miércoles, 5 de junio de 2013

EL HOMBRE MÁS FUERTE DEL MUNDO

Mr. T ha pasado a la posteridad gracias a su aspecto, su carisma y, sobretodo, por interpretar durante algunos años -cuatro para ser más exactos- a M.A. Barracus en la serie de televisión “El equipo A”. Durante esos cuatro años, pizca más o menos, fue cuando le salió trabajo en el cine y la tele, porque después de su paso por “El equipo A”, su carrera artística se reduce a poco más que cameos y ya de tirón nostálgico. No se ha prodigado mucho, pero, desde luego, es todo un icono de los 80.
De esos fructíferos años, destacó en papeles secundarios en filmes boxísticos como “Rocky III” o “Penitenciaría II”, pero dónde gozaría de papeles protagónicos sería en televisión, ya fuera en series o en telefilmes, como el que nos ocupa, “El hombre más fuerte del mundo”.
Cuenta la historia de Brutus, un hombre de las calles que se gana la vida como portero de discoteca, mientras que su tiempo libre lo dedica a llevar el centro para jóvenes de su barrio, donde hace de monitor de actividades para chavales con problemas. Y ocurre que el ayuntamiento quiere cerrar el centro, a no ser que  se consigan 25.000 dólares al año para su manutención, así que Brutus decide hacer fiestas benéficas y otro tipo de actividades para ver si recauda la pasta, sin ningún éxito.
Al enterarse de que pronto se celebra la competición llamada “El hombre más fuerte del mundo”, que consiste en una especie de gyncana para forzudos, y que el premio es de 25.000 dólares, se inscribe sin dudarlo. De mientras, unos mafiosos intentan trapichear en la competición, gracias a la info que les proporciona un muchacho del centro de jóvenes.
Por aquél entonces, la popularidad de Mister T era exagerada, sobretodo entre el público infantil de clase baja, por lo que se le explotaba como una especie de superhéroe del barrio. Incluso llegó a tener su propia serie de animación, así que no es de extrañar que el público al que va destinado este telefilm sea el infantil.
Aquí ya, Mister “T”, aunque reparte inofensivos mamporros al estilo Terence Hill y Bud Spencer, asegura no estar orgulloso de emplear la violencia y que su prioridad es ayudar a la chavalada, con lo que la conciencia social queda patente. Por otro lado la película nos ofrece lo de siempre. Incluido final feliz. Más original imposible.
No obstante, no deja de ser una cosa muy entretenida, un poco más ligera que los telefilmes de aquella época, que eran soporíferos, y nos damos el placer de ver como protagonista absoluto a Mister T, que es de lo que se trata.
Co-protagonizando el invento, como uno de los jóvenes conflictivos, tenemos a Dennis Dugan, cuya carrera como actor infantil (le pudimos ver en “Aullidos” o “Loca juerga tropical”), evolucionó por otros derroteros, convirtiéndose en director de estudio que en la actualidad se encarga de dirigir casi todos los proyectos de Adam Sandler. Cosas como “Niños grandes” o “Un papá genial”, son obra suya.
En cuanto al director, Dick Lowry, posee en su haber una larga carrera en el ámbito del telefilme. Suyas son cosas como “Alf: La película” o “Los caraduras 3”, conocida por no tener a Burt Reynolds en el reparto, y por ser uno de los desbarajustes más chungos de la historia de las películas malas.
Para despertar la nostalgia, y más si alguien la vio en su momento puesto que estaba disponible en nuestros video-clubs, esta película alcanza y sobra.