Se quejaba, Octavia Spencer, de su condición de actriz negra
con un marcado físico y de lo mucho que esto condicionaba su carrera, quedando
condenada a hacer películas de época en las que interpretase a la criada negra.
Y se quejaba, precisamente, a su amigo el director Tate Taylor que,
paradójicamente, le había dado su papel más celebrado en una película sobre
criadas negras, esto es, “Criadas y señoras”. Taylor por otro lado,
acostumbrado también a un tipo de cine blanco con películas de criadas negras en
su currículum, o el bipic de James Brown, “I Feel Good: La historia de James
Brown”, protestaba también del tipo de películas que se le encomendaban, y que
tenía ganas de realizar algo sórdido.
Las quejas de ambos llegaron al despacho de Jason Blum que,
en su constante búsqueda de argumentos de terror que financiar bajo su rentable
compañía Blumhouse, recién había comprado un guión del guionista televisivo
Scotty Landes, sobre una cincuentona que emborrachaba adolescentes en su sótano
para luego darles matarile. Una historia
sobre una señora blanca muy hija de puta.
Taylor se interesó por el guion, le comentó la posibilidad
de hacer la película a la Spencer y esta, excitada por hacer algo diferente,
aceptó el papel sin leer siquiera el guion. Jason Blum dio luz verde a “El
sótano de Ma” con un presupuesto reducido de unos 5 millones de dólares.
Sin embargo, las quejas del director y la actriz quedaron en
saco roto cuando, paradójicamente, edulcoraron el guion. Efectivamente, la
protagonista ahora era negra, pero mientras que en el papel esta hacía la vida
imposible a los adolescentes por pura maldad, Taylor añadió una serie de
flashbacks en los que vemos el pasado del personaje de Octavia Spencer, Ma, que
resulta ser una víctima del buying más feroz, emparentando así el argumento con
el de “Carrie”, y que su público potencial, el adolescente “Millenial”,
empatice con el personaje de Octavia Spencer y justifique sus crímenes. Vamos,
que el propio Tate Taylor se carga la esencia de aquello sórdido que quería hacer.
Lo cierto es que al cine de terror actual le viene muy mal
esa estética de la alta definición, el aspecto de los adolescentes del nuevo
milenio y la idiosincrasia del cine actual, porque aunque la historia de “El
sótano de Ma” daría para algo verdaderamente inquietante, las maneras de hacer
actuales anulan por decreto que eso se de en pantalla. Entonces, da igual que
Octavia Spencer cosa la boca a una muchacha con hilo y aguja… todo está
fotografiado de manera tan aséptica, que no provoca ni la más mínima sensación
al espectador. No creo que podamos catalogar esta película de cine de terror
siquiera. Y es una pena, porque es un guion muy de los setenta que en manos
menos “mainstream”, puede que hubiera estado muy, pero que muy bien… pero
claro, igual no habría sido tan rentable como lo ha sido esta que ha recaudado
más de sesenta millones en todo el mundo. En España la han visto 200.000
espectadores.
Pero siendo justos, y en contraposición a la incapacidad por
parte del equipo de crear algo sórdido, diré
que “El sótano de Ma” es una buena película, entretenida y dinámica, y
con momentos que, metidos en harina, pueden incluso hacernos entrar en
situación. Vamos, que no te aburres, ni estás deseando de quitar la película
como sucede en la mayoría del cine de
terror actual. La película se ve y se disfruta perfectamente.
Los adolescentes, hostiables. Octavia Spencer, está
hostiable también. Pero porque su personaje es hostiable, así que, sí, ella
está muy bien.