A José Luis Garci, le ha pasado siempre eso. Se le supone de
derechas, cosa que a ciencia cierta ni tan siquiera se sabe, y ya solo por eso,
el público “rojeras” le da la espalda. Putos ignorantes.
Incluso, a Garci, en este país le cuesta un huevo hacer cine
– de hecho, anunció que le cuesta tanto que, probablemente, esta sea su última
película-, sus guiones son desestimados por el ministerio de cultura,
simplemente porque no es simpatizante ni del PSOE ni del P.P., y así lo afirmó en
el programa de radio para el que colabora “Cowboys de Medianoche”, cuando
hablaba de llevar este proyecto a cabo y anunciaba que lo más probable, es que
no se rodara nunca.
Finalmente, de aquella manera, lo consiguió.
A mi me la suda a quién vota Garci, o de que partido
político es simpatizante, a mí lo único que me importa es el cine. Y ahí, el
que no reconozca que Garci, de siempre (se trajo un oscar a la escoria España,
y le nominaron más veces) es uno de los mejores directores de cine español, uno
de los que más estilo –propio- tiene, y el
más coherente consigo mismo, es que no tiene ni puta idea de cine, o es
un bocazas, o directamente retrasado.
Y podemos tildar sus películas de cansinas, aburridas,
clasicotas, lentas… de lo que queráis, pero jamás de que sean malas películas.
Al contrario, son películas muy buenas, pero destinadas a un público muy
clásicote. No aptas para todos los públicos, eso si, más de uno se atraganta
con ellas; siendo cine popular, en cierto modo, son anti-populares, pero no por
eso hay que tildarlas de malas.
A todos esos que le critican, me gustaría verles llevando a
cabo una de esas aparatosas películas de época.
Y es que Garci sabe de cine y sabe hacer cine, y eso es
incuestionable. Además, odia el cine español. Puntos a favor, en el factor
simpatía.
Garci, además, tiene la costumbre, bárbara, dicen,
primordial, diría yo, de doblar a sus actores, cuando estos dan el físico, pero
no se les entiende una puta mierda cuando hablan, cosa esta por la que ha
tenido algún que otro problema, con dichos malos actores doblados.
El caso, es que, a su modo, Garci no deja de ser un
“Outsider” haciendo un cine que, en la actualidad, nadie va a ver, solo porque es
de Garci, y que sin embargo rueda infinitamente mejor que cualquiera de los
cineastas de moda españoles, por poner un ejemplo, el repugnante Daniel Sánchez Arévalo. Y solo por eso, y sobretodo,
porque me gusta su cine (incluido el de época, que el único cine de época que
veo, suele ser el de Garci), ya tiene TODO mi respeto. Y no nos olvidemos de
que rodó el binomio de “El Crack”, lo que ya es mucho.
Luego, siendo un director que, en absoluto, siente desprecio
por los géneros, en los albores de los años noventa, se le ocurrió la bonita
idea de traerse a Sherlock Holmes y al Doctor Watson a Madrid, tras la pista
de Jack el destripador, en un proyecto que, por dificultoso, por pago de
derechos y demás, lo más probable es que jamás viese la luz… hasta que,
condenado al fracaso, se llevó a cabo catorce años después, mal estrenándose,
mal promocionándose y acusándosele a Garci de algo que hacen TODAS las
productoras españolas; el auto-comprase localidades de pases inexistentes para
justificar un mínimo de público ante el ministerio. Si lo hizo (que tampoco hay
pruebas), muy mal hecho, pero ¡coño¡ es que solo por ser Garci, la noticia
salió a la luz como si fuese el único productor (que también produce la película
que nos atañe) que hace esa practica fraudulenta, cuando eso, doy fe pues lo se
de primera mano, se lleva haciendo años con todos los bodrios del cine español.
