martes, 9 de agosto de 2011

LOS PAJARITOS

Soy fan de las películas para lucimiento de artistas de la canción infantil, y sobretodo, soy fan de Javier Aguirre, ya sea como director popular, o como director vanguardista. Así que si les digo que llevaba tiempo detrás de ver LOS PAJARITOS, deberían creerme.
La película cuenta, cómo una acordeonista ambulante al borde de la pobreza mas absoluta, hace amistad con una niña, un mono y un viejo piojoso, que no tienen ni donde caerse muertos. La idea, es unirse para hacer un tour por los pueblos de España, y acabar actuando en el circo mundial. Por el camino, situaciones más o menos graciosas se sucederán, hasta que empiezan los conflictos, cuando llegados al circo, este resulta que va a ser embargado.
Por lo general, los artistas infantiles de los 80, suelen ser de corte rancio vistos en la lejanía; Pero si hay una artista rancia (más incluso que Teresa Rabal), chusca y que represente los pueblos de España, esa es, sin duda, María Jesús y su acordeón. Yo en mi niñez era fan de prácticamente todos los artistas infantiles, pero de María Jesús, no tenía ni un puto disco, ni había visto la peli hasta anoche. Y es que ¿Dónde está el talento de esta acordeonista? Ni toca mejor ni peor que cualquier otro, ni es guapa, ni tiene nada especial… además, tras ver la película, resulta ser una actriz pésima. Pero en este país de paletos, el horroroso tema de “los pajaritos” caló hondo en las audiencias. De hecho, las orquestas de los pueblos, a día de hoy, siguen tocando tan infame pieza. Pero para que vean: “Los pajaritos”, ni siquiera es una obra original, se trata de una vieja canción caucasiana adaptada para los paletos que lo fliparon con la del acordeón en los 80.
Teniendo en cuenta lo rancio de la presencia de María Jesús, hay que romper una lanza a favor de Javier Aguirre, porque lo cierto es que la película es cojonuda. Sin amedrentarse ante la sosainas de la protagonista, que aunque siempre presente, la aparta a un segundo plano en el argumento, Aguirre construye una tragicomedia llena de ritmo, gags visuales, y secundarios que roban la película (en este caso la pareja formada por Alfonso del Real y Marisa Porcel, sosías de los Ricardo Merino y Paco Camoiras de las pelis de Parchís), dosificando los numeritos de acordeón, dando mas texto a Antonio Garisa (el viejo piojoso) y protagonismo al mono, y reservando el tema de “Los pajaritos” para el final apoteósico.
¿El montaje? Agilísimo, de lo mejorcito en este tipo de películas.
Aunque Aguirre, querido, eres un poquito cabrón. En ROCKY CARAMBOLA, en la que salía un bebé chimpancé, ya te pasaste tres pueblos en la escena del lavabo en la que homenajeas a los hermanos Marx, lanzando al mono de mano en mano, y luego contra la cámara. Aquí, metes a un mono tití en un traje de astronauta y lo clavas a la pared (clava la ropa, se entiende…), para hacer creer a Alfonso del Real, que es un extraterrestre… ¿Qué necesidad hay? ¿Qué tienes en contra de los primates?
Por lo demás, muy entretenida y recomendable. Le ha sacado partido a la basura que tenía para explotar.