
En esta ocasión, Edgar Frog, pasa de ser un secundario a ser el protagonista, no ya de la película, si no de la saga, la cual queda abierta, y con la intención de introducir mas monstruos, no solo vampiros.
Un vampiro Alpha, está en Ibiza organizando “Raves” y drogando a todo el personal. Pronto se descubre que no es droga lo que les da, si no su propia sangre, por lo que todo aquél que la pruebe acabará convertido en vampiro. El plan de este, es tener un ejército mundial de Vampiros. La próxima “Rave” se celebra en California, por lo que alguien, intentará contratar los servicios de caza vampiros de Edgar Frog, ya retirado porque su hermano es medio vampiro.
Lo bueno, es que tras muchos telefilmes de medio pelo, tras verle hacer el absoluto subnormal en producciones de la Troma, o tras un intento fallido (y español) por recuperarle en THE BIRTHDAY, esta es verdaderamente la recuperación de Corey Feldman. Cuando hablo de recuperación verdadera, me refiero a que, obviamente desenganchado de sus hábitos, se le vuelve a dar un papel relevante como protagonista, aunque sea en el mercado del vídeo, que por otro lado es el publico que realmente necesita a Feldman… los de las platéas han cubierto sus necesidades nostálgicas con Jason Bateman en roles mas o menos serios y/o respetables, ahora los del video-club, tenemos de nuevo y en condiciones a Corey Feldman.
Los elementos auto-parodicos tan exagerados del personaje que la segunda película nos mostraba, en esta desaparecen, dentro de un orden, pues al fin de al cabo, no deja de ser una secuela auto-parodica. Y además, Feldman, sacará tajada de los beneficios, pues también ejerce de productor ejecutivo.
A nivel gore, la cosa decae notablemente a favor de una espectacularidad y un ritmo muy superiores a JOVENES OCULTOS 2, pero sobretodo, la película destaca por que se centra en lo único que marcó huella en la primera JOVENES OCULTOS: el ver a los Hermanos Frog, veinticinco años después, matando vampiros. Por lo demás, muy correctita.
En las labores de dirección, desconozco por qué pero tenemos al director y guionista Italiano Dario Piana, con solo tres títulos en su filmografía, incluido este.