A la hora de leer sobre cine, como a la hora de verlo o de lo que sea, nada como una traducción de un libro americano. Eso es así. Y más cuando la información que se nos cuenta es de primera mano como en este caso.
Se trata de “Boffo!”, libro escrito por Peter Bart, redactor jefe de “Variety” y directivo durante algún tiempo de Paramount Pictures.
El libro en la línea de otras obras como “Moteros tranquilos, toros salvajes” o “Sexo, mentiras y Hollywood” de Peter Biskind, pero mucho más ligero en cuanto a páginas, nos cuenta las transacciones y tejemanejes de los involucrados en ciertas películas, que si a priori parecía que iban a fracasar, o eran demasiado arriesgadas, terminaron siendo sonoros éxitos.
Escogiendo pelis punteras desde los inicios del cine como “El nacimiento de una nación”, polémica desde su concepción por el fuerte mensaje racista que lanzaba, pasando por locuras nunca antes realizadas como “Blancanieves y los siete Enanitos”, hasta mastodónticas producciones en manos de productoras no tan grandes como “El señor de los anillos”, la intención de Peter Bart, como bien nos dice en el prologo, no es otra que entretener, así la lectura resulta ligera y divertida, incluso cuando se comentan películas de escaso interés para el que esto escribe, como pueda ser el caso de “Ben-Hur” o “Sonrisas y lágrimas”.
En defínitiva, que “Boffo!” es un buen libro, lleno de información, anécdotas y diversión.
Ahora hablemos de la, como no, cutre edición española. Empezando por la engañosa y fea portada, y el horroroso y estafador título: “Lo que nunca se contó del cine” Vale. El libro, efectivamente, habla de cine, pero no es un libro sobre cine. Es un libro sobre éxitos en el mundo del espectáculo, así que, aunque el grueso del libro habla sobre cine, también se habla sobre musicales de Broadway (“Cats”, “Mamma mía!”), y series de televisión (“Los vigilantes de la playa”, “C.S.I.”), cosa de la que no se nos advierte en ningún momento. Claro, que a lo mejor como estrategia comercial, es mejor así para la editorial, pero también una estafa. De haberlo sabido, igual no hubiera comprado el ejemplar.
Y luego vemos en la cubierta al Batman de Nolan; bien, no hay en el libro ni una sola referencia a este Batman, si no al de Tim Burton.
A eso añádanle el montón de cagadas gordas al traducir en según que títulos, cuando se hace referencia a películas de sobras conocidas por todos y que no han de dar lugar a error.
Así que, mientras que “Boffo!” está guay, “Lo que nunca se contó del cine” es una chapuza muy de aquí, muy española, y como en cierto modo me siento estafado, a la conclusión que llego es a la siguiente: Mucho me tiene que interesar en adelante un libro de “Ma Non Troppo” ediciones, para que yo lo acabe comprando… no sea que vendan un libro sobre “Evil Dead”, y acaben hablando del musical.
domingo, 30 de diciembre de 2012
CAMINO SANGRIENTO 5: LINAJE CANIBAL
Sabía que había una quinta parte de la franquicia "Wrong Turn" cociéndose, pero fue toda una sorpresa inesperada encontrármela hace unos días como "Camino sangriento 5: linaje caníbal" en los estantes del "Fnac". ¿Tan rápido?. El caso es que, por mero completismo, decidí echarle un ojo a pesar de lo abominablemente mala que me resultó (o que resultó) la cuarta entrega. Ello implicaba dos cosas, uno, que no recordara mucho de aquella por lo que no puedo deducir si en la quinta "se sigue la historia" (aunque yo diría que sí) y, dos, que "Wrong Turn 5" no podía ser PEOR que "Wrong Turn 4". ¿O sí?.
Conocida por ser una saga que ofrece a su público aquello que más demanda, a saber, sangre y tetas, los arranques de todas las secuelas son siempre cañeros, auténticas declaraciones de principios. En este caso lo hacemos con un polvo dentro de una tienda de campaña, que -siguiendo a rajatabla los dictámenes del slasher- sufre un "coitus interruptus" gracias a una broma de los amiguitos de la pareja practicante. Todos juntos han ido hasta un pueblo de la américa profunda para asistir a un festival de rock que se celebra durante la noche de Halloween. Sin embargo (y a pesar de lo que nos hace creer la, en parte, engañosa caratula) no es este el escenario principal de la historia (de hecho, únicamente sirve para que veamos un par de bonitas tetas + polvo del modo más absurdamente gratuito del mundo... porque sí, sin ninguna clase de función ni sentido... ¡I like it, baby!), todo el "drama" se desarrolla en el mentado pueblo que, para la ocasión, y llegada la noche, parece únicamente habitado por los cinco personajes protagonistas. Total, que los jóvenes y el líder "normal" de la banda de caníbales (Doug Bradley, el "Pinhead" original, que lo único que hace durante toda la peli es reír) tienen un encontronazo con la policía y terminan encerrados en las celdas de la comisaría del pueblo, regentada por una voluntariosa sheriff. A partir de ahí la peli consistirá en el sangriento rescate que los caníbales hacen de su líder, dejando el lugar plagado de cadáveres.
Bien, no se puede negar que, de entrada, "Wrong Turn 5" tiene la sana intención de trasladar su campo de acción más allá de las montañas, y eso está bien. El problema es que ello no garantiza ninguna clase de mejoría. Vamos, es que, de hecho, no la hay. Puede que no sea TAN mala como la cuatro, pero le queda muy cerquita. Repitiendo ese "look" monótono y sin vida, así como los patéticos maquillajes de los mutantes, cada vez peores y más ridículos, lo único que al final puede ofrecernos "Wrong Turn 5" para tenernos contentos son muertes bien truculentas y sangrientas, casi ofensivas, y sí, en ese sentido lo logra, el problema es que, en su afán de resultar chocantes y originales, alcanzan cotas de absurdismo e inverosimilitud realmente estratosféricas. Los caníbales se toman tantas molestias para matar a sus víctimas, montando tinglados, trampas, trucos y triquiñuelas que, en fin, todo termina resultando altamente estúpido. Y ahí queda la cosa, porque el resto de la peli, cuando no hay sangre (que es 50% CGI y 50% látex, algo es algo) es tan aburrida... insípida... y sosa que, en fin, dan verdaderas ganas de darle al avance rápido, lo que supongo es algo bueno, porque eso mismo hacemos con los slashers de los 80 y las pelis porno... lo que pasa es que, claro, no me compares un slasher originario con esto porque, vamos, sería como intentar encontrar aspectos comunes entre las tetas de Elena Anaya y las de Alex De La Iglesia. Y no mola.
Para que os hagáis una idea del nivel que gasta "Camino Sangriento 5", os contaré un pequeño gag del inicio de la peli: Doug Bradley le corta la mano a una tia y seguidamente le mete un hachazo en el estómago, matándola. Una vez tendida en el suelo, el tipo le grita a sus caníbales de adopción: "Echadme una mano!"... ¿y qué hacen ellos?, coger la del suelo cortada y ofrecérsela. Sí amigos, puro ingenio.
Lo que se echa de menos en esta entrega, además de algo de imaginación y gracejo, son las dos muertes-estandarte de la saga, el descuartizamiento retorcidamente gráfico y espectacular y la flecha atravesando un ojo. Supongo que la culpa es del director, Declan O´Brien, responsable también de las tercera y cuarta partes (vamos, que él es el culpable de que la cosa descienda a ritmos alarmantes) y de nada menos que "Sharktopus". En funciones de productor encontramos al siempre curioso e interesante rey anónimo de la serie B, Phillip J. Roth.
Yo no sé ustedes, pero si hay una sexta, que la habrá, me lo pensaré dos veces antes de verla.
Conocida por ser una saga que ofrece a su público aquello que más demanda, a saber, sangre y tetas, los arranques de todas las secuelas son siempre cañeros, auténticas declaraciones de principios. En este caso lo hacemos con un polvo dentro de una tienda de campaña, que -siguiendo a rajatabla los dictámenes del slasher- sufre un "coitus interruptus" gracias a una broma de los amiguitos de la pareja practicante. Todos juntos han ido hasta un pueblo de la américa profunda para asistir a un festival de rock que se celebra durante la noche de Halloween. Sin embargo (y a pesar de lo que nos hace creer la, en parte, engañosa caratula) no es este el escenario principal de la historia (de hecho, únicamente sirve para que veamos un par de bonitas tetas + polvo del modo más absurdamente gratuito del mundo... porque sí, sin ninguna clase de función ni sentido... ¡I like it, baby!), todo el "drama" se desarrolla en el mentado pueblo que, para la ocasión, y llegada la noche, parece únicamente habitado por los cinco personajes protagonistas. Total, que los jóvenes y el líder "normal" de la banda de caníbales (Doug Bradley, el "Pinhead" original, que lo único que hace durante toda la peli es reír) tienen un encontronazo con la policía y terminan encerrados en las celdas de la comisaría del pueblo, regentada por una voluntariosa sheriff. A partir de ahí la peli consistirá en el sangriento rescate que los caníbales hacen de su líder, dejando el lugar plagado de cadáveres.
