Tras estar toda la tarde pensando en el aspecto actual de Ralph Macchio, y en lo cojonudas que fueron para mi sus películas ochenteras (casi tanto como lo fueron las de Michael J. Fox ), tuve que verme una de ellas. Hacía tiempo que no recurría al vhs, que ya tengo pocas cintas, y las que me quedan van a ir a la basura en cuanto las recupere en dvd (o ya puestos, Blu Ray)
Pues eso, que por pura nostalgia me puse (y bien que hice) "Cruce de caminos", una película de Walter Hill, al que le tengo perdida la pista desde que hizo "Invicto", que es cojonudisima , vibrante e intensa… una de esas que ponen los pelos de punta -aunque no me guste ni una mierda el blues, estilo musical con presencia absoluta en la trama-, por la que no pasan los años (la peli digo, que no por Macchio… y mucho menos por Joe Seneca, ya fallecido) y que, asombrosamente, y después de 22 añazos, me voy a ver por segunda vez esta noche, porque es que ya ni me acordaba de lo buena que era.
Eso sí, estamos ante una nueva versión de "Karate Kid" en toda regla… es más, esta sinopsis que voy a hacer, valdría para las dos películas:
Un joven de origen Italiano, que siente una gran pasión por lo que hace, es vapuleado en la escuela. En una de estas, conoce a un anciano experto que le guiará por el buen camino para que el muchacho perfeccione su pasión. Éxito final asegurado. Ahora cambien karate por blues y anciano asiático por anciano negro. ¡Voilá!.
Y es que es la misma puta película, pero en distintos escenarios. Obviamente yo me quedo con "Karate Kid", pero "Cruce de caminos" es bastante menos babosa y con un trasfondo semi-fantástico que personalmente agradezco. Lo de que las antiguas glorias del blues pactaban con el diablo, su talento a cambio de su alma, se supone real. Y me mola mucho ese detalle. Y el vacile que se montan, porque en el duelo final de guitarras (uno que mola, aunque no te guste el guitarreo. Y que conste que yo lo odio), el contrincante de Chispas Martone / Macchio (¿o debería decir Daniel Larusso?) es un virtuoso que suele vencer siempre porque ha pactado con el diablo. Bien, pues Macchio gana esta vez, sin pestañear siquiera, sin hacer pactos ni con Dios, ni con la virgen puta. Vaya vacile.
En fin, que es un peliculote, muy, muy, muy bueno, al que vosotros, malditos hijos de puta, deberíais dedicarle una revisión.
Pelos de punta.