
Un grupo de psicópatas están tan hartos del sistema que deciden emprenderla a tiros y violencia desatada con las pobres gentes inocentes de la calle. En eso que una moza de lo más atractiva presencia uno de los crímenes, lo que la convierte en blanco de interés de los malos. ¿Y qué hace la policía?, pues encargar al duro durísimo Malone la protección de la muchacha, aún a sabiendas que este prefiere disparar antes que preguntar... o que cagar... o que dormir.
Que sí, que es igualita que "Cobra" (o, bueno, ¿que la famosa novela que la inspiró, "Fair Game"?). Empiezan igual, con el héroe acudiendo a salvar unos rehenes por la línea burra. El malo, en su afán por parecerse a Brian Thompson, y gracias a su vestimenta, termina siendo una imitación precaria de "Terminator". La chica prota, en "Cobra" modelo, aquí pasa al otro lado de la cámara, vamos, que es fotógrafa. En cierto momento, el asesino se tiñe el pelo a lo rudimentario para no ser descubierto. Si en la de Cosmatos era para colarse en el hospital donde está ingresada la testigo, en "Black Cobra" es por otros fines... aunque, claro, también tenemos escena de hospital. Joder, si hasta en la jugada sale perjudicado el amigo Callahan, a quien Malone/Williamson le roba la famosa tonadilla del "Sé lo que estás pensando...", aunque con mucha menos gracia, claro.
Por lo demás, pues algunas caras conocidas del exploit italiano (la morbosa Sabrina Siani), música electrónica tan cutre como efectiva, muchos zooms, el aceitoso objetivo de la cámara y en fin, un ritmo tirando a farragoso. Solo los italianos son capaces de producir películas de acción con tiros, sangre y explosiones y lograr que les salgan más chapa que la peor muestra de cine de vanguardia. Increíble.
A pesar de todo, la jugada salió bien, pues "Black Cobra" esputó tres secuelas más, dos dirigidas por Edoardo Margheriti, hijo de Antonio, ("Black Cobra 2 y 3") y una cuarta ("Detective Malone") con el sello Umberto Lenzi y parida a base de material rechazado de las pelis anteriores ya que, por lo que dicen en Imdb, el bueno de Fred Williamson ya no tenía ganas de hacer más. ¡Lógico!.