jueves, 5 de julio de 2012

EXORCISTA II (EL HEREJE)

Posiblemente “Exorcista II (El hereje)” fue la primera película de terror que vi. Siendo muy chaval, y mucho antes que la primera. Esta maldita película me dejó traumatizado. Tuve pesadillas por la noche, sentí la presencia del demonio en mi habitación. Y durante muchos años no volví a ver películas de terror, por culpa de esta en concreto. Cómo 28 años después, cuando la tengo completamente olvidada decido verla. Y es curioso lo que es la percepción de un niño ante según que temas oscuros, pues lo cierto es que “Exorcista II (El hereje)”, no da ni pìzca de miedo. En todo caso da risa.
Y es que estamos, a pesar de la buena prensa que trae consigo su director, John Boorman, ante la mayor estúpidez que han tenido a bien filmar en celuloide, una secuela tan tonta y estúpida, que a día de hoy cuesta creer que exista. Mala es decir poco. La palabra que mejor la define, es “Chabacana”. Es una jodida pantomima, un caricato, una vulgar parodia de si misma.
Han pasado algunos años, y Regan está recluída en una institución de enfermos mentales. Tras su posesión, esta dice tener tremendas pesadillas. Allí, han fabricado una estúpida máquina a base de bombillas, que si se conectan dos personas ambas pueden ver las pesadillas del que las tiene (¡) . Por otro lado, un exorcista, quiere ver el caso de cerca, por lo que irá a conocer a Regan.
Y a partir de ahí, un monton de bla, bla, bla de lo más tontesco, un viaje a África que no sabemos muy bien si es astral o físico, James Earl Jones disfrazado de saltamontes, Max Von Sidow metido con calzador protagonizando unos flashbacks tan innecesarios como su presencia en la película, una Linda Blair con enormes tetas que lo unico que hace es poner cachondo al espectador, un Richard Burton en horas tan bajas, que más que interpretar a un cura, parece que interpreta a un alcohólico, planos descartados del primer exorcista, una langosta usada en las transiciones que parece sacada de un bazar chino, muchos paneles de cristal delante del objetivo para conseguir efectos especiales de lo más cutres, maquetas que se rompen, tribus de negros llenando metraje, el demonio Pazuzu haciendo de guía turístico del padre Phillip por áfrica y discurriendo con lógica, y lo más importante, ni una sola posesión convincente y ni un solo exorcismo, solo algo que se le parece un poco. Desde luego todo un desproposito que hace perder dignidad a la primera entrega. De hecho, si no entra dentro de la categoría “malas que son buenas” es simplemente porque el aburrimiento al que nos sometemos durante su visionado es solemne, aunque a posteriori, recordando, si que nos echemos unas risas.
Al final, lo que mas se retiene la psique del espectador, son los rollizos mofletes de Linda Blair, y sobretodo, sus dos cacho de tetazas. Muy apetitosa la moza con sus ya 18 castañas.
Menos mal que cuatro años después, Boorman se resarció con “Excalibur”, que si no… Ahora eso si; como pedazo de mierda del “¿Cómo es posible?”, “Exorcista II (El Hereje)” hay que tenerla en cuenta y coleccionarla.
Desde luego, de niño debía ser muy cagueta o muy tonto, porque vamos, de terror, esto tiene más bien poquito.