lunes, 3 de agosto de 2015

PSICOSIS EN MIS SÚPER DULCES 16

Puesto que dentro de la variada gama de colores que pueblan la paleta del horror USA (ele ahí el arte!!) de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el hacer películas inspiradas en reality shows de las distintas cadenas de televisión, varias son ya las que explotan este filón que, por el motivo que sea, revientan las audiencias de la televisión por cable o la venta directa de DVD. “Jersey Shore Massacre”, sería un buen ejemplo de esto que digo.
Pero parece mentira que el más repugnante de los realytis, el más infame de cuantos asoman en morro por la pantalla de plasma, pueda inspirar una serie de películas más o menos dignas, que además, podemos decir que son pioneras en algo. Estamos ante un nuevo sub-género: El “Slasher para niñas”.
La premisa del programa de televisión en el cual se inspira es sencilla; las cámaras de televisión registran como serían la fiestas de 16 años de  una serie de niñas pijas de padre ricos que reciben grandes regalos y se cogen incomprensibles rabietas cuando reciben un pedazo de Lanborgini en lugar del deseado Porche. Un programa que causa vergüenza ajena y grima a partes iguales, a la vez que al espectador le entran ganas de reventarle la cabeza a la niña pija de turno.
Pues basándose en esto, la cadena que emite el programa, la Mtv, se saca de la manga este gran Spot (porque al final estas películas son grandes anuncios que publicitan sus programas, que son los que les hacen generar pasta), “Slasher” juvenil para niñas, que con guiños a “Carrie”, contra pronostico, resulta no estar ni tan mal.
En una pista de patinaje para pijos, un niño celebra su cumple. Un tipo vestido con disfraz medieval, como animador de fiestas, le lleva una tarta. El niño pijo se la tira al suelo, le golpea y le humilla ante la mirada de los invitados, entre los cuales se encuentra la hija de este señor, que presencia como, hacha en ristre, se carga a una serie de chavales ante sus ojos.
Pasan los años, y esta chica es tutelada por su tía. Y mientras coquetea y se enamora del guapo de la clase, la exnovia de este va a cumplir 16 años y lo va a celebrar en la pista de patinaje donde años atrás se cometió la matanza, lo que originará que los asesinatos vuelvan a sucederse. Mientras, tomamos asco a la niña pija y empatizamos con la hija del asesino.
Quizás porque le di al play sin más expectativas que la de quitarla al cuarto de hora, esta película para adolescentes femeninas me ha resultado incluso entretenida y aunque se nutre de todos lo clichés habidos y por haber dentro del “Slasher” noventero –al que, en el fondo, esta película rinde tributo en la década en la cual nos encontramos- y abusa de la estética entre videoclipera y recargada de los “Slashers” posmodernos, al final  seguimos la tonta y edulcorada historia con interés. Porque ñoña es la película en todo su esplendor, sin embargo, paradójicamente, las escenas de asesinato y acuchillamiento son bastante brutales -tenemos hasta una gráfica y efectiva decapitación- quedando una cosa de contrastes que, como ya les he dicho, no está ni tan mal. Es más podemos decir que está medio bien.
Así, tenemos un telefilm de lo más correcto técnicamente que no aburre, y sin ser una cosa en absoluto para tirar cohetes, se deja ver sin ningún tipo de problemas… y eso que el público destinado es el de niñas de entre 12 y 18 años, publico este entre el cual la peli arrasó, lo que generó dos secuelas, que mucho se tiene que torcer la cosa para que yo no acabe dando cuenta de ellas aquí.
Dirige la cosa un tal Jacob Gentri, que además de esta trilogía, ha dirigido un par de productos de similares características.