Narcos Mexicanos, bandas y la Santa Muerte. Con estas premisas, raro sería que esta película no fuera un éxito de los video-clubes mexicanos (a los cuales homenajean en esta película, sacando algunos exteriores en los cuales se ven video-clubes. No en bano, el tema del alquiler, aunque casi extinto en España, sostiene la cinematografía de México).
Y aunque a priori pudiéramos pensar que se trata de una peli que mezcla la acción y el terror, nada mas lejos de la realidad. Es una peli de acción puramente Chicana, que toma prestado el mito de “La Santa Muerte”, para hablarnos de el en tono realista, para ver como los Gángsters y narcos se encomiendan a ella antes de iniciar sus fechorías, nada que ver con la muy a tener en cuenta, y abordando el tema desde la perspectiva del terror, LA SANTA MUERTE.
Con un tono muy serio, la peli nos cuenta la amistad en la cárcel de un par de narcos, uno de ellos muy versado en temas esotéricos, y que aconseja al otro, mas visceral, sobre lo que debe o no debe hacer. Mas tarde, vemos como se desarrolla una trama de lo más manida, pero que funciona muy bien entre los mexicanos, sobre narcos, ventas, venganzas y “Balaseras”.
Separada la peli en dos partes diferenciables, la verdad es que es un coñazo.
Tiene cosas que destacan, como el hecho de que la película esté filmada en video, y para flashbacks o escenas que se salen de contexto, hayan rodado en 8 milímetros, que queda muy bien y es osado en una peli de estas características, pero si para ver un par de planos majos, tenemos que aburrirnos durante hora y media, apaga y vámonos.
El director, con claras ínfulas de artista a juzgar por algunas secuencias y la forma en que está montada la película, es Carlos Poblano, que a diferencia de sus compañeros del “Home Video”, tan solo cuenta con otra película en su haber titulada LA MUJER DE MAIZ.