Bien, no se puede negar que, de entrada, "Wrong Turn 5" tiene la sana intención de trasladar su campo de acción más allá de las montañas, y eso está bien. El problema es que ello no garantiza ninguna clase de mejoría. Vamos, es que, de hecho, no la hay. Puede que no sea TAN mala como la cuatro, pero le queda muy cerquita. Repitiendo ese "look" monótono y sin vida, así como los patéticos maquillajes de los mutantes, cada vez peores y más ridículos, lo único que al final puede ofrecernos "Wrong Turn 5" para tenernos contentos son muertes bien truculentas y sangrientas, casi ofensivas, y sí, en ese sentido lo logra, el problema es que, en su afán de resultar chocantes y originales, alcanzan cotas de absurdismo e inverosimilitud realmente estratosféricas. Los caníbales se toman tantas molestias para matar a sus víctimas, montando tinglados, trampas, trucos y triquiñuelas que, en fin, todo termina resultando altamente estúpido. Y ahí queda la cosa, porque el resto de la peli, cuando no hay sangre (que es 50% CGI y 50% látex, algo es algo) es tan aburrida... insípida... y sosa que, en fin, dan verdaderas ganas de darle al avance rápido, lo que supongo es algo bueno, porque eso mismo hacemos con los slashers de los 80 y las pelis porno... lo que pasa es que, claro, no me compares un slasher originario con esto porque, vamos, sería como intentar encontrar aspectos comunes entre las tetas de Elena Anaya y las de Alex De La Iglesia. Y no mola.
Para que os hagáis una idea del nivel que gasta "Camino Sangriento 5", os contaré un pequeño gag del inicio de la peli: Doug Bradley le corta la mano a una tia y seguidamente le mete un hachazo en el estómago, matándola. Una vez tendida en el suelo, el tipo le grita a sus caníbales de adopción: "Echadme una mano!"... ¿y qué hacen ellos?, coger la del suelo cortada y ofrecérsela. Sí amigos, puro ingenio.
Lo que se echa de menos en esta entrega, además de algo de imaginación y gracejo, son las dos muertes-estandarte de la saga, el descuartizamiento retorcidamente gráfico y espectacular y la flecha atravesando un ojo. Supongo que la culpa es del director, Declan O´Brien, responsable también de las tercera y cuarta partes (vamos, que él es el culpable de que la cosa descienda a ritmos alarmantes) y de nada menos que "Sharktopus". En funciones de productor encontramos al siempre curioso e interesante rey anónimo de la serie B, Phillip J. Roth.
Yo no sé ustedes, pero si hay una sexta, que la habrá, me lo pensaré dos veces antes de verla.
sábado, 29 de diciembre de 2012
...Y AÚN MÁS CAMISETAS FARDONAS
Yo no iba a ser menos, y como por aquí nos gustan mucho las camis, ahí
van mis ultimas adquisiciones, aún por estrenar, y muchas de las cuales,
son regalitos navideños.
MÁS CAMISETAS MÁS FARDONAS
Hacer planes para el año nuevo suele ser siempre un absurdo, porque luego nunca sabes en realidad qué coño va a pasar... pero ello no es motivo para que no tenga UNA cosa clara en lo referente a este 2013 que se nos viene encima, y es que va a ser un año de MUCHA ELEGANCIA en mi vestuario... y si no, echen un ojo a las camisetas que he adquirido recientemente y que me convertirán en la envidia de todos cuando el calor comience a arremeter fatídicamente dentro de unos cuantos meses......
viernes, 28 de diciembre de 2012
MATANZA
Sobre la persona de Andy Milligan, ese director del cual,
sin duda alguna, es mucho más interesante su vida personal que cualquiera de
las películas que hizo, ya hemos hablado aquí en otras ocasiones, o en la
reseña de esta misma película en nuestro libro “Malas pero divertidas” firmada
por Naxo. Pero yo nunca había visto esta
película en concreto, posiblemente, la más conocida de cuantas hizo, que
incluso tuvo su edición en nuestro país en vhs. Y créanme cuando les digo, que
es una película para amar y odiar a partes iguales. En mi caso, la cosa me ha
acabado entusiasmando tras un tiempo odiándole por culpa de la película “Los hombres lobo están aquí”.
Una mansión alberga los espíritus de un joven matrimonio que
sin saber por qué, se suicida al comienzo de la película. A esta mansión llegan
de nuevas una parejita muy dicharachera y cariñosa, del montoncillo ella, feo y
grasiento con cierto aire a lo Joe Spinell, él. Pronto serán asediados por los poltergueist de
esa casa y deberán ingeniárselas para librarse de ellos, ya que deciden que no
quieren vender la casa.
Obviamente, la película está tomada muy en serio y sin ninguna
intención de causar simpatía al
espectador, eso queda claro. Es más, teniendo en cuenta que Milligan montaba
directamente en cámara, dios me libre de decir que es un gran director, pero
algo de idea tenía. Al final de la reseña les explicaré por qué trato de
excusarla un poco. Cuenta la película, con todos los elementos necesarios para
que la película llegara a dar un miedo atroz, a saber: discos que se ponen
solos, cuchillos que se caen del estante en las manos de la protagonista,
objetos que vuelan, apariciones espectrales, incluso sangre y vísceras… sin embargo,
el resultado es una de las más tristes comedias involuntarias de la serie Z. ¿Qué
es lo que pasa? Que obviamente, la falta de presupuesto y el exceso perjudica
seriamente una trama que no está ni tan mal.
Para empezar, los espíritus que dan por saco a nuestros
protagonistas son demasiado insistentes y pesados. Están todo el tiempo
haciendo de las suyas, ergo, como están haciendo acto de presencia cada dos
minutos, pronto nos acostumbramos a ellos. ¿Y cómo hacen acto de presencia? moviendo
cosas, sobretodo. Lo que pasa es que la cámara totalmente desenfocada, los
hilos que vemos enganchados a los objetos y los movimientos de estos, pausados,
y que se nota en todo momento que alguien tira de las cuerdas, no ayudan
demasiado en que nos metamos en situación,
y es inevitable que soltemos una risotada acompañada de un “¡venga, coño!”.
Por otro lado, esperando yo diálogos de los más besugo, me
encuentro con largas conversaciones intrascendentes, pero no del todo
delirantes, rollo culebrón, sobre el amor, la familia, el matrimonio y todas
esas cosas que obsesionaban a Milligan, pero en ningún momento son diálogos surrealistas.
Que no lo sean, lo único que consigue, es que todas esas escenas de diálogo
sean un absoluto peñazo… sin embargo, al final el tedio no es tanto, ya que
aguantamos la película perfectamente y miramos la película con interés, porque
la historia no está tan mal, y además disfrutamos un montón viendo como coloca
Milligan la cámara en el trípode y la gira 180 grados, con los traqueteos que
esto supone.
Atención también a la aparición de los espíritus… básicamente,
salen ellos tal cual, sin nebulosas ni artificios de ningún tipo.
En definitiva, que como serie Z desastrosa, me cautivó. Sin embargo, he aquí la prueba de que hay un público
para todo y los motivos por lo que no le sentencio como una absoluta mierda de
director: a la persona que la vio conmigo, conocedora de este tipo de películas,
y, supongo, muy en sus cabales, le
encantó la película, pero no como serie Z malísima. Le gustó porque pasó miedo,
le pareció entretenida, e incluso se tapaba la cara en las escenas más
sangrientas, incluida la celebre escena en la que a un individuo le abren las
tripas, y en lugar de estas, aparecen por el orificio unos suculentos espaguetis.
Y eso también convierte a esta película en algo raro y especial.
Ahora, esto es la etapa ochentera del director. De la
anterior etapa, si tienen curiosidad por ver algo, les diré que no tiene nada
absolutamente que ver con esto. Si quieren ver Milligan, lo suyo es que vean
esta, y olviden lo demás.
jueves, 27 de diciembre de 2012
DRAGON HEAD
Conocí de la existencia de este manga por su adaptación a película,
aunque aun no la he visto. Cuando conseguí una copia del filme decidí antes
leerme el manga original creado por Minetaro Mochizuki. Ya leído y terminado,
paso a contaros de que va y una pequeña opinión personal (como siempre, vamos)
Los chavales de un instituto de secundaria vuelven en el
tren bala a Tokio tras un viaje de fin de curso. Antes de entrar en un túnel,
Teru, el protagonista principal, ve desde su ventanilla una gran explosión. Una
vez que el tren ha entrado en el túnel este se viene abajo, provocando un gravísimo
accidente. Mueren todos los estudiantes salvo tres de ellos. El túnel está
ciego, no hay salida ni por delante ni por detrás. Los tres jóvenes esperaran a
ser rescatados, pero con el paso de los días, la oscuridad, estar rodeados de
sus compañeros y profesores muertos, y un aumento significativo de la temperatura
les volverá paranoicos e incluso llevara a alguno a la locura. Este es el
principio de la historia, y si bien podría suceder todo dentro del túnel, al de
unos cuantos números los jóvenes consiguen salir de allí, pero lo que se
encuentran en el exterior no es mejor de lo que dejaron en aquel túnel oscuro.
