿qué pasa? Supongo que debe ser normal, el asociar las películas de un cómico con el mundo del cabaret y los espectáculos de variedades, de lo contrario no se explica que todo lo que huele a comedia argentina venga acompañado de numeritos... hasta un ventrílocuo sale en esta. Cosa que, aunque rompe con el ritmo (en el caso de que lo haya) e interrumpe la narración, no deja de convertirse en un sello de identidad de la “argentinada”, al igual que en nuestras “españoladas” lo fueron las tetas de Adriana Vega y los felpudos poblados. Y eso en mi opinión es bueno.
No se cómo serán el resto de películas de "Los súper agentes", pero con esta he tenido que hacer un sobre esfuerzo para poder acabarla... ¡Que mala es!... Aunque resulta inevitable reírse, cuando comprobamos que los fantasmas son personas con sabanas en según que secuencias y pañuelos movidos por hilos en otras.
Por lo demás, nada, no hay originalidad, ni gags potentes, ni tiene gracia la cosa. Tenemos una escena de ¡¡¡10 minutos!!! en la que uno de los super agentes se dispone a cenar y los fantasmas le esconden la comida. Bien, el tema está en que se trata de un solo plano fijo, con un par de insertos de los fantasmas (pañuelos en este caso), que se hace eterna... pero mas de lo habitual... con lo que la tortura se acentúa notablemente.
En fin, que merezco un premio por haber visto esto completo. Para la ocasión, le tocó dirigir a un tal Julio Saraceni.