miércoles, 9 de septiembre de 2009

EL MORADOR DE LAS TINIEBLAS

Prototípica producción "Empire" (es decir, Charles Band) de finales de los 80, justo cuando la mítica compañía comenzaba a derrumbarse (bueno, según he leído fue justo al año siguiente). ¿Tuvo algo que ver eso con el hecho de que "El morador de las tinieblas" (el título original es igual de guapo, "Cellar Dweller") sea... lo que es?... ¡no!, se trata de una característica común a la mayoría de productos de la casa.
Y cuando dices "lo que es", ¿a que te refieres?. Bien, "El morador..." no es una basura total y completa, tiene su gracia, aunque limitada y, probablemente, solo detectable por fans del cine de horror dispuestos a todo con tal de ver monstruos, hachas y sangre, aunque tampoco sea mucha (como yo, mismamente). De hecho, la recordaba peor y estaba tan dispuesto a sufrirla que, tras los agradecidos 70 escasos minutos que dura, pensé: "Coño (ya saben que yo pienso mucho en eso), pues no es tan horrible"... aunque nunca se la recomendaría a mi abuelo (si lo tuviera).

Un dibujante de comics muy E.C. (interpretado fugazmente por Jeffrey Combs) utiliza un libro de magia negra para los guiones de sus tebeos protagonizados por el monstruo de turno. Naturalmente ello hace que este se materialice en carne, hueso y pelo y arrase con todo. Unos años después, una chica muy mona, pero muy sosa, se emperra en retomar la obra del dibujero y, claro, revive a la criatura, que hará estragos en una comunidad de artistas.

Como suele pasar en este tipo de films, el modo en que el proceso creativo de un comic es trasladado a la pantalla resulta del todo absurdo. La chica (ya cuesta creerse que una tipa así, tan chic ella, aspire a hacer tebeos) tiene un estilo muy curioso, a ratos parecen los monigotes de un niño de 12 años, y a ratos Wally Wood estaría orgulloso. Además, la muy zángana es capaz de currarse una página entera, con sus viñetas rectas y sus distintas tonalidades de gris, usando un único rotulador, sin lápiz previo. ¡Menudo genio!.
En el lado netamente positivo, tenemos el modo en el que se ríen de los típicos artistas pretenciosos y pedantes. Todo ello se lo debemos al guionista, que no es otro que Don Mancini, el padre de "Chucky" oculto tras un oportuno alias (Kit Du Bois) y que califica a "Cellar Dweller" en entrevistas recientes de "pedazo de mierda". Perdona chato, pero si lo es, en parte es culpa tuya.
El director no es otro que el legendario John Carl Buechler, creador de bichos de látex tan cutres como encantadores (y característicos, ahí están los "Ghoulies" de ejemplo) y eventual director de películas con mala fama, tipo "Troll" o la séptima entrega de "Viernes 13". El reparto también resulta curioso, Jeffrey Combs a un lado, destacan Yvonne de Carlo (la mamá de la familia "Munster") y Brian Robbins (quien tendría más suerte como productor ejecutivo de "Smallville").

Resumiendo, que "El morador de las tinieblas" resulta torpe, tonta y tosca, pero con la actitud correcta, puede ser hasta entretenida.