El panorama es desolador, todo está cubierto por una capa de cenizas y lodo, y
en el horizonte se ve una extraña nube gigantesca que va enterrándolo todo. Los
terremotos se suceden uno tras otro, y la ayuda que los chicos protagonistas
esperaban encontrar no aparece por ningún lado, ni siquiera encuentran a
personas vivas, y cuando las encuentran, mejor que no lo hubieran hecho, ya que
como se ha dicho en mil y una obras literarias y cinematográficas, el peor
enemigo del hombre, es el propio hombre.
Todo el manga trata sobre el miedo, y el poder de este para
influir en las personas y convertirlas en verdaderos monstruos, en dementes o
luchadores hasta lo imposible. Cando todo lo que conocías ha desaparecido,
cuando ya no queda ni un rasgo mínimo de gobierno o sociedad, cuando todo se ha
ido al garete, es cuando la humanidad suele salir a flote o justo lo contrario,
el egoísmo mas encarnado. Muchísimo más de lo segundo que de lo primero
encontraremos en Dragon Head, tratándose de un manga de terror psicológico, es
normal, aunque en situaciones similares, véanse tsunamis, terremotos y demás catástrofes
naturales, bien podemos conocer por las noticias las historias de altruismo de personas
que ayudan a otras sin conocerse de nada, pero lo que desconocemos por no estar
en situación, es todos los momentos tensos y violentos que los supervivientes
pueden sufrir por conseguir un poco de agua potable, por ejemplo.
Personalmente la historia me ha gustado mucho, así como el
dibujo, que está muy bien llevado y representa muy bien la soledad y el agobio
de los personajes, con esos parajes destruidos y completamente abandonados. La única
pega que le pongo es que en ciertos momentos alarga demasiado las acciones,
supongo que esto era para llegar al número de páginas que se le exigían a
Mochizuki entregar semanalmente. Y es que para subir unas escaleras puede que
tengamos cuatro páginas, pero en cambio para un viaje de varios kilómetros se
lo ventile en dos. No es que sea más importante esa escena de subir escaleras
para crear tensión, porque no la hay en ese momento, y en cambio si ocurren
muchas cosas durante el viaje. Pero lo dicho, lo más seguro es que fuera por
exigencias de la editorial.
Si te gusta el género de catástrofes te gustara, si además también
te gusta el post-apocalíptico, también, porque tiene las dos cosas.
CALLES SALVAJES
Verano en Torredembarra. Solía ir cada año a pasar quince días en casa de mi amigo Dani. Nada más llegar al pueblo, el coche se detuvo delante del cine para ver qué daban y, si se prestaba, acudir ese mismo fin de semana. "Dan una que se llama "Calles Salvajes"". "Guau", pensé, "Esa ha de ser muy heavy". Poco tiempo tuve de fantasear. La madre de Dani corrió a soltar la sentencia: "No, esa no la veréis, estas películas son muy violentas". El coche arrancó y nos alejamos de allí. Tuve que esperar unos años para poder comerme "Calles Salvajes", en formato VHS, claro, el mismo con el que la revisé ayer por la noche.
Todo comienza con el encontronazo, algo tonto, entre una panda de macarras punkis que llevan emblemas de "The Damned" en sus chupas y un grupito de golfas deslenguadas, pero de buen corazón, capitaneadas por una Linda Blair luciendo, a través de una prenda fina y bien ceñida, sus imponentes pechotes (papel este inicialmente previsto para la frontman del grupo "The Runaways"). La acompaña una jovencita Linnea Quigley pre-Scream Queen en el papel de sordomuda empalagosamente inocente y monjil. El caso es que el mentado encontronazo empeora mucho cuando los macarras violan a la virginal muchacha. Y se dispara del todo cuando se cargan a una de las chicas de la pandilla, nada menos la que estaba en estado y lista para contraer matrimonio (que sí, que muy chulonas y callejeras ellas, pero cuando se trata de casarse, por la iglesia y con el vestido más blanco de todos). Como no podía ser de otro modo, la ex-niña exorcisada pillará una ballesta (incómoda cuando se trata de vengarse, aunque muy "cool") e irá a por los malotes.
Probablemente la madre de mi amigo tenía razón, "Calles Salvajes" nos hubiera impactado mucho en 1984 por sus elementos crudos y ultra-violentos. Era todo muy "joputa", como se estilaba entonces. El problema es que los años no pasan en balde y la pobre ha envejecido mal. Ahora es casi ridícula. Por lo menos, la que sí da un poco de pena/risa es la amiga Linda luciendo esa pose de chuloputas y ese vestuario pretendidamente golfo (aunque lo compensa dándose un baño en pelota picada y mostrándonos esas tetazas que, de tan grandes, flotan en el agua). Tampoco pasan exámen los típicos diálogos "supuestamente juveniles y pasotistas" de los macarras, así como su actitud exagerada de continuo cachondeito y descerebre. Y como ocurre en casi todas las pelis de la época que intentaban retratar un ambiente alternativo entre punkero y nuevaolero, las canciones "rockeras" de la banda sonora son horriblemente pastelosas, así como la banda que aparece tocando en un escenario... algo que desde que tengo uso de razón, me lleva siempre a la misma pregunta: "¿Pero cómo pueden todos bailar con tanta entrega y diversión una música tan aburrida y monótona?". Misterios del cine juvenil de los ochens.
Pero no seamos tan duros con "Calles Salvajes", dejando de lado todas esas apreciaciones (y una fotografía ultra-oscura, aunque tal vez sea cosa de la edición VHS), la peli se deja ver y entretiene razonablemente, a pesar de que el clímax final se eternice innecesariamente. Digamos que es un compendio entre varios de los temas recurrentes del "exploit" de la década: aulas turbulentas, bandas callejeras en conflicto y un poco de "rape and revenge". Muy completa, y pasable para un visionado casual.
Junto a Linda Blair y la Quigley, encontramos al carismático John Vernon y a la neumática (y muy atractiva) Rebecca Perle, que volvería a mostrar sus encantos en "En la cuerda floja" y "Vampiro del espacio". Como dato curioso, señalar que en un principio "Calles Salvajes" iba a dirigirla Tom DeSimone, responsable de "Hell Night", de nuevo con Linda Blair, pero por alguna razón desconocida fue sustituido. Con todo, su hermano Bob sí aparece en la peli, en un rol segundón de profe, y haría tan buenas migas con el sustituto que actuaría también en su siguiente peli, la muy recuperable "Viernes 13 - 5ª parte", haciendo de ambulanciero farlopero. Les hablo del malogrado Danny Steinman.
Danny Steinman, que curiosamente falleció hace escasos días (el 18 del mes en curso), es un personaje muy interesante. Venía del porno (¡como Tom DeSimone!, por lo visto era lo normal entonces) y se metió en el cine más o menos "standard" con el aburrido pseudo-slasher "Gemidos en la oscuridad" (que firmó con pseudónimo). De ahí pasó a la peli hoy comentada y la quinta entrega de las aventuras de "Jason Voorhees". Esta última, aunque funcionó bien en taquilla, fue muy mal recibida por todo el mundo. De hecho, se la considera la peor... y no por su acabado, sino por sus intenciones. Se dice de ella que tiene una estructura totalmente de peli pornográfica, que es la que más crímenes ofrece (al menos hasta entonces) y la más amoral (recordemos que una de las chicas moría de un machetazo en el coño, cosa esta luego censurada). Yo opino que era la más honesta de las secuelas del clásico de Sean S. Cunningham, por ser la que se dejaba de monsergas y daba a los fans de la franquicia lo que queríamos ver, un tio con una máscara matando con saña a todo quisqui (aunque luego resultara que ese tío no era quien debía ser). Sin embargo, los incontables problemas que hubieron durante el rodaje, así como todo lo narrado, hundieron la carrera de Steinman, que nunca más volvería a dirigir. Dicen que también influyó un grave accidente de bicicleta, y que estuvo en la lista de posibles directores para un primer remake de "La última casa a la izquierda" finalmente pospuesto... y es una pena, porque una revisión de ese clásico del cine chungo en manos de este señor seguro que hubiera sido mucho más cabrona y retorcida que lo que finalmente se estrenó. RIP.
