
Bastante densa, con un ritmo lento, pero necesario, este thriller psicológico es una de las mejores películas de las que he visto últimamente. Una atmósfera oscura la acompaña desde el principio y es de las que engancha.
Bastante durilla en cuanto a gore, es tremendamente canadiense, y con esto no quiero decir otra cosa que se nota que no es Americana. El sentido del humor, que por hache o por be, está presente prácticamente en todos los productos que contengan sangre, aquí, gracias a dios, no existe, y con eso y la facilidad que tiene el director para hacer que la historia nos interese, convierten a esta película en una experiencia notoria, que si bien el horror de titulo español no aparece por ningún lado, sí que estamos en tensión durante gran parte del visionado.
Se llevó alguno de los premios en el festival de Sitges de 2005.
La recomiendo, sin duda alguna.