Producción amateur del Uruguay, de aquellas que por extraños motivos gozan de distribución videográfica, y que cumple con todos los clichés del “Cine guay” que realizan aquellos que en realidad no tienen ni idea de cine, es decir, producto mini–DV hecho por individuos flequillosos y con camisetas a rayas.
Un chaval, vive traumatizado con la presencia de un muñeco de acción que cobró vida hace años, y que no le deja en paz desde que era niño. Da igual la manera de la que intente deshacerse de el, este siempre vuelve. En una extraña reunión de imbeciles, el muñeco dará cuenta de estos.
En principio, esta peli tenía todas las de que a mí me entusiasmase, por varios factores; la precariedad con la que se filmó, la temática (soy un gran fan de las pelis de muñecajos asesinos), la nacionalidad… vamos que se me hacía la boca agua solo de pensar en ella. Una vez puesta en mi reproductor, la película me cae gorda desde los títulos de crédito iniciales, por culpa de un estúpido gag en los títulos de crédito, en el que aseguran que la película no ha recibido el apoyo ni de Nintendo, ni de coca-cola, ni de otras famosas empresas, que suelen promocionar cosas de estas. Un chiste tonto, muy de universitario, que ya manipula mi juicio hacia la peli. Muy curiosa tiene que ser para que yo no me la cargue. Pero no. Es una peli realizada por, y para gilipollas de aquellos que, seguro, se hacen pajas como monos viendo MACHETE.
Montada al estilo video-clip, con tropecientos planos metidos a toda velocidad, (La topica influencia Guy Ritchie) se nos presenta a una serie de personajes, que en un intento de hacerles parecer “cool” (La típica influencia Tarantino) acaban pareciendo patéticos. A eso añádanle el montón de elementos “retro-ochenteros” con los que se les adorna, vease, juegan a la Nintendo 8-bits, usan gafas 3-D de aquellas bi-color, el logotipo de LOS CAZAFANTASMAS, el poster de Indiana Jones… todo lo posible para que se vea lo guays y post-modernos que son, a pesar de que por edad, estos LOS CAZAFANTASMAS o Indiana, los han visto por primera vez, ya en DVD.
El responsable de esto, Maximiliano Contenti, está mas preocupado por mostrarnos todos esos elementos ochenteros, por montar ese material de manera dinamica y por dotar el resultado de un aspecto “cool”, que por ofrecernos una película minimamente divertida, parece que los elementos secundarios de la misma, sean mas importantes incluso, que el chabacano muñeco del que se sirve en el título, que al final es una excusa para filmar su vieja Nintendo y quedar como el mas “retro-chachi-guay” de la “Uni”, y la verdad, a mí todo eso de da asco y me ofende profundamente. Y lo peor, es que Contenti, ni siquiera es consciente de lo repugnante que es su película.
Y el colmo de la cara dura: Al final de la película, hay un edificio que explota, y que, cutre o no, contiene una explosión generada de manera infográfica. Esto desemboca en que para emular el edificio derruido, se vayan a grabar a un lodazal que da el pego perfectamente. Algo premeditado y que necesita una preparación. Ya solo la infografía, requiere de una planificación, por mínima que esta sea. Bien, pues tienen la poca vergüenza de poner en los títulos de crédito, que la película ha sido totalmente improvisada. Este mentecato, no ha improvisado en la vida ni a la hora de hacerse pajas. ¿Qué entenderán por improvisación algunos?
Para mas tontera, otro clásico: el de poner chorradas en los títulos de crédito finales y hacerlos largísimos, con el típico “Si has llegado hasta aquí, te mereces un premio”, y chorradas de esas. Eso lo he hecho hasta yo. Así que ustedes juzguen.
En fin, una porquería que me a ofendido. Así que ahora, ofendo con esta reseña al tal Maxi.
¡Ah! y encima, es horrorosamente aburrida.