Todo comienza con el encontronazo, algo tonto, entre una panda de macarras punkis que llevan emblemas de "The Damned" en sus chupas y un grupito de golfas deslenguadas, pero de buen corazón, capitaneadas por una Linda Blair luciendo, a través de una prenda fina y bien ceñida, sus imponentes pechotes (papel este inicialmente previsto para la frontman del grupo "The Runaways"). La acompaña una jovencita Linnea Quigley pre-Scream Queen en el papel de sordomuda empalagosamente inocente y monjil. El caso es que el mentado encontronazo empeora mucho cuando los macarras violan a la virginal muchacha. Y se dispara del todo cuando se cargan a una de las chicas de la pandilla, nada menos la que estaba en estado y lista para contraer matrimonio (que sí, que muy chulonas y callejeras ellas, pero cuando se trata de casarse, por la iglesia y con el vestido más blanco de todos). Como no podía ser de otro modo, la ex-niña exorcisada pillará una ballesta (incómoda cuando se trata de vengarse, aunque muy "cool") e irá a por los malotes.
Probablemente la madre de mi amigo tenía razón, "Calles Salvajes" nos hubiera impactado mucho en 1984 por sus elementos crudos y ultra-violentos. Era todo muy "joputa", como se estilaba entonces. El problema es que los años no pasan en balde y la pobre ha envejecido mal. Ahora es casi ridícula. Por lo menos, la que sí da un poco de pena/risa es la amiga Linda luciendo esa pose de chuloputas y ese vestuario pretendidamente golfo (aunque lo compensa dándose un baño en pelota picada y mostrándonos esas tetazas que, de tan grandes, flotan en el agua). Tampoco pasan exámen los típicos diálogos "supuestamente juveniles y pasotistas" de los macarras, así como su actitud exagerada de continuo cachondeito y descerebre. Y como ocurre en casi todas las pelis de la época que intentaban retratar un ambiente alternativo entre punkero y nuevaolero, las canciones "rockeras" de la banda sonora son horriblemente pastelosas, así como la banda que aparece tocando en un escenario... algo que desde que tengo uso de razón, me lleva siempre a la misma pregunta: "¿Pero cómo pueden todos bailar con tanta entrega y diversión una música tan aburrida y monótona?". Misterios del cine juvenil de los ochens.
Pero no seamos tan duros con "Calles Salvajes", dejando de lado todas esas apreciaciones (y una fotografía ultra-oscura, aunque tal vez sea cosa de la edición VHS), la peli se deja ver y entretiene razonablemente, a pesar de que el clímax final se eternice innecesariamente. Digamos que es un compendio entre varios de los temas recurrentes del "exploit" de la década: aulas turbulentas, bandas callejeras en conflicto y un poco de "rape and revenge". Muy completa, y pasable para un visionado casual.
Junto a Linda Blair y la Quigley, encontramos al carismático John Vernon y a la neumática (y muy atractiva) Rebecca Perle, que volvería a mostrar sus encantos en "En la cuerda floja" y "Vampiro del espacio". Como dato curioso, señalar que en un principio "Calles Salvajes" iba a dirigirla Tom DeSimone, responsable de "Hell Night", de nuevo con Linda Blair, pero por alguna razón desconocida fue sustituido. Con todo, su hermano Bob sí aparece en la peli, en un rol segundón de profe, y haría tan buenas migas con el sustituto que actuaría también en su siguiente peli, la muy recuperable "Viernes 13 - 5ª parte", haciendo de ambulanciero farlopero. Les hablo del malogrado Danny Steinman.
Danny Steinman, que curiosamente falleció hace escasos días (el 18 del mes en curso), es un personaje muy interesante. Venía del porno (¡como Tom DeSimone!, por lo visto era lo normal entonces) y se metió en el cine más o menos "standard" con el aburrido pseudo-slasher "Gemidos en la oscuridad" (que firmó con pseudónimo). De ahí pasó a la peli hoy comentada y la quinta entrega de las aventuras de "Jason Voorhees". Esta última, aunque funcionó bien en taquilla, fue muy mal recibida por todo el mundo. De hecho, se la considera la peor... y no por su acabado, sino por sus intenciones. Se dice de ella que tiene una estructura totalmente de peli pornográfica, que es la que más crímenes ofrece (al menos hasta entonces) y la más amoral (recordemos que una de las chicas moría de un machetazo en el coño, cosa esta luego censurada). Yo opino que era la más honesta de las secuelas del clásico de Sean S. Cunningham, por ser la que se dejaba de monsergas y daba a los fans de la franquicia lo que queríamos ver, un tio con una máscara matando con saña a todo quisqui (aunque luego resultara que ese tío no era quien debía ser). Sin embargo, los incontables problemas que hubieron durante el rodaje, así como todo lo narrado, hundieron la carrera de Steinman, que nunca más volvería a dirigir. Dicen que también influyó un grave accidente de bicicleta, y que estuvo en la lista de posibles directores para un primer remake de "La última casa a la izquierda" finalmente pospuesto... y es una pena, porque una revisión de ese clásico del cine chungo en manos de este señor seguro que hubiera sido mucho más cabrona y retorcida que lo que finalmente se estrenó. RIP.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
LOS MERCENARIOS 2
Stallone vuelve a juntar a su panda de amigos y se ruedan
una segunda parte de Los Mercenarios, que al no tener que presentar personajes
va mucho más fluida y la acción es más satisfactoria. En esta ocasión las
labores de dirección las lleva a cabo Simon West, quedando Stallone libre para
actuar, o lo que es lo mismo en su caso, poner caritas, hacer chistes malos y
repartir unos cuantos kilos de ostias.
Principales diferencias con la anterior entrega, Jet Li solo
aparece al principio, Mickey Rourke, no está ni en los créditos, pillan a una
china para sustituir a Li, Schwarzenegger y Willis tienen algo más de papel, aparece
Chuck Norris en una especie de cameo alargado, y el villano de turno lo
interpreta Van Damme. La historia es lo de menos, pero como sino metes una en
un guion siempre habrá alguien que se enfade, pues meten la primera parida que
se les ocurre. Stallone tiene una deuda pendiente con Willis, si este y su
equipo recuperan una carga de un avión que ha sido derribado, la deuda quedara
saldada. En la operación les encasquetan a la china que comentábamos antes, y
cuando llegan al avión, el grupo terrorista de Van Damme les roban la carga y
matan al francotirador de los mercenarios (un chaval joven que meten en el
grupo para poder matarlo y así tener un venganza que llevar a cabo) Tras el
asesinato del joven, Stallone y sus chicos perseguirán al grupo de Van Damme
para zurrarles la bandana. Y eso es todo.
El guion no será nominado al oscar (ni falta que le hace)
pero el espectador, se lo pasara más que bien con las bromas y chascarrillos
chorras de los protagonistas. Las peleas y tiroteos tampoco están nada mal, y
la pelea final entre Stallone y Van Damme sin ser nada del otro mundo, cumple
perfectamente con su papel de clímax final. Una nota curiosa que no se si sería
cosa mía o es que realmente paso así. Al principio del filme Statham hace
muchos gestos con las manos, y hace un gesto típicamente chino, que es
señalarse a sí mismo cuando dice algo que se refiere a sí mismo. No sé si seria
por estar cerca de actores orientales, que como nos pasa a muchos cuando vamos
a una zona donde hay un acento muy marcado, se nos pega, pues algo parecido
pero con los gestos. Puede que sea cosa mía, pero cuando veáis la película,
fijaros en las escenas del principio cuando habla con Stallone mientras están en
el avión. Pero ojo que igual es cosa mía.
Deseando que se haga ya mismo la tercera entrega en la que
ya se rumorea como confirmados (ya veremos más adelante) a Nicolas Cage y
Jackie Chan. El que parece que se hace de rogar es Steven Seagal. De Harrison
Ford y Clint Eastwood ya se puede ir olvidando Stallone y todos nosotros,
porque no aceptaran ni jartos de grifo, y es una lástima, porque la saga
Mercenarios no será lo máximo en calidad y arte, pero como reunión pajera de
los reyes del musculo, vale mucho.
martes, 25 de diciembre de 2012
ESQUIZOFRENIA
En los “Home vídeos” Mexicanos, que como siempre digo,
sustentan el grueso de la cinematografía del país, a parte de cine narco, otro
de los géneros que mas se estila es el de terror. Y ahí es donde debemos darle
la importancia que merecen los “Renés Cardonas Terceros” y demás, directores
todos más malos que el hambre, pero que comparados con la fauna que pulula por
esos lares, está claro que son los mejores en su especie, ya que al menos saben
contar historias y como rodarlas. Por eso, dentro de los “Home vídeos”,
filmados mayormente en vídeo, tenemos cosas más o menos visibles y de acabado
semi-profesional, como son todas estas películas de los Cardonas, o los
desbarajustes de corte totalmente amateur, como son los últimos productos para
lucimiento de Alfonso Zayas, dentro de los parámetros de la comedia, o la película
que nos ocupa.
