jueves, 21 de octubre de 2010

HARDWARE, PROGRAMADO PARA MATAR

La Terminator de los 90 dicen, si claaaaro. Es una pena porque el argumento podría haber dado de si, pero Richard Stanley, el director, no ha sabido aprovechar lo que tenia entre manos, que tampoco es que fuera la repanocha, y tuvo que echar mano de trucos cutres como cámaras lentas o escenas en las que no pasa absolutamente nada, para alargar la duración hasta los 90 minutos. Y lo dicho, es una pena porque en la película hay cameos de músicos bastante conocidos como Iggy Pop haciendo de un locutor de radio, Carl McCoy cantante de Fields of the Nephilim y Lemmi de Motorhead, además tiene un robot asesino, joder tendría que haber sido un éxito, pero no. Y eso que la película gano un premio a mejores efectos especiales y otro al director, incluso fue nominada en Sitges a mejor película, no gano, claro.

En un futuro próximo, el holocausto nuclear ha devastado ciudades enteras convirtiéndolas en desiertos, y las que han salido adelante son nidos de ratas y periódicos viejos por las calles. Aun así el gobierno sigue funcionando. La chatarra es la forma de vida de mucha gente, y nuestro protagonista es uno de esos chatarreros. Haciendo un trato con un desconocido, compra los restos de lo que cree es un robot de mantenimiento, el lo quiere para regalárselo a su novia escultora. Mos (el prota, Dylan McDermott) vuelve a la ciudad para entregarle su regalo a la novia, y descubrimos que esta esta medio loca, vive encerrada en su piso y tiene pánico a la radiación. Aunque no lo explican en la película, se la ve deprimida, y en una conversión con Mos y cuando este coge una foto de una niña, sospechamos que tuvieron una hija que falleció, pero solo se supone, ya que no lo dicen. La cuestión, la tia coge la cabeza del robot, le pinta una bandera de los EEUU y la coloca junto a sus obras de arte. Lo que nadie sabe (aun) es que ese robot es una maquina de matar que se puede autorreparar. Así que cuando Mos es avisado por su contacto chatarrero y acude a reunirse con el, el robot toma vida e intentara arrancar la de la escultura, que como vive encerrada, y su ordenador esta controlado por el robot, no puede salir.

Cuando la comparan con Terminator no creo que sea solo por el robot (que se le parece en cero coma) sino por un par de similitudes que no puedo desvelar porque fastidiaría la película al que no la haya visto, pero vamos que si hay curiosidad, la veis y luego en comentarios hablamos de estas similitudes. Aunque aviso, se hace larga porque realmente la historia daba para unos 60 minutos escasos, pero se alarga con las escenas del amigo drogata de Mos y lo dicho, alguna cámara lenta y mucho plano contemplativo que no viene a cuento. Puede que lo mejor de la peli sea el pervertido que espia a la chica desde el edifico de enfrente, y sale poco. Yo me aburrí y eso que todo lo post-apocalíptico me encanta. Vosotros mismos.