lunes, 19 de septiembre de 2016

INTERSTELLA 5555

Daft Punk es esa banda de música electrónica formada por dos productores musicales, que se ponen cascos y simulan ser robots. Son algo rarito, son franceses también pero a mí su música me gusta. A finales de 2003 produjeron una película de animación japonesa cuya banda sonora era su disco “Discovery”, puesto desde el principio hasta el final. Cada canción acompaña distintas escenas del argumento, no cuenta con diálogos y los efectos sonoros son los mínimos posibles, para dejar que la música sea la que mueva todo lo que se ve en la pantalla.

La historia empieza acompañada de la primera canción del disco, “One More Time”,  vemos a una raza alienígena de piel azul que contempla al unisonó el concierto de una famosa banda de música. En pleno concierto unos soldados interrumpen llevándose secuestrada a la banda. Dan la alarma y la nave más cercana (que curiosamente tienen forma de guitara eléctrica) esta tripulada por un fan de la banda y enamorado de la bajista, en cuanto se entera de lo ocurrido acude al rescate. Persiguiendo a los captores atraviesan un agujero de gusano y llegan a la Tierra. La cabeza pensante tras el secuestro es un importante productor musical que roba la memorias de los alienígenas, les cambia el color de la piel y del pelo para pasar por humanos y los controla mentalmente para que toquen y  lleguen a ser el numero uno de las listas. La banda con el cerebro lavado acaba resintiéndose a una vida de fama y trabajo duro.  Ahora el fan extraterrestre que acudió al rescate intentara por todos sus medios salvar a su enamorada y al resto de la banda. 

El aspecto visual de la película bebe mucho de series como Capitan Harlock, no obstante su creador Reiji Matsumoto está metido en la producción. La animación es correcta, no es ningún derroche, pero pasable para lo que estamos viendo y sobre todo escuchando.

Vista la película no sabes si Daft Punk está lanzando uno de los dardos envenenados  más caros jamás lanzados a un enemigo/productor musical, o quejándose de la presión de ser Daft Punk, amargándose por su fama y asqueados de su dinero (ey, pues que me lo den a mí que me hace falta) o que la música y el amor lo puede y lo mueve todo, o vaya usted a saber que.

Animación japonesa con gusto de ciencia ficción retrofururista, que en su recta final coge un poquito del género de espada y brujería. Como nota curiosa, hay un cameo del dúo francés en la película, en la escena de la entrega de premios. Decir también de la película que vale tanto para que la veas en casa acompañados de tus hijos pequeños, como para que la proyecten en la pantalla de la discoteca donde más pastillas se consuman del país.

Está bien escuchar un disco de esta manera, lo haría más.