Conocida también con el título anglosajón de “Deep Fears” (váyanse
ustedes a saber por qué carajo), la película trata de ser un thriller psicológico
al estilo norteamericano, pero que se queda en una cosa poco menos que risible.
Parece imposible hacerlo, pero consiguen que sin saber nada de la película, el
espectador adivine, nada más ver al protagonista, lo que le va a ocurrir. Y
acierta a la primera, pero no porque luego la trama se desarrolle de tal manera
que vayamos comprendiendo que tenemos razón… nada de eso, cuanto mas avanza la
trama, llena de “flash backs” y montaje descolocado, más vamos dudando de si lo
que hemos intuido nada más comenzar es cierto o no. Sabemos que tenemos razón,
porque al final nos muestran lo que habíamos intuido al principio, pero el
desarrollo de la película es confuso hasta el fin. Ya digo, una cosa de locos,
tan mala, que parece mentira que nada más ver a un actor, sepamos ya de que va
el asunto. Eso no deja de tener su mérito ¿no creen?
La cosa es más o menos así: Presenciamos un asesinato de un
hombre al que no vemos con claridad hacia una mujer. Pronto la acción nos
muestra a un policía que entra en el lugar del asesinato, y encuentra el cuerpo
muerto de la mujer, el cuerpo muerto del supuesto asesino, y a un individuo que
con una pistola apunta al cuerpo muerto del supuesto asesino. La cámara sube hasta
su cara y le dice al policia “Tranquilo, yo también soy policía” y le enseña la
placa… ¡En ese mismo momento ya sabemos que el asesino es ese supuesto policía!
¡No puede ser posible! Lo es. El resto de la película vemos como el prota, ve
alucinaciones y se nos muestra un trauma que tiene sobre una esposa suya que le
hizo no se qué, y desde entonces va matando a toda aquella que le recuerda a
ella, o sea a todas. Vamos, un pifostio de mierda, que para más inri es
aburrido de pelotas.
Ahora, hay que quitarse el sombrero: El prota, el tal
Salvador Servoni, es un galán ya talludito que en un afán de hacerle parecer más
joven, le han plantado en la cabeza una peluca que canta por soleares. Además,
de que es feo de pelotas, pero no mucho si lo comparamos con el resto del
reparto. En mi vida he visto una película con gente más fea, y féminas en pose
sexy mas viejas y poco apetecibles que las que salen en esta abominación de película.
Eso es otro de sus dudosos logros.
Técnicamente, la factura nada tiene que envidiar a cualquier
cosa que hagas tú en tu casa con una mini-dv y montando en un p.c, salvo por el
estilo que se gasta el director, el tal Oscar González Iñiguez, que para dotar
de tensión las escenas más intensas, no se le ocurre otra cosa que mover la cámara
mucho y acompañar estos movimientos con los del zoom hacia delante y hacia atrás
sin ningún sentido, cosa que por otro lado me parece maravillosa.
¿El problema? el de siempre: son incapaces de hacer algo mínimamente
entretenido, por lo que todo los bueno/malo que tiene esta película, se va por
la taza del váter como buena mierda que es.
Mejor perder el tiempo leyendo esta reseña que viendo la película.
lunes, 24 de diciembre de 2012
PUNTO LIMITE
Telefilme de alto copete para
la televisión por cable en el que a parte de darle de comer al gran Andrew DiceClay, que para esta ocasión se quita el “Dice” ( significa “dado”) del nombre,
supongo que para darle más seriedad al asunto, intenta lanzarle en registros
más serios de los que nos tiene acostumbrados, y sin salirnos del cine de
acción, se le brinda la oportunidad de interpretar a un despiadado y sádico
terrorista que secuestra a las participantes de “Miss Galaxy” (una suerte de
Miss Mundo ficticio) y toma el hotel donde se celebra, poniendo como
condiciones que le traigan 5 millones de dólares en diamantes. Durante el periplo
se carga a un buen puñado de personas a base de bombas o de disparos con
cualquier tipo de armamento. En la parte positiva tenemos a Robert Davi
interpretando a un guardaespaldas ¡cojo y con garrota! que en un despiste se
separa se su cliente, una de las participantes del certamen, y tiene que
colaborar con la policía desde el exterior del hotel. Con lo que no cuenta
nuestro terrorista, es que la presentadora del certamen, a la que también tiene
secuestrada, es una importante artista marcial, una especie de Cinthya Rothrock
que hace películas de acción y que en consecuencia reparte leches como panes,
así que ella solita, prácticamente, se hará con el control de la situación.
La peli es lo que es, un
producto televisivo para hacer pasar al espectador medio un ratillo entretenido
con sus tiros, sus explosiones y su falta de pretensiones, que desde luego
consigue sus propósitos.
Ahora, que la heroína sea una
de las secuestradas… para matarlos. Máxime cuando ni siquiera se trata de una
actriz de acción, si no de una ya
talludita playmate llamada Shannon Tweed, que muestra el palmito que le queda y
que como no sabe pelear, en las escenas de lucha, que las hay y bastantes, la
señora queda bastante en ridículo, puesto que no sabe pegar, y la lentitud de
sus movimientos le delatan. Andrew Dice
Clay, que también pega un par de patadas, tampoco está muy ducho en las escenas
de pelea, la verdad.
También tenemos por ahí, como
esbirro del jefe de los terroristas a Rody Pipper “El Gaitero”, que resulta
curioso, también, el comprobar que un “Westler” como el, funciona en las
pantomimas dentro de un cuadrilatero, pero que delante de una cámara, es
también bastante torpe.
Pero quitando esas horrorosas
coreografías diseñadas, obviamente, por alguien poco acostumbrado a hacerlas,
la película se soporta de maravilla, a pesar de que Andrew Dice Clay, no suelte
sus estúpidos chascarrillos cada dos por tres.
En las labores de dirección
tenemos, mira tu que curioso, a Paul Lynch, cuyos trabajos más destacables
serían el clásico del “Slasher” “Prom Night” y “Humongous”, para luego basar
casi la totalidad de su carrera en trabajar para la televisión rodando episodios
sueltos de series tan variopintas como “Luz de luna, “Robocop”, “Mike Hammer” o
“Más allá de los limites de la realidad”.
Un par de años más tarde, se
rodó la secuela del telefilme “No contest II”, también por parte del señor
Lynch, que ya no llegó a nuestros video-clubs, y que solo cuenta con el
protagonismo de Shannon Tweed, por lo que el interés que genera la película es…
ninguno.
¡Ah! Y no confundir con
“Punto limite cero”.
domingo, 23 de diciembre de 2012
GET CARTER
Voy a ser muy escueto con esta reseña, porque tampoco hay
mucho que decir… sobre la decadencia desde 1998 hasta 2006 de Stallone ya está
todo dicho aquí y aquí.
Sin embargo había quien me comentaba, que de esta etapa,
“Get Carter”, era un poquito mejor que las otras, que se podía ver. Bien, a mí
me parece la peor de todas, un absoluto coñazo muy, muy difícil de ver.
Se trata de un remake del “Get Carter” de 1971 interpretado
por Michael Caine y dirigido por Mike Hodges. Podemos hablar de un pequeño
clásico del cine de acción.
Sin embargo esta versión con Stallone, es un absoluto
coñazo. Básicamente es una película de acción, sin acción en la que Stallone se
tira toda la película yendo de aquí para allá, preguntando muchas cosas y
hablando (o mejor dicho dejando hablar) a un montón de personas. Y es que
interpreta a un asesino a sueldo que tras la muerte de su hermano cambia el
chip, decide hacer algo con su vida y se va por ahí a ver si descubre quien
mató a su hermano del alma.
Me sorprende que una producción Warner, sea tan, tan coñazo
y tan mala.
Junto a Stallone tenemos a Mickey Rourke como malo malísimo,
Miranda Richardson y Alan Cumming.
Dirigiendo a Stephen Kay, que cuando no hace de actor en
series de televisión dirige películas, siendo el responsable de cosas como
“Boogeyman: La puerta del miedo”. Pero la mayor parte de su carrera se
desarrolla en ámbitos televisivos.
Nada más que decir.
sábado, 22 de diciembre de 2012
AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (28): "DIAMANTES QUE HUELEN A MIERDA (INCLUIDO EL TOPACIO)"
"The Zero Boys" era una película de mediados de los 80 dirigida por el griego afincado en la (cara oculta de la) meca del cine, Nico Mastorakis. Narraba la historia de un grupo de chavalotes que se van de fin de semana a jugar al juego de la supervivencia y la cosa termina convertida en todo menos en, eso, un juego. Durante su época era un título muy recurrente en los video-clubs, pero yo nunca lo alquilé. No sé, no me atría. La vería finalmente bastantes años después y me quedaría frito durante su desarrollo. Vamos, que era bastante sosa y aburrida. Puede que lo intente de nuevo... pero lo dudo.
Y como todo buen producto de segunda que se precie, lo mejor estaba en su llamativa caratula...
Y como todo buen producto de segunda que se precie, lo mejor estaba en su llamativa caratula...
