lunes, 30 de julio de 2012

LAS 7 AVENTURAS DE SIMBAD

Mi relación con The Asylum no empezó nada bien, Transmorphers fue lo primero que intente ver de ellos, y digo intente, porque a los 40 minutos la tuve que quitar. No solo porque sus efectos especiales fueran lamentables (aunque tuvo mucho que ver ya que era una película que debería de sustentarse en eso) sino porque me estaba aburriendo horrores, no me divertía ni siquiera de la incapacidad de los actores, simplemente me aburría.  Luego ya vinieron otras de sus producciones, la ya mitica Mega Shark Vs Giant Octopus fue la primera que aguante hasta el final, Almighty Thor no la termine de ver por falta de tiempo, pero tampoco debí de perderme mucho. Mega Shark Vs Crocosaurus, la medio vi simplemente por aparecer Jaleel White (Steve Urkel) en ella, así que la jugada de meter a un pseudo-famoso, ahí les funciono conmigo. Y así con otras tantas. No creo que haya terminado de ver más de tres o cuatro películas de The Asylum, pero teniendo SyFy Channel, es muy fácil tropezarse con ellas días si y día también, así que algo siempre ves.

No creaís que porque empiece diciendo, “no me llevo bien con The Asylum” acabare enumerando sus bondades, porque no es así. Son películas simpáticas, más por la forma en cómo están hechas que por el producto final. Sin conocer esa manera tan industrial de hacerlas (like a churros) por tener solo dos semanas de rodaje, porque dudo mucho que repitan más de tres veces las escenas, porque los actores no dejan de ser pobres desgraciados que esperan dar el salto a la serie A y porque algo con bastante menos calidad es lo que yo haría su tuviera esos medios, es por eso que a veces, solo a veces, me obligo a mi mismo a terminar de ver alguna película de The Asylum, como es el caso.

Simbad, es el apellido de un rico magnate petrolero, un Tony Stark de tercera regional, que interpreta la cara semi-conocida del plantel, Patrick Muldoon (Starship Troopers, como se que no caéis quien es, es el que le levanta la novia a Casper Van Dien) Uno de sus superpetroleros ha sido secuestrado por piratas, estos solicitan un rescate y amenazan con una bomba. El propio Simbad y un pequeño equipo de ayudantes cogen su helicóptero (en CGI mucho peor hecho que un episodio de Bananas en pijama) y se van para la zona, cuando llegan al barco, este es hundido en el fondo del mar por un calamar gigante. Los supervivientes, entre los que además de la tripulación también se encuentra el jefe de los piratas, llegan a un isla donde una supuesta aborigen lleva a Simbad a una cueva donde está marcado su destino. Allí pinturas milenarias (dibujadas esa misma mañana con plastidecor y boli bic, joder que canta un huevo) señala a Simbad como el salvador de las catástrofes que va a sufrir el planeta, véase, terremotos, tornados de agua, erupciones volcánicas…. Todo ello se debe a que el petrolero esta encima de un meteorito que tiene ciertas cualidades que ni entendí ni quise entender, porque a esas alturas de película lo único que quería es que acabase ya de una vez.

Al final nos encontramos con lo de siempre en esta productora, malos efectos especiales (aunque el cangrejo gigante tiene medio pase, si lo ves de refilón y  achinas los ojos) actores malos que como se rodean de peores no quedan tan mal, escenarios que han sido elegidos por su disponibilidad (mira una esquina de un portal, que está iluminado, rápido llama a Jimmy y sus chicos y nos rodamos aquí la rueda de prensa de Simbad Enterprise) argumentos que se van liando cada vez más hasta que al final no sabes porque hacen lo que sea que estén haciendo en ese momento, y unas ganas locas de hacer cine. De tercera regional, pero cine.

No la veáis, no merece la pena, es aburrida, es The Asylum (y aun así, volveré a ver alguna de esta productora ¿sadomasoquismo? Puede que sí)