Youichi Yamashita vive en Tokio y desde hace 15 años no ha vuelto a su pueblo natal. Nada mas empezar la historia recibe la llamada de su hermana mayor comunicándole el fallecimiento de su padre. Youchi no tenia un gran afecto por su progenitor, debido a que cuando el era pequeño su madre les abandono, echándole Youchi toda la culpa a su padre. El viaje que inicia para el velatorio y posterior entierro de su padre, no solo sera físico, sino que gracias a las historias de sus familiares y a sus propios recuerdos, Youichi comprenderá la dura situación que paso su padre. Acabara por descubrir que no todos sus recuerdos eran exactos, que su padre jamas dejo de quererlo y lo que es peor, se dará cuenta que fue muy injusto con quien siempre quiso lo mejor para el, aunque ello significara perder un hijo.
La historia, tremendamente emotiva, hace que reflexionemos sobre la relación que cada uno tenemos con nuestros padres. Nos toca la fibra al saber que el día que alguno de estos fallezca siempre habrá algo que se nos quedara en el tintero, que les querríamos haber dicho o preguntado. Una sencilla historia familiar que se adapta a cualquier país, religión o raza, y es que inexorablemente todo moriremos algún día, y nuestros padres también, por mucho que nos duela es ley de vida. Por su aspecto sentimental, no es un manga para todo el mundo, pero todo el mundo debería de leerlo.