Esta es la alemana, pero guarda muy pocas diferencias con la que anduvo por nuestras tierras. Son casi idénticas.
Tan chula les quedó, que terminaría sirviendo de material de expolio para los desvergonzados caraduras de siempre, caraduras como los de "Soho Video" quienes, no solo acostumbraban a editar cosas chusqueras, o piratas, sino que ya solían sacarse de la manga caratulas de estas de recorta y pega que tanto nos mola analizar. Como la que sigue...
En este caso, "Los mercenarios de los diamantes" no es ninguna serie Z. En realidad se titula "Killer Force" (vamos, ¡igual que el titulo español!) y fue dirigida por el reputado Val Guest (responsable de las dos primeras aventuras del Dr.Quatermass) en 1976. Es un thriller de acción con ladrones de joyas que se dan yoyas y se traicionan, esas cosas, y cuenta con un florido reparto muy de su epoca y que bien podéis apreciar en la caratula de "Soho Video".
Otra cosa que podéis apreciar es, sí, a los "Zero Boys" al completo recortados de su caratula original y pegados ahí, justo debajo de la papada de Telly Savalas, contolmorro. Evidentemente, la foto del calvo, así como las imágenes de atrás, estoy seguuuuro que petenecen a cualquier otra peli o telefilm antes que a "Los mercenarios de los diamantes", pero ¿¿a cuales??.
Y ya que hablamos de imágenes de la parte de atrás, echad un ojo a lo que sigue...
Otra cosa que podéis apreciar es, sí, a los "Zero Boys" al completo recortados de su caratula original y pegados ahí, justo debajo de la papada de Telly Savalas, contolmorro. Evidentemente, la foto del calvo, así como las imágenes de atrás, estoy seguuuuro que petenecen a cualquier otra peli o telefilm antes que a "Los mercenarios de los diamantes", pero ¿¿a cuales??.
Y ya que hablamos de imágenes de la parte de atrás, echad un ojo a lo que sigue...
Me encanta hablar mal de Paul Naschy. Igual que a él le encantaba hablar mal de todo el mundo. Creo que está y estuvo muy sobrevalorado y que todas sus pelis eran una mierda muy aburrida. Pero puesto que se supone que está mal hablar de los difuntos, me quedaré aquí y me centraré en analizar la caratula que acabamos de ver, una edición ultra-cerda y mega-cutre de "La furia del hombre lobo" cortesia de "Topacio Home Video", producto Naschyano del año 72 dirigido (es un decir) por José María Zabalza. Según tengo entendido, para su confección se usaron escenas de otras pelis lobunas del amigo Jacinto, por lo que el resultado final fue un cristo de tres pares de cojones. Eso no importa, lo que importa es descubrir que una de las imágenes de la parte trasera está sacada, tal cual, de la caratula de "The Zero Boys", concretamente la del tio del jersey blanco en pleno arrebato mortal. Hay que ver lo que dio de si la puñetera película del puñetero griego!!!.
Una vez más, está claro que el resto de imágenes tampoco pertenecen al film de Zabalza, aunque no estoy seguro de donde pudo sacarlas el diseñador. La del rostro rodeado de manos me recuerda mucho mucho al "Mutant" de John Bud Cardos, aunque desafortunadamente no lo puedo confirmar (sí, la tengo en VHS, pero no me apetece NADA verla entera solo para comprobarlo). Si alguien puede echar un poco de luz sobre este misterio tan tonto, que la eche... y de paso, nos diga también a qué peli pertenece ese especie de monstruo con cara de diarrea que aparece en la portada, ¡gracias!.
Una vez más, está claro que el resto de imágenes tampoco pertenecen al film de Zabalza, aunque no estoy seguro de donde pudo sacarlas el diseñador. La del rostro rodeado de manos me recuerda mucho mucho al "Mutant" de John Bud Cardos, aunque desafortunadamente no lo puedo confirmar (sí, la tengo en VHS, pero no me apetece NADA verla entera solo para comprobarlo). Si alguien puede echar un poco de luz sobre este misterio tan tonto, que la eche... y de paso, nos diga también a qué peli pertenece ese especie de monstruo con cara de diarrea que aparece en la portada, ¡gracias!.
viernes, 21 de diciembre de 2012
AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (27): "ROBERT DE NINJA"
"El regreso del ninja" está dirigida por Jimmy Wang y protagonizada por Jimmy Wang Yu (¿ese Yu de más, significa que es el primo del director o él que se lo ha puesto para diferenciar sus tareas de actor con las de director?) y John Laum. El caso es que no la he visto... ni tengo intención alguna de hacerlo. A mi las pelis de ninjas que me gustan son las que sale Sho Kosugi o las que producía Joseph Lai. Pero ya está.
Sin embargo, el otro día localicé su carátula y vi algo que me llamó poderosamente la atención. Veánla....
Sin embargo, el otro día localicé su carátula y vi algo que me llamó poderosamente la atención. Veánla....
¿Lo han notado?. ¿Sí?. ¿No?. Bueno, si la respuesta es negativa, ahora miren esta foto...
¿Qué?, ¿mejor?. Pues sí, creo que no desvarío si afirmo sin rubor que el ilustrador de la caratula de "El regreso del ninja" tomó esta imagen de Robert De Niro en "El Cazador" como inspiración para poner medio-rostro a su ninja protagonista.
Para estar más seguros, pongámoslas junticas...
Para estar más seguros, pongámoslas junticas...
Descarao, ¡hasta la sangre de la ceja!. El caso es que no deja de resultar curioso y, en cierto modo, premonitorio, viendo cómo ha ido evolucionando la carrera del prestigioso actor los últimos años, aceptando protagonizar toda clase de productos así como más de segunda (¡incluso una española!) que poco lustre aportaban a su envidiable curriculum. Dicho de otro modo, que como siga así, no resultaría tan descabellado encontrarnos a De Niro haciendo de ninja... y ¡para "Asylum"! toma ya. Sin compasión.
Últimamente han caído en mis manos muchas caratulas de estas sorprendentes, repletas de trapicheos sucios y demostraciones de poca vergüenza que, a buen seguro, harán las delicias de todos ustedes. Así que sigan visitándonos. En breve, more.
Últimamente han caído en mis manos muchas caratulas de estas sorprendentes, repletas de trapicheos sucios y demostraciones de poca vergüenza que, a buen seguro, harán las delicias de todos ustedes. Así que sigan visitándonos. En breve, more.
jueves, 20 de diciembre de 2012
FÓLLAME
Mucho se ha hablado ya sobre “Fóllame”, y la controversia que causó en su momento. Todos sabemos ya que está basada en una novela de Virginie Despentes y que fue co-dirigida por esta y por la actriz porno Coralie Trinh Thi, y que con actores porno en su reparto, se puede catalogar de una película porno con argumento, o se puede contar que la pobre Karem Lancaume se suicidó 5 años después... Bla, bla, bla… que si la violencia, que si hay calidad dentro del mundo de la pornografía… Todo eso está muy bien, pero yo la vi en el momento de su estreno y me gustó, y ahora quería ver como ha sobrevivido trece años después.
Cuenta la historia de una prostituta y una ex actriz porno las pasan canutas, pierden la cabeza y se montan en un coche con el fin de follarse a tíos, matarlos, robar, y matar otra vez. A todo aquél que se les ponga por delante. Sin un criterio muy sólido. Y la película sobrevive perfectamente. Me gusta su look (esto lo que más), me gusta su argumento, su violencia, y el porno explícito que contiene, que sin llegar a ser excesivo, consigue excitarme más que cualquier película porno destinada a ese fin. Como no ponerse cachondo cada vez que Raffäela Anderson se rompe los pantys cuando se va a follar a alguno. Luego, en ese aspecto, igual les salió el tiro por la culata a sus directoras, si es que pretendían hacer una película profunda… Porque eso si, la película no es ni profunda, ni intelectualoíde. Es más tirando a cutrecilla, y maravillosamente amateur, con sus errores de raccord, su cámara en mano y sus movimientos bruscos. Y para pajas, ya lo creo que sirve. Y además en un intento de resultar una película asquerosamente feminista, tampoco logra su propósito. Capan a los tíos que se follan, de acuerdo, pero estos bien que se corren en su culo o las follan la boca.
Pero en definitiva: La película no cumple con ninguna de las intenciones de sus directoras, y es mejor que eso sea así, porque al final lo que tenemos es una película de género, con mucha mentalidad “Explotation”, aunque las directoras huyeran de la palabra porno (de hecho es una peli porno) para esta película. Vamos, que les ha salido de puta madre… pero les ha salido de pura potra. No es poco.
