Siempre he tendido a desmerecer esta secuela, pero vista recientemente no me queda mas remedio que reivindicarla. Y es que no es tan cojonuda como la primera, pero es muy divertida.
El dato curioso es que en esta entrega Joe Dante se toma todo muy a cachondeo. Me llama la atención que no deja de tirarse puyas a lo larga de la película, tanto sobre ella misma como sobre la anterior. Claro que también eso se puede interpretar como puyas a la crítica o ¡que se yo!.
Lo bueno de "Gremlins 2" es que es una película anárquica, que, aunque sigue un argumento muy simplón, cuando los Gremlins están en cuadro se lo salta a la torera para echar mano de meta-cine o mostrarlos directamente arrasando con el mismo film, como en las populares escenas alternativas, según sea copia de cine o vídeo. Luego, la absurda introducción con el Pato Lucas y Bugs Bunny… ¿a que viene?
Tan autoparódica es que incluso se cachondea de los momentos tristes de la primera parte, como si se renegara un poco de ella. Parece que quieran decirnos entre líneas “Estas pelis son una puta mierda, así que vamos a reírnos de ellas”.
Para la ocasión los "Mogwais" surgidos de "Gizmo" tienen rasgos faciales muy marcados, lo que me parece un error. Pero, por si fuera poco, los Gremlins ingieren toda suerte de productos químicos que los hacen mutar para convertirse en araña, rayo, verduras y murciélago o cobren inteligencia. Tampoco me gusta eso, pues los bichejos ya funcionaban a la perfección cuando fueron concebidos para dar miedo en su primera parte. En esta el propósito es dar risa.
Luego, la película es un jodido anuncio, se hace publicidad de cientos de marcas sin disimularlo siquiera.
Con todo, es muy inusual para lo que Hollywood nos tiene acostumbrados, y es esa actitud de pasarse todo por el forro de los cojones lo que en este visionado me ha hecho llegar a la conclusión de que estamos ante una película muy guapa que va a mil por hora y te ríes lo tuyo.
El dato curioso es que en esta entrega Joe Dante se toma todo muy a cachondeo. Me llama la atención que no deja de tirarse puyas a lo larga de la película, tanto sobre ella misma como sobre la anterior. Claro que también eso se puede interpretar como puyas a la crítica o ¡que se yo!.
Lo bueno de "Gremlins 2" es que es una película anárquica, que, aunque sigue un argumento muy simplón, cuando los Gremlins están en cuadro se lo salta a la torera para echar mano de meta-cine o mostrarlos directamente arrasando con el mismo film, como en las populares escenas alternativas, según sea copia de cine o vídeo. Luego, la absurda introducción con el Pato Lucas y Bugs Bunny… ¿a que viene?
Tan autoparódica es que incluso se cachondea de los momentos tristes de la primera parte, como si se renegara un poco de ella. Parece que quieran decirnos entre líneas “Estas pelis son una puta mierda, así que vamos a reírnos de ellas”.
Para la ocasión los "Mogwais" surgidos de "Gizmo" tienen rasgos faciales muy marcados, lo que me parece un error. Pero, por si fuera poco, los Gremlins ingieren toda suerte de productos químicos que los hacen mutar para convertirse en araña, rayo, verduras y murciélago o cobren inteligencia. Tampoco me gusta eso, pues los bichejos ya funcionaban a la perfección cuando fueron concebidos para dar miedo en su primera parte. En esta el propósito es dar risa.
Luego, la película es un jodido anuncio, se hace publicidad de cientos de marcas sin disimularlo siquiera.
Con todo, es muy inusual para lo que Hollywood nos tiene acostumbrados, y es esa actitud de pasarse todo por el forro de los cojones lo que en este visionado me ha hecho llegar a la conclusión de que estamos ante una película muy guapa que va a mil por hora y te ríes lo tuyo.