Indiscutible clásico de la comedia moderna, que abrió la veda a las historias picarescas situadas en campamentos veraniegos y, ya que estamos, una de esas películas con números para estar en mi top ten y que sin embargo, no -me- cuajó. Cuando la alquilé de chaval en el video-club ya había visto otras comedias gamberras posteriores a esta (probablemente la falsa secuela "Los albóndigas en remojo") y, claro, el lenguaje y el tono de estas me resultaba mucho más cercano y efectivo. "Los incorregibles albóndigas" me pareció sosa, aburrida y carente de elementos excitantes. Incluso la desgana de Bill Murray, generalmente su estilo de interpretación, me dejó un regusto amargo, a decepción. Ayer noche quise revisarla con la perspectiva del paso del tiempo de por medio y, en fin, no me pareció tan mediocre, pero sí, comprendo perfectamente que no me gustara en su momento.
En realidad el ingrediente que ha dado éxito y culto a "Los incorregibles albóndigas" es su escenario. Todo lo relacionado a pasar el verano en unas colonias está contado de modo muy realista, muy costumbrista, sin estridencias, ni humor surrealista, ni actores de 30 tacos fingiendo ser adolescentes. De hecho, según Imdb hay material prácticamente documental, y muchos de los secundarios y extras eran auténticos monitores de campamento. Dicho de otro modo, te gustará si te gusta ir de colonias en verano... yo, casualmente, lo detestaba, con solo decir que mis padres me amenazaban en mandarme a colonias si suspendía demasiadas asignaturas os podéis hacer una idea (y no es broma!), así que en ese sentido, la peli lo tiene chungo conmigo.
La nota de comedia la ponen las payasadas de Murray, que a ratos parece estar improvisando. Sin embargo, lo que sorprende de esta peli, y más viendo cómo se desarrolló el subgénero posteriormente, es lo blanca que resulta. Hay chistes picantes, pero muy inocentes, solo una tia buena y no asoma la más mínima teta durante todo el metraje. Vamos, que casi casi es una peli para críos.
¿Argumento?, poca cosa. Las gamberradas, anécdotas y gracietas (algunas muy muy tontas) que se desarrollan durante un campamento de verano, la relación entre Murray y un chico marginado y la eterna competitividad que se gastan con el campamento de al lado, destinado -cómo no- a gente acaudalada y malvada.
Ivan Reitman tras la cámara, Harold Ramis entre los guionistas... no se, ta bien, pero tampoco es gran cosa.