Casi todo lo que supe por primera vez, tanto de "Grotesque" como su director, Joe Tornatore, fue gracias a la prensa especializada francesa y, más particularmente, "Mad Movies", mi genuina biblia, fuente de conocimientos. En la sección de novedades y/o rodajes en marcha, por alguna extraña razón siempre más centrada en subproductos y morralla casi marginal, aparecía el cartel de la reseñada. O uno de ellos, concretamente aquel con una ilustración muy decente propia de todo un Bernie Wrightson -no me consta que sea suya, pero lo parece-, cosa que, ya de por sí, me llamó la atención. No mucho después, y todavía dentro de esos mismos parámetros, supe de la siguiente obra de Tornatore, "Crystal eye: el ojo de cristal", un "exploit" algo tardío -1991- de "Indiana Jones". Entonces lo tuve claro, tocaba seguirle la pista.
Y aquí viene lo gracioso. Por la misma época fue noticia -pero este en prensa más convencional- Giuseppe Tornatore, director de films tan respetados y premiados como "El profesor" y, sobre todo, "Cinema Paradiso". En mi joven, ingenua y aún no muy ilustrada mente, y dado que Joe es la versión inglesa de Giuseppe, por un momento pensé que eran el mismo cineasta y, como Héctor Olivera, intercalaba productos de prestigio con morralla ultra-comercial. Evidentemente me equivocaba. Pero ya me dirán si no es hilarante casualidad el parecido formal de ambos nombres, operando exactamente en los mismos años.
Pues entonces, ¿¿quién es Joe Tornatore?? Bien, se trata de un actor reciclado a director. Comenzó como "gorila extra" en "El planeta de los simios", siguiendo con papeles ínfimos en mucha serie y clásicos setenteros de la explotación como "Cleopatra Jones" o "América Violenta". Ascendió unos peldaños al interpretar a un sicario en "El Golpe" y otro matón en "McQ". Viendo que la cosa no terminaba de despegar y, supongo algo insatisfecho (merece la pena resaltar que volvió a enfundarse en la piel de gorila anónimo para la serie televisiva basada en "El planeta de los simios"), decidió dar el salto a la dirección.
Fue en 1976 con una de acción, "Zebras" (de la que él mismo rodaría una secuela / remake en 1987,"Código Zebra"). Acarició las mieles de un cine medianamente serio con "El Vengador", thriller según novela de Mario "El Padrino" Puzo protagonizado por dos ya mohosos Rex Harrison y Rod Taylor, que Tornatore co-dirigió con otro que tal bailaba, el amigo Matt Cimber (aunque la cosa pinta más a sustitución desesperada, especialmente considerando los tres años de separación entre su confección y estreno) y, al final, se rindió a la evidencia: vayamos a lo fácil, hagamos una de terror, esta "Grotesque".
Como decía arriba, supe de ella gracias a los gabachos y, al contrario de lo que ocurría con algunos de los productos de naturaleza atípica anunciados en sus páginas, sí llegó a nuestros estantes videoclubistas, cortesía de "MidWest" / "Record Visión", cuyas inmensas tragaderas impulsaban a que distribuyeran de todo, sin importar categoría. La vi, no me gustó y la olvidé. Hasta que, como siempre, intervino la maldita nostalgia y decidí darle una nueva oportunidad.
Unos punkis malotes acuden a una casa en pleno monte porque han oído que oculta un secreto. Convencidos de que se trata de dinero, machacan a la familia que en ella se hospeda esperando que suelten prenda. Esta viene compuesta por un padre que se dedica a fabricar efectos especiales para películas de terror, su esposa, su hija y la amiga. Los punkis irán arrasando con todos hasta que, ¡oh sorpresa!, el cacareado secreto aparece en forma de un tipo deforme (valga el chiste) y muy cabreado.
Hasta aquí la primera parte de una película compuesta de, errrr, tres cachos y dos giros. Esta está más o menos decente, un "home invasion" en toda regla con los villanos pandilleros del cine de los ochenta, unos punks tan exageradamente malvados, amorales, retorcidos y ridículos como cabría esperar... y debe ser. Vale. Normalmente el anunciado primer giro argumental me lo tomaría positivamente, un modo eficaz de rescatarme del sopor... pero en "Grotesque" el efecto obtenido es de cortada de rollo total. En plan "No me jodas, después de toda la paciencia invertida, toca comenzar de nuevo". Entran en escena la policía, que detiene a los punkis supervivientes, y otro miembro más de la familia agredida clamando justa venganza. Este segmento se marca un desenlace más propio de "The Twilight Zone". Y cuando parecía todo dicho, el film da un último giro. Pero no comentaré nada al respecto porque, en fin, es verlo para creerlo. Pueden tomárselo como una genialidad o un insulto a sus inteligencias (en caso de tenerlas).
¿Resultado? Pues un caos. Uno algo aburrido, sí, aunque tampoco como para rasgarse las vestiduras. Curioso en su esencia pero a kilómetros de ser imprescindible... y hablo de una distancia como la que separa nuestro planeta de "Alfa Centauri". E, incluso así, me quedo corto.
