martes, 22 de abril de 2008

SILIP, DAUGHTERS OF EVE

"Silip" es una película Filipina dirigida por un tal Elwood Pérez, que, por otro lado, tiene una extensísima filmografía, plagada de títulos de exótica catadura. He buscado info sobre la peli (porque no me ha dejado indiferente, la verdad) y no hago mas que leer memeces. Al tal Elwood Pérez se le ha comparado con Buñuel, Jodorowsky, Jess Franco… y yo no he visto nada de eso en su película. En realidad, es un "sexploitation" que se pasea por los caminos del "mondo" mas infame y el porno-soft más anti-erótico que os podáis imaginar, además, la trama se asemeja bastante a la de cualquier culebrón sudaca ambientándose toda ella en una especie de poblado semi-indígena. Eso sí, a delirante y mala leche no la gana ninguna peli.
Con una factura un poco superior al lo que nos tienen acostumbrados los filipinos, "Silip" empieza fuerte, con un cabrón (el guaperas) dándole un mazazo en la cabeza a una vaca. Por si eso fuera poco, no duda en destripar y decapitar al animal con precisión de cirujano, ante la atenta mirada del espectador y de unos infantes que también tienen lo suyo en la puta peli. Acto seguido, una muchacha de vestido transparente que calma sus calores sexuales en una tinaja con agua, menstrúa en primer plano. Todo ello aderezado con una voz en of en filipino, que vaya usted a saber lo que está diciendo. Más tarde, llega el cabrón que ha matado a la vaca y, tras de darle una buena somanta de hostias a una muchacha, la penetra a cuatro patas. El maltrato a las féminas es una constante.
La película va avanzando entre dialogo y dialogo, folleteo barato y folleteo barato, hasta que llega la siguiente escena delirante, donde a la chica que antes menstruaba, por otro lado maestra de los niños del pueblo, le entra un calentón de tres pares de cojones tras rezar en hermandad a una virgen. Sale de la choza corriendo y se tira al suelo, cachonda perdida, en lo que al principio pensamos es una especie de posesión y los niños salen tras ella, con el fin de calmarle los ardores tirándole tierra en el coño y el resto del cuerpo. Que cosa mas rara, por dios…
Al poblado llega otra chica filipina. Se quiere ventilar al guapo de la película, así que empieza a calentarle, aprovechando que la novia de este duerme en la choza. Consigue follarselo y claro, entre tanto gozo, logran despertar a la novia que, enfurecida, corre hacia ellos. Entre su novio y la amante le dan una paliza, la atan, la amordazan y mientras, se ponen a follar delante de ella. Así narrado no impacta demasiado, pero visto raya bastante.
Entre tanto, la maestra menstruadora calma sus calores frotándose el coño con arroz. El resto del pueblo, se entera de tanto folleteo y claro, no lo aprueban. Un grupo de niños que rula por ahí toda la película, cuenta en sus filas con una cría que, consciente de las calenturas de su maestra, le confiesa que ella también está menstruando y va cachonda perdida. Ambas se sienten muy culpables por ello.
Sigue el folleteo, la violencia y el babosismo, cuando el guapo de la peli consigue poner cachonda a la maestra, y se la folla en una escena en la que el propio actor se pone cachondo y tiene una erección, que no se preocupa de ocultar a la cámara. Son interrumpidos por la niña que ya es mujer, y la maestra, muerta de vergüenza, sale corriendo. A todo esto, la niña se pone cardíaca viendo ese falo tieso y se acerca con aviesas intenciones de agarrárselo al galán (en un plano que roza la pederastia) Este, que aunque se ha puesto las botas con todas las del pueblo, ha dado de hostias y destripado vacas para hacerse el chulo, aun posee algo de moral, aparta a la niña de su nabo tieso con un empujón que la tira terraplén abajo. La niña se golpea la cabeza con un pedrusco y muere. El tipo, horrorizado, coge el cuerpo sin vida y lo arroja al mar, el mismo mar donde la maestra está descubriendo los placeres del lesbianismo con la filipina liberada.
A todo esto, uno de los niños ha visto como el galán se deshacía del cuerpo (todo esto en pelotas) aprovecha para clavarle un machete en la espalda al asesino accidental. Este no duda en coger un hacha y perseguir al niño por la arena de la playa con el fin de descuartizarlo, pero llegan el resto de los niños
 que se lo impiden tirándole tierra a los ojos. Aturdido, el tipo cae al suelo y los niños le sacan el machete de la espalda, para acuchillarlo varias veces, uno por uno, turnándose. En esto que el niño perseguido y testigo de los actos se hace con el hacha y, con todo lujo de detalles, le corta la cabeza en una escena tan bien echa como desagradable de ver. Toma la cabeza y se la muestra a la novia cornuda de este, que en esos momentos pasaba por allí
El resto del pueblo ya está harto de tanto crimen por culpa del folleteo y corren a buscar a la culpable de tanta masacre: la joven filipina que venía de Estados Unidos, con la suerte de que la encuentran haciendo guarrerias con la maestra en la playa… Las cogen, las lapidan, las atan dentro de una choza donde son violadas por TODOS los hombres del poblado y, acto seguido, le prenden fuego, quemándolas vivas. Después se confiesan todos y quedan libres de pecado.
Todo esto en dos horas diez de metraje, que me dejaron anoche un poco de mal rollo, pensativo y con esa extraña sensación que aportan este tipo de películas sin escrúpulos, sin moral y chungas. Y la aguanté en Filipino, sin subtítulos y ni darle ni una vez al "fast forward".
No puedo decir que me haya gustado, pero me alegro de haberla visto. Aunque muchos visionados como este pueden dejarte gilipollas.