miércoles, 4 de febrero de 2009

PRESA MORTAL

A mediados de los 80, David Winters, David A. Prior y Peter Yuval ponen en marcha una productora y distribuidora especializada en subproductos de acción, "Action International Pictures", también conocida como AIP... y sí, el que de esta guisa se lea igual que la famosa AIP especializada en clásicos de segunda del horror y la ciencia ficción (es decir, "American International Pictures") no se si es cosa de la casualidad, el homenaje o el morro (luego estaría "American-Independent Pictures", pero esa es ya otra historia).
El caso era sacarle jugo a la entonces imperante moda iniciada por "Rambo", ya sabéis, tíos cachas de gatillo fácil contra ejércitos de malosos, hostias a tutiplen, explosiones, venganzas, etc. Sin duda, el más prolífico del grupo fue David A. Prior, quien llegó a rodar hasta cuatro títulos al año, casi siempre de acción cazurra. Y es que, claro, que su hermano Ted fuese un cachas con aspiraciones actoriles, se lo ponía a huevo, ¿por qué no aprovecharse de la situación?, ¡pos venga!.
"Presa Mortal", o "Deadly Prey", es una de tantas. No tiene nada especial... salvo que a mi, de chaval, me gustó más de lo habitual, seguramente porque guardaba algunos escuetos parecidos con el "Commando" de Schwarzenegger, una de mis absolutas favoritas.
La trama está bastante sobada. Un grupo de mercenarios se entrenan secuestrando a ciudadanos normales y dándoles caza por el bosque. Un mal día se encariñan del bueno de Ted, que en realidad es un veterano del Vietnam experto en su tema. Y claro, se da la vuelta a la tortilla y los cazadores pasan a ser cazados. La cosa se complica... aparece el cuñado... luego secuestran a su mujer... entonces Teddy se mosquea, se prepara para la lucha en plan "Equipo A", se pinta de camuflaje... y en fin, todo al son de una música de sintetizador suuuuper macarra y que exagera los momentos de júbilo para los fans de este tipo de productos.
Muchas yoyas, un poquito de gore, poses de chuloputa, actores un poco conocidillos ya en absoluta decadencia (Cameron Mitchell y Troy Donahue) y unos cuantos momentos para la risa, además de un sentido de la estética totalmente telefílmico.
¿Que las hay peores?, ¡no lo duden! (probablemente su tardía secuela, "Deadliest Prey", ya parida con consciencia sobre la condición "cult" de la reseñada) pero para ver con colegas y reírse, cuela... aunque todavía me pregunto por qué coño me la copié en su momento...