miércoles, 27 de noviembre de 2013

AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (37): TATIANA JONES, LA PRIMA MANGUI DE INDIANA



Semejante caratula me ha llevado de cabeza lo últimos meses. Quería analizarla en nuestra querida sección dedicada al caratuleo chungo, pero no sabía por dónde comenzar. No bastaba con comentar el origen real y legítimo de las imágenes que luce, tenía que ir más allá, tenía que... en fin, ver la puta película. Ante la duda de no saber si iba a lograrlo, la dejé aparcada junto a un puñado de tantas otras que tengo en stand by, a la espera de poder arrojar luz sobre ellas.
Pues suerte que lo hice, porque, por avatares del destino, se me presentó la ocasión de poder disponer de una copia de "Tatiana Jones" en su formato VHS, gracias a la generosidad de nuestro viejo amigo Enorm. De hecho, mientras tecleo esto la tengo puesta en el vídeo y lo estoy flipando mucho. Pero antes de desvelar qué se esconde tras tan enigmático producto, estudiemos un poco la fantabulosa caratula, una obra maestra del recorta y pega. Y del morrazo.
¿Y qué tenemos aquí?, pues esto...

A Alan Rickman amenazando con una pistola a Bonnie Bedelia. Él interpreta al villano y ella a la esposa del héroe. Y resulta que este no es otro que "John McClane", es decir, Bruce Willis. Y la película, obvio, "Jungla de cristal", la buena, la primera.
Siguiente...



Podríamos pensar que la distribuidora "A.V.O." (¿?) intenta hacernos creer que Alan Rickman y Bonnie Bedelia actúan en "Tatiana Jones", pero no, estoy seguro de que el pazguato que diseñó la caratula con la tijeras y el pegamento de barra ni les conocía. Sin embargo, no me creo que no supiera quien es Jackie Chan que, como ven, sale en esta foto en pleno ataque de adrenalina.
Otra...

Alan Rickman, Bonnie Bedelia, Jackie Chan y ahora, la maciza Sybil Danning posando en plan modelo con la pistola de "V". Esta foto la tenía vista de las páginas de un "L´Ecran Fantastique", en un artículo dedicado a, cómo no, las "Scream Queens".
El resto de imágenes no las sitúo. La del coro de mozas me suena a biopic de la "Ronettes" o algo por el estilo.


Y ahora vayamos a por la película en si misma.
El título, de ultra-evidente procedencia e intención, es lo más desvergonzado de todo el pitote, porque, sí queridos, NADA tiene que ver con la obra que contiene tan misteriosa cinta, pero es que NADA DE NADA. Intentan argumentar la trola con una imagen de una mano sujetando un revólver (sin duda, extraído de otra caratula que, al menos hasta hoy, no he podido bautizar) y, cómo no, con esa tipa "vestida" en plan futurista (ojo al arma láser que sujeta), puro reclamo pa salidos pero que, esta sí, no desentona tanto con lo que veremos.
Resumiendo, que nos venden "Tatiana Jones" como una de acción y aventuras, con suspense y tal... y si no, lean atentamente la sinopsis de la parte trasera...

Pues sí, pero no.
Sí hay un periodista haciendo un reportaje, pero no del mundo del espectáculo en general, sino de un local en concreto, el "Crazy Horse" de Paris que aún anda activo a día de hoy. Naturalmente olvídense de aventuras, amor, celos y pasiones... y mucho más de disparos y suspense. "Tatiana Jones" es el título español (se trata del único país donde se desviaron tanto del original, es lo que tiene disponer de una cultura basada en el engaño y la estafa) de "Crazy Horse de Paris", dirigida, escrita y más o menos protagonizada el año 1977 por Alain Bernardin (no sabemo quién demonios es ese P.Navarre, que ni aparece en los créditos iniciales). Y resulta que el tal Bernardin (que se suicidó en 1994) era el dueño y fundador del mentado "Crazy Horse", famoso cabaret de alto standing especializado en números de vedettes bailando y enseñando las tetas. A veces aparece por el escenario algún humorista o ventríluoco, pero sin hacer demasiado ruido. Vamos, que eso de "un director de cine decide investigar...." es otra puñetera falacia.
Y no, "Tatiana Jones"/"Crazy Horse de Paris" no es como "Showgirls", en realidad se trata de algo parecido a un documental... pero tampoco, porque todo lo que vemos en el es pura recreación, así que lo dejaremos en docu-ficción o, más sencillo aún, panfleto propagandístico para el puñetero local, una promo muy larga, como esas grabadas en vídeo que se producían en nuestro país sobre populares espectáculos teatrales. El hilo conductor es un especie de periodista Escocés muy poco agraciado que asiste al show, se empapa de ver tetas (y nosotros con él) y al final termina la mar de contento y feliz por lo presenciado. Justamente, lo opuesto a nosotros.
Que fascinante y, a la par, decepcionante, ¿verdad?.