lunes, 17 de agosto de 2015

BACANALES ROMANAS

Curiosa película que en su momento se clasificó como película “S” cuando en realidad contiene escenas de sexo explícito –protagonizadas por Ajita Wilson en su mayoría, ya sea con hombres y mujeres- y que es un pequeño clásico del sub-género ya que en su momento un modesto éxito la acompañó en las salas.
“Bacanales Romanas” nace como absoluta consecuencia del “Calígula” de Tinto Brass y resulta, al igual que sus películas hermanastras, aquellos pornos ochenteros dirigidos por Jess Franco, un producto simpático y competente, pero cuyo contenido erótico es de lo más sórdido y desasosegante.
Y es que “Bacanales Romanas” es una “Spoof Movie” porno. Ahí es nada. Y entre polvo chapucero y polvo chapucero (con algo tan de los ochenta como son los actores que no consiguen enderezar el miembro), diálogos imposibles, chascarrillos y gags se van sucediendo a un  ritmo de vértigo, llevándose la palma en cuanto a humor, algo tan socorrido como son en las películas de época los anacronismos, viendo como los Romanos contestan al teléfono, por ejemplo, o  una Romana, suplica a un joven que la toque diciéndole “Tócame un poquito” y este, saca una guitarra española y se pone a tocarla. Chorraditas.
Luego, a nivel estético y formal, me llama mucho la atención las escenas porno, bien ambientadas y con música épica, que no pega nada con lo que estamos viendo.
Por otro lado, los diálogos son de los más gracioso, con todos los actores soltando tacos indiscriminadamente y en el tono más castizo posible.
Cuenta la historia de Pijón, un Galo virgen al que todas las Romanas se disputan. Así de sencillo.
Al final, aunque es una película de lo más deleznable, resulta un divertimento de lo más tontorrón, inofensivo a pesar de su sexo explícito y con el que, si, nos podemos echar hasta unas risas.
Dirige el asunto Jacob Most, en realidad Jaime J. Puig, directorcillo artesanal y de tercera regional, que cuando rodaba películas más subidas de tono de lo habitual, se ponía este pseudónimo. Suyas también son “La Selva está loca, loca, loca” (cuyo impagable poster incluimos al final de la reseña) o “Una virgen para Calígula”, así como los guiones de “Andalucía chica” de José Ulloa o “Goma-2” de José Antonio de la Loma.
En el reparto, además de la anteriormente mentada Ajita Wilson, tenemos nombres tan hilarantes como los de King Gomes (en realidad Joaquín Gómez secundario de activa carrera actoral, incluso en nuestros días), Pipper o Red Mills (visto en “Los Violadores"), junto a Raquel Evans, Carla Day o Antonio Maroño.
El éxito de esta, generó una secuela, “Bacanales Romanas, II parte” con muchos actores provenientes del reparto original y en clave más humorística que la que nos ocupa, incluyendo en su reparto actores cómicos como puedan ser Lita Claver “La Maña” o Manolo de Vega,  pero claro ya era 1985, y se pueden imaginar lo que hizo el público de aquél año ante una película como esta: Huir. Y si la primera fue un sonoro éxito, la segunda hay quien afirma que ni existe. Si que existe y si la localizo daré buena cuenta de ella aquí.
Por lo demás, esta es bastante curiosa.

cortesia de Alex Gardés