martes, 8 de abril de 2008

LOS HIJOS DE LOS MUERTOS VIVIENTES

Esta película, es muy rara...
Comienza muy bien, muy potente, casi como una secuela bastarda de las pelis de Romero (o casi como un plagio...) y esa primera parte, está totalmente impregnada de ese estilo. A mi me recordaba ligeramente a ZOMBI. Los títulos de crédito, anuncian como protagonista a Tom Savini, que también hace las veces de coordinador de especialistas en esta peli, y con el estilo chulesco que le caracteriza en todos los papelitos que hace por ahí, en este primer cuarto de hora, no hace mas que pegar tiros a Zombies. Comienzas a ver la peli, y te quedas totalmente enganchado, y por momentos piensas que estamos ante una gran peli, pero pronto se cargan a Savini, y la historia cambia totalmente.
En el segundo cuarto de la peli, vemos a un puñado de jovencitos que se dirigen en una furgoneta hacia un pueblo, contando historias de un tal Abbot Hayes, un asesino que una vez muerto, no encontraron su cadáver por ningún lado( En la el primer fragmento de la peli, ya se nos deja claro que este hombre está zombificado) y la película pasa a parecer un Slasher, o al menos reúne todos los elementos para serlo. De hecho toda la parte intermedia de la peli, es un Slasher, e incluso cambia el aspecto del Zombie protagonista, llevando unas prótesis que le dan un aspecto mas demoníaco. Y el solito se va cargando al personal, a base de mordiscos. Pero, convierte en zombies a los jovencitos de la furgoneta, y pasa de nuevo a ser una peli mata zombies, pero para cuando eso ocurre, ya estamos hasta los cojones de la peli, que es un puto lio de lo mas tonto.
Y aunque en un principio, esos giros arguméntales, puedan parecer atractivos ( lo serían, si se hubiera encargado del proyecto alguien competente), el director Tor Ramsey ( vaya, un cualquiera...) no se hace con la peli, y acaba rodando una puta mierda como un templo de grande. Eso si, el primer cuarto de hora, funciona perfectamente por si solo, y hubiera sido un corto magistral... pero el resto, es ridículo.
Vean ese cuarto de hora, y luego quiten la película.