lunes, 21 de junio de 2010

SEXO, MENTIRAS Y HOLLYWOOD

Por lo visto el señor Peter Biskind sigue en su cruzada personal por evitar que las nuevas generaciones se dediquen a esto del cine. Basta con leer uno de sus tochos y se te quitan las ganas. En el caso ANTERIOR, el periodista retrataba a fondo, detalladamente y sin concesiones, la generación que en los 70 cambió la meca del cine. Ahora, con "Sexo, mentiras y Hollywood", se curra una especie de secuela centrada en el boom que el cine independiente vivió en los horribles y abominables años 90 (saltándose los 80 en cuatro párrafos). De cuando esa clase de pelis, hasta entonces casi marginales, comenzaron a dar dinero, a convertir a sus creadores en estrellas, etc, etc... y todo ello gracias a "Miramax", empresa que, esencialmente, es la columna vertebral del libro. Este se inicia con su creación y se cierra con su decadencia. De por medio, pues lo inevitable: Quentin Tarantino, Kevin Smith, Steven Soderbergh, Todd Solondz, Robert Rodriguez, Todd Haynes, etc, etc... la créme de la créme del cine indie, sus virtudes y sus trapos sucios, que no son pocos.
Como ocurría en "Moteros tranquilos, toros salvajes", nos damos de bruces con una industria (la del cine, y especialmente la del cine supuestamente independiente) plagada de gentuza, putadas a tutiplen, broncas, traiciones, depresiones, batallas, zancadillas, en fin, un auténtico culebrón en el que a penas queda resquicio para las historias con final feliz.
A mi este segundo tocho me ha llegado más ya que, lógicamente, habla de pelis y directores que conozco bien y de fenómenos que, me guste o no (como el de "Pulp Fiction"), viví en directo en su momento. Todo me ha resultado más próximo y lo he gozado plenamente, salvo cuando se sube por las ramas a parlotear sobre conflictos internos de empresa. La lectura es bastante amena, engancha tanto como el otro (siempre estás deseando saber más y peor) y... bueno, no podría decir nada malo de un libro en el que se cita a "The Evil Dead" como una de las mejores pelis de su época. Ahí la has dao, Peter!.
Lectura recomendada.