Tremendo Infra-producto español en co-producción con Francia de los años setenta, absolutamente incompetente y cutre. No cumple ni con los mínimos requisitos para que, por mala, pueda considerarse buena. No obstante, si que cuenta con dos o tres (o cuatro o cinco) momentos, que en compañía, garantizan solaz.
Un policía, llega a un castillo haciéndose pasar por egiptólogo (todo esto en otra época, que no logro asociar), para no sabemos que. Una vez allí, el dueño del castillo hace alarde de sus poderes mentales, y le cuenta lo que sucedió en ese castillo por culpa de una momia, hija de no se quién, que hizo muchas fechorías.
El grueso de la película, es un compendio de escenas mal hiladas unas con otras, en las que vemos a un señor con pinta de travesti (en realidad, la momia), matando con palos candentes, golpes de Karate y mordiscos, a una serie de señoritas que pululan por ahí, no sin antes haberlas metido mano, perseguirlas montado a caballo, azotarlas con un látigo o intentar violarlas.
Obviamente, el comportamiento de esta momia, es debido a que para sobrevivir, necesita comer sangra humana, por lo que además de Karateca, maltratadora, violadora y Jinete, esta momia también es vampiro.
No se dejen engañar por mi comentario, todas estas cosas suceden, si, pero expuestas sobre el papel, son mucho mas divertidas que durante hora y media de visionado. La película es absolutamente insoportable, aunque si yo pude con ella, ustedes también podrán.
No ayuda a combatir ese aburrimiento, el hecho de que la película sea prácticamente muda. Hay diálogos, pero pocos, muy pocos, y para que comprendamos lo que ocurre en escena, una voz en off, nos lo va explicando. Absolutamente demencial.
Con todo, el momento mas hilarante, está casi al principio, cuando el dueño del castillo convierte un palo de madera en una serpiente, ante la atenta mirada de asco del policía/ egiptólogo, interpretado por Frank Braña. Pone dos veces esa cara de asco, y esto es solo porque en el montaje, decidieron meter el mismo plano dos veces. Pero es que la serpiente, una cobra, es de goma, y permanece totalmente inmóvil, hasta que con el Stop Motion más chabacano que se puedan imaginar, consiguen hacer que se mueva, pero el resultado es patético. Parece una serpiente (de goma) parapléjica. Pero es que incluso, aun con ese Stop Motion, hay planos en los que esta permanece inmóvil. Es casi mejor que lo vean.
Por otro lado, hay planos en los que se ve claramente, que el actor está esperando a que el director de la orden de Acción, para comenzar a soltar sus escuetos diálogos.
Michael Flynn, Teresa Gimpera y Frank Braña como actores destacables, y en las labores de dirección, un tal Alejandro Martí, firmando para el extranjero como Ken Ruder. Un individuo a lo Miguel Madrid, pero sin la gracia que al fin de al cabo le caracteriza a este.
Rodó antes, una sola película llamada ELISABETH.