Y es absolutamente deleznable y condenable, pero no exclusividad de Garci, en
el caso de que lo llevara en practica, y a mí, no me consta (si, no obstante,
con la mayoría de películas dirigidas por Gerardo Herrero)
Pero, a la película ¿Qué le pasa? Absolutamente nada. La
película es buena.
La trama es tan sencilla, como que, tras la pista de Jack el
destripador, una serie de asesinatos llevan a Sherlock y Watson hasta Madrid
donde irán investigando mientras se van encontrando con personajes reales de la
farándula Madrileña de 1889 como pueda ser Benito Pérez Galdós, y además, se
nos cuentan las relaciones sentimentales de ambos personajes de ficción, como
novedad añadida.
Todo ello desde un prisma muy Garciano, muy a lo obra
televisiva del rollo “Cañas y barro”, pero con el aliciente de los asesinatos
de Jack el destripador, y con la presencia de nuestros protagonistas Ingleses,
tomando cafeses por ahí en las tascas.
Bien rodado, inmejorablemente ambientado, y eso que por
problemas presupuestarios, los exteriores fuera de Madrid, son solucionados a
base de mostrarnos postales o lienzos pintados a mano, que en absoluto chirrían
por el tono, diría que “Kitsch” de la película, y con un sello Garci totalmente
reconocible, haciendo esas transiciones, fundidos y trasparencias entre escena
y escena, como Garci lleva años haciendo (no en balde, la película también la
ha montado él, y me encanta que en los créditos se deje de modernismos
abominables poniendo “Montaje” en lugar de “Edición”).
Todo en “Holmes & Watson. Madrid days” destila cine,
pese a quien le pese, y como se trata de una película sobre Jack el destripador,
tenemos hasta sus dosis de sangre, las justas, para tampoco escandalizar a su
público potencial, que es de señoras de setenta años.
Así que, si, lenta, densa, larga, pedante… pero en absoluto
aburrida, ni mucho menos cutre y chunga como muchos, no se todavía muy bien por
qué, se empeñaron en hacernos creer, fallidamente. Al contrario, es una
desmesura lo bien solventada, producida, ambientada, fotografiada y filmada que está.
Realista. si Holmes y Watson hubieran existido, y hubieran
visitado Madrid, el ambiente, situaciones, e incluso ellos mismos, serían muy
parecidos a los que Garci nos muestra en esta película.
Siento un tremendo respeto por el cine bien hecho, y esta
película lo está, a parte de parecerme que está entretenida, como al fin de al
cabo todo lo de Garci, cuyo sello, no obstante, es la cadencia lenta, seria, y
como para un publico, muy, muy adulto (viejos, vaya).
Por otro lado, señalar la polémica que levantó el engañoso
trailer, que nos presenta la película como una suerte de "Thriller" de acción
detectivesca, cuando en realidad se trata de una cosa mucho más costumbrista y
a lo Garci. Ese trailer es un absoluto engañabobos. Maravilloso por otro lado,
con esa música de terror sonando mientras vemos escenas punteras de la
película.
Como Sherlock Holmes tenemos a Gary Piquer, habitual en el
cine de géneros interviniendo en películas como “Goma 2” de José Antonio de laLoma, “El niño invisible” con “Bom Bom chip” o “Romasanta” de Paco Plaza. Como
John Watson, tenemos a un actor que a mí no me gusta nada, como es José Luis
García Sánchez. Y todos ellos secundados por actores tales como Carlos
Hipólito, Juan Muñoz (el de Cruz y Raya), Victor Clavijo, Macarena Gómez,
Enrique Villén, Manuela Velasco, Manuel Tejeda…
Si algo se puede decir de negativo a esta película, es lo de
siempre; los actores españoles, que quitando los veteranos, son todos más malos
que la hostia. Y en este “Holmes y Watson. Madrid days”, la cosa no podía ser
menos. Garci lo medio sabe, y a los peores, les dobla.
No la voy a recomendar, porque ustedes, lectores, están
llenos de prejuicios. Yo también, pero defiendo el cine que me gusta.