Por una cuestión ya de moral, es obligado que nos detengamos en el asunto de los efectos especiales a los que se dedica el supuesto padre de la supuesta familia. No hace falta decir que ello reserva algunas sorpresas graciosas como, por ejemplo, que al hombre le mole rodar cortos caseros en los que, maquillado de monstruo, ataca a su esposa. Bien, según lo presenciado y dialogado, dichos cortos se suponen grabados en vídeo, pero es evidente que han sido confeccionados con los mismos 35 mm que el resto de "Grotesque", además de su aspecto profesional y que nunca rebelen quien ejerció de cámara para la ocasión. Aunque todavía queda una sorpresa más. Los punkis acuden al taller del hombre y una de las chavalas, en pleno acto sexual, agarra una máscara y se la enfunda. Esta resulta ser la calavera de "Halloween 3", hoy tan célebre. Inevitablemente uno se pregunta aquello de ¿es que acaso el tipo que la diseñó para el clásico de Tommy Lee Wallace se encarga de los efectos especiales en "Grotesque"? pues no, pero sí. El interfecto responde al nombre de John Naulin. Siendo todavía novato curró en "Halloween 3" responsabilizándose del atrezo, incluidas las cacareadas máscaras. Vamos, que se agenció algunas y, supongo, ya adulto y metido de lleno en el film de Joe Tornatore, ante la necesidad las rescató del armario... sin ningún afán homenajeador ni tributante -recuerden, estamos en 1988, y entonces esas cosas no pasaban... gracias a dios- era una simple y lógica cuestión de reciclaje económico.
Mientras que, como director, Tornatore firmó a continuación la mentada "Crystal eye: el ojo de cristal", "Demon Keeper" para Roger Corman (intenté verla, pero su aspecto telefílmico me pudo) o una de vampiros en 2009 titulada "Immortally Yours", para retirarse cuatro años después tras un cortometraje, nunca abandonó del todo su faceta como actor. Siempre paralelamente a la de filmmaker y dentro de parámetros televisivos o con roles muy segundones en algunos títulos llamativos como "F.I.S.T. Símbolo de fuerza" junto a Stallone. Según los datos consultados -esperemos que correctos-, amplió dicha dedicación a la de especialista, ejerciendo como tal en "Cuando llega la noche" de Landis y "Golpe en la pequeña China" de Carpenter. Fascinante trayectoria la suya. Me recuerda un poco a la de otro todoterreno, John "Bud" Cardos.
Pero para marcianadas, el guionista de "Grotesque", un tal Mikel Angel. Considerando que se encargó de escribir los libretos de varias películas de Tornatore, asumí que era este mismo oculto tras seudónimo, porque pinta de serlo, tiene. Y lo es, aunque no del director, al parecer el caballero en realidad se llamaba George Theakos y comenzó a teclear en 1971, tarea desarrollada para ilustres como el ya mentado Matt Cimber (de ahí la conexión con Tornatore) y Gary Graver (concretamente en "Evil Spirits", indirectamente conectada con el Kevin Bacon del cine "exploitation", Fred Olen Ray, donde Mike Angel también ejerce de actor). Además, en una ocasión se atrevió a dirigir. El resultado, "The Love Butcher", fue tan terrible que quedó en sus latas, sin distribuir. Siete añazos después una de sus protagonistas, Robin Sherwood, logró cierto renombre por su papel en "Yo soy la justicia". Así las cosas, un productor rescató del film de Mikel Angel, encargó al Don Jones de "The Forest" rodar nuevas escenas para darle algo más de prestancia y, esta vez sí, se estrenó (sin hacer mucho ruido, asumo).
¿Agotados ya? Pues aún no hemos hablado del reparto. Por supuesto "Grotesque" se erige como vehículo para la ya entonces perdidísima Linda Blair, también productora ejecutiva. Aquí la muchacha demuestra con creces ser una actriz bastante mediocre. Su catálogo de cucamonas es del todo hilarante. La acompaña otra churri muy de su época, la guapísima Donna Wilkes, alias "la "Angel" original". También andan por ahí Tab Hunter, más conocido por su protagonismo en el "Polyester" del vendido / ladrón de John Waters. Otro "clásico desviado", Guy Stockwell, quien interpretaría al temible dueño del circo en "Santa Sangre". O Charles Dierkop, nombre poco conocido, rostro incomparable, que ha aparecido en un montonazo de títulos, algunos de Joe Tornatore. Justo, con él coincidió en "El Golpe".
Mención aparte merecen los ultra-estereotipados y ya creciditos punkis. Vienen comandados por Brad Wilson, cuya interpretación "over the top" (curiosamente rebajada tras el primer giro) nos recuerda al "Zed" / Bobcat Goldthwait de las "Locas academias de policía", pero en versión "seria". Le secundan Nels Van Patten, de la longeva casta de los Van Patten (de ahí que asome por "Jóvenes Guerreros" junto a su hermano James), dando vida a un agotador villano de agotadora risa burlona. Y no podía faltar el bueno de Robert "Maniac Cop" Z´Dar, al que despachan con demasiada facilidad. Aunque para presencias inevitables, la del inmortal George "Buck" Flower ejerciendo de coordinador de producción o alguna monserga parecida. Este caballero necesita un libro biográfico -o un documental- pero ya.
A la hora de ilustrar la reseña, me he decantado por el llamativo cartel "estilo Wrightson" que tanto me impactó de chaval. No obstante, disponiendo como dispongo de la caratula del VHS -algo maltrecha-, pues me ha sido imposible evitar colársela completa justo a continuación.
sábado, 1 de febrero de 2025
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