Cuenta la historia de una prostituta y una ex actriz porno las pasan canutas, pierden la cabeza y se montan en un coche con el fin de follarse a tíos, matarlos, robar, y matar otra vez. A todo aquél que se les ponga por delante. Sin un criterio muy sólido. Y la película sobrevive perfectamente. Me gusta su look (esto lo que más), me gusta su argumento, su violencia, y el porno explícito que contiene, que sin llegar a ser excesivo, consigue excitarme más que cualquier película porno destinada a ese fin. Como no ponerse cachondo cada vez que Raffäela Anderson se rompe los pantys cuando se va a follar a alguno. Luego, en ese aspecto, igual les salió el tiro por la culata a sus directoras, si es que pretendían hacer una película profunda… Porque eso si, la película no es ni profunda, ni intelectualoíde. Es más tirando a cutrecilla, y maravillosamente amateur, con sus errores de raccord, su cámara en mano y sus movimientos bruscos. Y para pajas, ya lo creo que sirve. Y además en un intento de resultar una película asquerosamente feminista, tampoco logra su propósito. Capan a los tíos que se follan, de acuerdo, pero estos bien que se corren en su culo o las follan la boca.
Pero en definitiva: La película no cumple con ninguna de las intenciones de sus directoras, y es mejor que eso sea así, porque al final lo que tenemos es una película de género, con mucha mentalidad “Explotation”, aunque las directoras huyeran de la palabra porno (de hecho es una peli porno) para esta película. Vamos, que les ha salido de puta madre… pero les ha salido de pura potra. No es poco.
CUENTOS DE ULTRATUMBA
Hace escasos días, cuando comentábamos la película "Condenados de ultratumba", les advertía de que no la confundieran con, justamente, otra producción "Amicus" de parecido título e intenciones, esta "Cuentos de ultratumba" de la que hablaremos a continuación, fechada el año 1973 y con un título original más llamativo, "From beyond the grave", algo así como "mas allá de la tumba".
En esta ocasión, y sin salirnos del tema episódico, tenemos cuatro historias, todas ellas basadas en relatos del escritorcillo R. Chetwynd-Hayes, que en 1981 volvería a vérselas con los muchachos de "Amicus" en la simpática "El club de los monstruos" (donde él mismo figuraba como personaje). El siempre grande, siempre único Peter Cushing interpreta al inquietante y paliducho dependiente de una tienda de antiguedades. Cada comprador, y cada objeto que vende, protagonizará su propia "horror story"... con resultados diversos.
La primera es la peor. Otro grande, David Warner (el actor más mal peinado del mundo), entra en la tienda y compra un espejo que tiene 400 años de antiguedad. De hecho, engaña a Cushing haciéndole creer que es más barato (y es que todos los protas de todas las historias que terminan con un final chungo, intentan estafar al tendero, el único que paga el precio acordado, sobrevive). En casa, monta una sesión de espiritismo con unos amigos y, de este modo, despierta al fantasma de un especie de Jack el destripador que vive dentro del espejo y obliga a Warner a sacrificar mozas para poder salir de su encierro paranormal. Mucho líquido rojo, pero poco más. El final es previsible y tonto a más no poder. Lo único destacable de esta historia es que algunas de sus imágenes (concretamente las de un asesinato) aparecen fugazmente en "La lista negra", la última aventura de "Harry Callahan", cuando este mira por televisión extractos de las terribles y amorales películas de terror dirigidas por el personaje de Liam Neeson.
La segunda es, seguramente, la mejor. Y no porque sea una maravilla, pero al menos resulta algo más imprevisible, original y con un final bastante ingenioso. Un pobre desgraciado que vive con una mujer que le trata como la mierda y un hijo que pasa de él, se hace amigo del entrañable Donald Pleasence, quien le presenta a su hija... interpretada por la hija real del mismo actor, Angela (imagínense al amigo Donald con peluca y menos arrugas), cuyos inquietantes rostro y mirada son explotados muy inteligentemente. Entre esta y el prota comienza a florecer el amor y, con ello, el deseo de que su esposa fallezca, a través del vudú, la magia negra o lo que coño sea. Lo dicho, está curiosa.
La que hace tres baja el nivel, aunque tiene un arranque muy prometedor. El típico inglés de bombín y paraguas viaja en el tren camino de su casa, en eso que una extravagante mujer le increpa y le advierte que tiene un especie de demonio invisible sentado en su hombro y que, poco a poco, irá creciendo. El tio se piensa que está loca e intenta escaquearse, pero esta se presenta como medium y le ofrece una tarjeta por si algún día necesita sus servicios. No hace falta decir que el supuesto bicho existe y que se cebará con la esposa del gentleman. Tanto, que se verá obligado a recurrir a la puñetera medium... y aquí se estropea la historia, adquiriendo un tono semi-humorístico y grotesco que no le hacía ni falta. Encima, superada esta parte, el final se nos presenta como previsible y totalmente anodino. Una pena.
Llegamos a la cuarta, sobre una puerta antigua que, al ser instalada en casa, si la abres a medianoche, entras en un habitáculo medieval donde un especie de brujo se dedica a sacrificar a inocentes (especialmente churris) para mantenerse vivo. Un poco lo mismo que la primera historia, la del espejo. La elegida para tal menester es la guapísima Lesley-Anne Down... suerte de su maromo que la salvará y, como decía al principio, todo acabará bien.
Riza el rizo antes de los créditos finales un pequeño gag sobre un ladrón que entra en la tienda a robar y se encuentra con los trucos macabros del amigo Cushing.
Y ya está. Nada que destacar. "Cuentos de ultratumba" es una peli de esas de ver y olvidar al instante que chorrea por todos sus fotogramas la sosez y el espíritu siempre telefílmico de su director, el "chico para todo (pero no le pidas maravillas)" Kevin Connor, responsable de algunos títulos populares como "La tierra olvidada por el tiempo", "Los conquistadores de Atlantis" o, más adecuada para nuestros lectores, la aburrida "Motel Hell". "Cuentos de ultratumba" era su primera película, y resulta de lo más interesante que ya por entonces Connor hiciera gala de ese no-estilo que, a la larga, se convirtió en un sí-estilo. Su cine es como follar con condón, para hacernos una idea, y la peli hoy comentada encaja perfectamente en esa descripción.
En esta ocasión, y sin salirnos del tema episódico, tenemos cuatro historias, todas ellas basadas en relatos del escritorcillo R. Chetwynd-Hayes, que en 1981 volvería a vérselas con los muchachos de "Amicus" en la simpática "El club de los monstruos" (donde él mismo figuraba como personaje). El siempre grande, siempre único Peter Cushing interpreta al inquietante y paliducho dependiente de una tienda de antiguedades. Cada comprador, y cada objeto que vende, protagonizará su propia "horror story"... con resultados diversos.
La primera es la peor. Otro grande, David Warner (el actor más mal peinado del mundo), entra en la tienda y compra un espejo que tiene 400 años de antiguedad. De hecho, engaña a Cushing haciéndole creer que es más barato (y es que todos los protas de todas las historias que terminan con un final chungo, intentan estafar al tendero, el único que paga el precio acordado, sobrevive). En casa, monta una sesión de espiritismo con unos amigos y, de este modo, despierta al fantasma de un especie de Jack el destripador que vive dentro del espejo y obliga a Warner a sacrificar mozas para poder salir de su encierro paranormal. Mucho líquido rojo, pero poco más. El final es previsible y tonto a más no poder. Lo único destacable de esta historia es que algunas de sus imágenes (concretamente las de un asesinato) aparecen fugazmente en "La lista negra", la última aventura de "Harry Callahan", cuando este mira por televisión extractos de las terribles y amorales películas de terror dirigidas por el personaje de Liam Neeson.
La segunda es, seguramente, la mejor. Y no porque sea una maravilla, pero al menos resulta algo más imprevisible, original y con un final bastante ingenioso. Un pobre desgraciado que vive con una mujer que le trata como la mierda y un hijo que pasa de él, se hace amigo del entrañable Donald Pleasence, quien le presenta a su hija... interpretada por la hija real del mismo actor, Angela (imagínense al amigo Donald con peluca y menos arrugas), cuyos inquietantes rostro y mirada son explotados muy inteligentemente. Entre esta y el prota comienza a florecer el amor y, con ello, el deseo de que su esposa fallezca, a través del vudú, la magia negra o lo que coño sea. Lo dicho, está curiosa.
La que hace tres baja el nivel, aunque tiene un arranque muy prometedor. El típico inglés de bombín y paraguas viaja en el tren camino de su casa, en eso que una extravagante mujer le increpa y le advierte que tiene un especie de demonio invisible sentado en su hombro y que, poco a poco, irá creciendo. El tio se piensa que está loca e intenta escaquearse, pero esta se presenta como medium y le ofrece una tarjeta por si algún día necesita sus servicios. No hace falta decir que el supuesto bicho existe y que se cebará con la esposa del gentleman. Tanto, que se verá obligado a recurrir a la puñetera medium... y aquí se estropea la historia, adquiriendo un tono semi-humorístico y grotesco que no le hacía ni falta. Encima, superada esta parte, el final se nos presenta como previsible y totalmente anodino. Una pena.
