jueves, 25 de julio de 2013

NO MATARÁS

Como ustedes habrán podido intuir por el cartel y el título, nos enfrentamos a una película de conservador mensaje. Una película anti aborto.
Ignacio F. Iquino también rodó una de título aún más explicito, “Aborto Criminal”, y es que a mediados de los setenta, estas películas anti aborto se pusieron muy de moda, no ya por una ideología o unos principios, sino en su vertiente más “explotation” buscando el sensacionalismo más sórdido, que llevaba culos a las butacas, lógicamente, y más en tiempos de  Franco. De no ser porque se jugaban la cárcel, o váyase usted a saber qué, estoy convencido de que hubieran hecho película pro abortistas, que, si hubieran sido llevadas por esos derroteros del sensacionalismo, hubieran sido cojonudas.
El caso es que me gusta todo este tipo de cine español, el valiente, el desvergonzado, el osado, de cuando había industria. No como ahora, que gracias al cielo, el cine Español está condenado a la extinción inmediata (fíjense como estará la cosa, que Elena Anaya o Ernesto Alterio tienen que hacer publicidad) y eso lo que hará  es crear una industria nueva, más pequeñita, pero culturalmente más enriquecedora donde habrá cabida para todo tipo de género. Por fin morirá la dictadura del cine Español…
Pero a lo que vamos:
Una  jovencita de 16 años conoce a un individuo algo mayor que ella y vivirán un romance. Pese a que ella quiere llegar virgen al matrimonio porque no es una cualquiera, la libido del chico es desmedida, se muere por follársela, y al final ella cae en sus garras como una perdida y queda embarazada. Al darle la noticia a su novio, pedirle que se casen etc... este no queda muy contento con el asunto y su falta de entusiasmo delata las pocas ganas que tiene de contraer matrimonio y, mucho menos de tener hijos, por lo que a ella le dice que en esas condiciones prefiere abortar. Un amigo les recomienda una enfermera que, clandestinamente, practica abortos en su casa, así que deciden ir a verla.
-SPOILER- Tras practicarle el aborto, ella muere desangrada. Castigo de Dios.-FIN DEL SPOILER.
Como ven, todo un argumento para conseguir en pantalla, en un país católico y cristiano como es España, el mayor morbo posible.
Lo gracioso del tema, es el ver cómo pintan a la enfermera que practica los abortos; poco menos que como el mismo diablo; mala, avara, fea, egoísta, sin escrúpulos… como lo peor de lo peor. Incluso, echa a la pareja a patadas de casa tras ver que se complica la cosa –SPOILER-  y el tonto del novio, que ve que se está muriendo, y aunque la abortera le sugiere que se la lleve a una clínica, que tendrán más medios para curarla, este no mueve un dedo… la deja morir allí, para luego cantarle el pollo a la abortera y acusarla de asesina… ¡Tremendo! –FIN DEL SPOILER-.
El tema es que como curiosidad, como película meramente morbosa, como producto de su época, está que te cagas. Entretenida, densa, y con capacidad para escandalizar al espectador, al anti abortista y al pro abortista.
La película supuso el debut en la pantalla grande de una jovencísima y guapísima Angela Molina (si a alguna mujer le afecta la edad, sin duda alguna, es a esta, puesto que con lo guapa que está aquí, a los pocos años le aparecieron las arrugas por las que es tan famosa) que convence bastante. Junto a ella, en el reparto, tenemos a galanes feos de la época como puedan ser Tony Isbert, en el papel del novio, o Simón Andreu, que recomienda a la abortera interpretada por Luisa Sala, que al final es lo mejor de la película.
El director es un cineasta incansable, César Fernández Ardavín,  cuya filmografía la componen decenas de cortometrajes y para poder comer, de vez en cuando, hacía alguna película. No demasiadas, eso si.