viernes, 27 de mayo de 2011

LA GRAN RUTA HACIA CHINA

Por todos es sabido -y si ese no es tu caso, deberías fustigarte- que Tom Selleck iba a ser "Indiana Jones". Y así habría sido si sus obligaciones laborales con la serie "Magnum P.I." no se lo hubiesen impedido. Puedo imaginarme al del mostacho aún a estas alturas de la vida maldiciendo el perder semejante oportunidad. Tal vez por eso aceptara el rol protagonista de "La gran ruta hacia China", para desquitarse. Porque sí, puede que esta peli tenga más clase y calidad que otras imitaciones del hit de Spielberg, pero en esencia no deja de ser eso, un "exploit" más de la moda que entonces imperaba, la del regreso a la gran aventura "clásica". Y si por un lado con "Indiana Jones" esta última palabra debe tomarse un tanto pallá por toda la amalgama de efectos especiales y modernidades de las que hacía gala "En busca del arca perdida" y secuelas, con "La gran ruta hacia China" se trata de algo literal. Digamos que en este film se apuesta por un tono mucho más realista, sin demasiadas estridencias ni salidas de tono... lo que a la larga no le beneficia na de na.
Una rica heredera se entera de que si su desaparecido padre no se presenta en un juzgado en doce días, perderá toda su fortuna. Así que contrata al típico golfo-simpático-aventurero-aviador de turno para ir a por el viejo (¡"En buca del padre perdido"!). Claro que otros elementos querrán impedírselo, dando pie así a una supuesta aventura llena de peligros.
En su época fui al cine a ver "La gran ruta hacia China" acompañado de mi hermano. Y me aburrí soberanamente. Lógico si tenemos en cuenta que, por edad, yo esperaba un espectáculo pirotécnico a lo Spielberg. El caso es que no la había vuelto a ver desde entonces, y ayer pensé "Enga, tal vez el paso de los años y mi madurez contribuyan a que sepa aceptarla y valorarla mejor". ¿Resultado?, ayer me aburrí como una ostra!!!!!!, tanto como cuando era pequeño. Así pues, no se trataba de una apreciación errónea, "La gran CAGARruta hacia China" es un film pesado, carente de garra, de ritmo, es monótono y soso, no vibra, no emociona. Vamos, que su intento de recuperar la aventura pre-Spielberg fue muy loable... pero los tiempos habían cambiado y sufrió las consecuencias.
Para bostezar.