domingo, 22 de julio de 2012

DARK POWER

Ahora que ya he returnado de mi aventura por tierras exóticas, y tras un leve aperitivo carente de importancia, es de menester retomar mis pasiones y esencias por la puerta grande, echando mano de un títuo de aquellos genuinamente brutos, ideal para este blog y para devolverle a uno a la cruda realidad cual sopapo. ¿Y hay alguno más adecuado que el mítico -por las razones equívocas- "Dark Power" de Phil Smoot?. ¡No padre!.
Un viejo indio la palma en su cabaña. Dice no se qué paparruchadas de unos parientes malos enterrados vivos en el lugar y con especial afición por la carne humana. Pasan unas semanas y el lugar es alquilado a un grupo de estudiantas, y sus estúpidos colegas, que no tardarán nada en sufrir las iras de los indios zombie. Suerte de la presencia del sheriff, también conocido como "el hombre del látigo", o "el abuelo al que las mozas le tiran los trastos", que salvará la papeleta.
"Dark Power" destruyó muchas neuronas y quemó unas cuantas retinas cuando aterrizó en nuestros video-clubs de la mano de "Tri Star". Una serie Z con todas las de la ley, visiblemente rodada en 16mm y con ciertos, muy sutiles, toques a lo "Posesión Infernal" (cámara subjetiva persiguiendo por los bosques a víctima, mano surgiendo de la tierra cuando un inepto intentaba recuperar un objeto posado en el suelo, zombies pudriéndose al final en grupo). La muy hija de puta tarda hasta 46 minutos en ofrecernos algo mínimamente vistoso y que no se limite a cháchara vacía sin orden, ni concierto, ni interés. Pasados los tempos agónicos, nos metemos de lleno en la "noche del terror", con los indi-zombis de patético y ridículo aspecto atacando a los jóvenes habitantes del caserío. Un poco de gore (en realidad solo hay una secuencia trucu-lenta), muchos efectos de sonido cutre-salchicheros, una música de sintetizador (salvo el tema que acompaña a la aparición del sheriff) genuinamente minimalista y absurda y, lo peor de lo peor, unas gotas de humor voluntario totalmente fuera de lugar y que harían llorar a un infante. Vamos, mierda pura. Mierda puta... pero de la que mola. Sentarse con los colegas a sufrir en piña "Dark Power" (especialmente en toda su parte final) debe ser una experiencia descojonciable y rutilante.
Experiencia esta que debemos a su co-productor, guionista y director de simpático nombre, Phil Smoot. "Dark Power" era su primer lagometraje, al que siguió otro que tiene hasta mejor prensa, "Alien Outlaw", un especie de western de ciencia ficción (también muy zetoso) fechado en el mismo 1985. Además de todo ello, podemos ver el nombre del amigo Smoot en una gran variedad de muestras de cine de segunda haciendo toda clase de currillos, de entre las que destacan la segunda parte de "Los chicos del maiz", la tercera de "Hellraiser" y una cosa mu rara titulada "Hyperspace", una "spoof" de "Star Wars" en la que "Darth Vader" pasa a llamarse "Lord Buckethead". Habrá que dar con ella. El último atentado de Phil Smoot está fechado este 2012, en formato guión y dentro de la comedia, se titula "Off-Ramp to Eden" y... no sabemos absolutamente nada más al respecto (y ni ganas, la verdad).
Otro aspecto curioso de "Dark Power" es el protagonismo del ya fallecido Lash LaRue, habitual actor en añejos westerns de serie B, debería de ser muy colega de Smoot, ya que también intervino en "Alien Outlaw".
Resumiendo: "Dark Power" es un pestiño de mucho cuidado... pero uno que, visto en condiciones, hasta puede ser disfrutable si te lo propones. Únicamente has de cerrar los ojos y desearlo con todas tus fuerzas.