Slasher moderno con un chanante título y un muy chanante cartel.
Los primeros 15 minutos son lo mejor de la fiesta. En ellos nos cuentan cómo Mary, siendo adolescente, mató a su familia entera y fue encerrada en un manicomio. Allí, tras los abusos sexuales de un gordo segurata, quedó preñada. Todavía más loca que cuando fue ingresada, Mary se levanta de su cama y masacra a todos los enfermeros y médicos que caza, hasta que la policía le para los pies.
Después de ello, y de unos créditos muy chulos en los que nos muestran cómo aquella noche sangrienta se ha convertido en toda una festividad en el pueblo de al lado, nos centramos en las vivencias del grupo de jovencitos protagonistas. Y bueno, la siguiente media hora ya sabéis lo que nos depara, gilipolleces mil sin ninguna función más que alargar metraje, chorradas que no aportan nada de nada a la trama, grititos de condescendencia festivalera ("Woow!", "Yeah!", etc) y un poco de carne para calentar la entrepierna al público juvenil. Es en esta parte de la peli cuando el director intenta ganarse al aficionado usando la canción "Party time" de "45 Grave", que también sonaba en el fabuloso soundtrack de "El regreso de los muertos vivientes" y citando varias veces a "Attack of the killer tomatoes" y su famosa tonadilla.
Entonces arrancan los crímenes, los cuales son notablemente truculentos, sangrantes y explícitos... pero ello no nos compensa del cuantioso aburrimiento. Y es una pena, porque "Blood night, the legend of Mary Hatchet" tenía posibilidades. Por cierto, que no cuesta nada de nada adivinar quién empuña el hacha.
Aunque Bill Moseley ("La matanza de Texas 2", "La casa de los 1000 cadáveres", "Los renegados del diablo") figura como protagonista, en realidad es un personaje secundario. La tal Danielle Harris salía en los dos "Halloween" de Rob Zombie y lo hará en la segunda parte de "Hatchet".
Esencialmente, estamos ante una metáfora sobre los peligros de la regla, ya que cuando esta afecta a Mary es cuando se vuelve especialmente loca y hace gala de una fuerza casi sobrehumana que le permite estrujar gaznates con sus manitas (en realidad eso es exactamente lo que le ocurre a todas las mujeres en semejante tesitura!!!).
Podría haber molado mucho más, pero las hay muchísimo peores. Si te aburres y tienes mono de slasher y gore, échale un vistazo.