Llegamos a la cuarta, sobre una puerta antigua que, al ser instalada en casa, si la abres a medianoche, entras en un habitáculo medieval donde un especie de brujo se dedica a sacrificar a inocentes (especialmente churris) para mantenerse vivo. Un poco lo mismo que la primera historia, la del espejo. La elegida para tal menester es la guapísima Lesley-Anne Down... suerte de su maromo que la salvará y, como decía al principio, todo acabará bien.
Riza el rizo antes de los créditos finales un pequeño gag sobre un ladrón que entra en la tienda a robar y se encuentra con los trucos macabros del amigo Cushing.
Y ya está. Nada que destacar. "Cuentos de ultratumba" es una peli de esas de ver y olvidar al instante que chorrea por todos sus fotogramas la sosez y el espíritu siempre telefílmico de su director, el "chico para todo (pero no le pidas maravillas)" Kevin Connor, responsable de algunos títulos populares como "La tierra olvidada por el tiempo", "Los conquistadores de Atlantis" o, más adecuada para nuestros lectores, la aburrida "Motel Hell". "Cuentos de ultratumba" era su primera película, y resulta de lo más interesante que ya por entonces Connor hiciera gala de ese no-estilo que, a la larga, se convirtió en un sí-estilo. Su cine es como follar con condón, para hacernos una idea, y la peli hoy comentada encaja perfectamente en esa descripción.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
POSESIÓN MORTAL, LA REENCARNACIÓN DEL SEXO
Una parejita de enamorados fornica la mar de a gusto, pero no por sucio sexo o vicio, si no por puro amor. En una de estas, ya que por lo que se ve el muchacho vive en casa de los padres de ella en calidad de jardinero o criado o váyase usted a saber qué, son sorprendidos por el padre de esta, que no tolera esta relación porque está convencido de que lo único que quiere el muchacho, es su dinero. Así que en un bosque, el padre, ni corto ni perezoso, se lo carga a hachazos, despedazándolo.
Pronto la hija encontrará la cabeza de su amado ya que el espíritu de este se queda pululando por la casa. Pasan los años, y este piso se alquila una vez tras otra, pero cada inquilino fornicará más de la cuenta, y sufrirá los violentos envites de los espíritus de los enamorados, que los inducirán a matar de las formas más violentas. Brasil tiene una buena tradición de producir films de terror barato, siempre con sus pinceladas de porno soft de dudoso gusto. “Posesión Mortal, la reencarnación del sexo” (“O recarnaçäo do sexo” en su versión original) sería uno de ellos. Y el caso es que buscando algo de info en Internet sobre esta película (eso si, en castellano), compruebo que a los fans del terror, les mueve una pasión inmensa y un criterio mínimo. Tan solo leo impresiones entusiastas alabando las bondades sangrientas de esta película, que por otro lado, ni siquiera es tan sangrienta… Y yo me pregunto ¿Es que no se dan cuenta de que esta película es una puñetera mierda? O quizás el problema esté en mí, no lo se. No lo creo. El caso es que verla es un suplicio, y su visionado –o incluso el tenerla- no sirve nada más que para satisfacer la curiosidad por productos exóticos. Pero desde luego, la película es una absoluta porquería. Ahora, otra cosa es que te guste estéticamente. Ahí si podíamos más benévolos ya que, personalmente, me gusta el look de estas películas brasileñas, rodadas todas de manera tosca, con montaje básico y con esas texturas guarrindongas propias del celuloide malo y la suciedad en la lente, así como el tercermundismo de los escenarios. A eso súmenle lo sórdido de todas sus propuestas… pero si nos centramos en el resto, en la historia, el ritmo y demás, la película se queda en nada, porque, obviamente, ni da miedo, ni nada que se le parezca. En cuanto a gore, la cosa está tan mal hecha que no llega a repugnarnos, y en todo caso, tampoco nos provoca la risa esa chabacanería.
Y otro punto a su favor, es la ausencia de sentido del humor. La seriedad de todas estas roñas es siempre pasmosa, lo cual siempre está bien, ergo, no entiendo al famdom, más dado al gore cachondo que a estas cosas. Parece que cualquier cosa video-clubera que contenga sangre en su metraje, por poca que sea, es motivo de endiosamiento. No entiendo absolutamente nada.
Dirige la mierda esta un tal Luiz Castellini, cuya ficha en imdb indica que es guionista de un buen número de productos de estos y director de unos tantos menos.
Pronto la hija encontrará la cabeza de su amado ya que el espíritu de este se queda pululando por la casa. Pasan los años, y este piso se alquila una vez tras otra, pero cada inquilino fornicará más de la cuenta, y sufrirá los violentos envites de los espíritus de los enamorados, que los inducirán a matar de las formas más violentas. Brasil tiene una buena tradición de producir films de terror barato, siempre con sus pinceladas de porno soft de dudoso gusto. “Posesión Mortal, la reencarnación del sexo” (“O recarnaçäo do sexo” en su versión original) sería uno de ellos. Y el caso es que buscando algo de info en Internet sobre esta película (eso si, en castellano), compruebo que a los fans del terror, les mueve una pasión inmensa y un criterio mínimo. Tan solo leo impresiones entusiastas alabando las bondades sangrientas de esta película, que por otro lado, ni siquiera es tan sangrienta… Y yo me pregunto ¿Es que no se dan cuenta de que esta película es una puñetera mierda? O quizás el problema esté en mí, no lo se. No lo creo. El caso es que verla es un suplicio, y su visionado –o incluso el tenerla- no sirve nada más que para satisfacer la curiosidad por productos exóticos. Pero desde luego, la película es una absoluta porquería. Ahora, otra cosa es que te guste estéticamente. Ahí si podíamos más benévolos ya que, personalmente, me gusta el look de estas películas brasileñas, rodadas todas de manera tosca, con montaje básico y con esas texturas guarrindongas propias del celuloide malo y la suciedad en la lente, así como el tercermundismo de los escenarios. A eso súmenle lo sórdido de todas sus propuestas… pero si nos centramos en el resto, en la historia, el ritmo y demás, la película se queda en nada, porque, obviamente, ni da miedo, ni nada que se le parezca. En cuanto a gore, la cosa está tan mal hecha que no llega a repugnarnos, y en todo caso, tampoco nos provoca la risa esa chabacanería.
Y otro punto a su favor, es la ausencia de sentido del humor. La seriedad de todas estas roñas es siempre pasmosa, lo cual siempre está bien, ergo, no entiendo al famdom, más dado al gore cachondo que a estas cosas. Parece que cualquier cosa video-clubera que contenga sangre en su metraje, por poca que sea, es motivo de endiosamiento. No entiendo absolutamente nada.
Dirige la mierda esta un tal Luiz Castellini, cuya ficha en imdb indica que es guionista de un buen número de productos de estos y director de unos tantos menos.
martes, 18 de diciembre de 2012
EL PROTECTOR (2002)
Sigo repasando los títulos protagonizados por Silvester Stallone englobados dentro de su espantosa decadencia, y comprendiendo película tras película, que efectivamente el problema no estaba en Stallone; el sigue con carisma y sigue atrayendo al público y a sus últimos éxitos me remito. El problemas estaba en lo MALÍSIMAS que eran aquellas películas de la década de los 00.
Curiosamente, en “El protector” (que olé la imaginación de los distribuidores por este título. Hay como cuatro pelis más con ese título, y el original “Avenging Angelo” , traducido, es mucho más bonito, “Vengando a Angelo”…), su cartel nos vende una de Stallone a la vieja usanza, con tiros, acción y Stallone como tipo duro. Sin embargo la película nada tiene que ver con todo eso. Se trata de una comedia con toques melodramáticos de esos que a Stallone le gustan tanto para demostrar que es un buen actor. Y pensaría que en el engaño al que es sometido el publico radica el fracaso de esta película, si no fuera por lo rematadamente mala que es…
Un capo mafioso, debido a todos los enemigos que tiene, se ve obligado a entregar a su hija una pareja pobre, para que estos nunca la localicen por lo que al matrimonio nunca le faltará de nada. Tras ser asesinado, este manda a su guardaespaldas (Stallone) a que le haga saber a su hija quien es en realidad su padre, y de paso que cuide de ella, porque sus enemigos intentarán matarla, así pues, el se encargará de ella, y lógicamente, surgirá el amor.
La intención de esta película es resultarle amable al espectador: No lo consigue. La intención de Stallone es demostrar que es un gran actor: No lo es. O al menos, cuando se sale de sus registros más violentos, cuando intenta estar sosegado y contenido, como en este caso, resulta prácticamente estático. Digamos que cuando de verdad tiene que actuar, si le sacas de “Rocky”, Stallone es un puto saco de patatas.
El caso es que la película es laaaaaaarga, durando tan solo noventa minutos. En ella no pasa nada, y encima tenemos que soportar el histrionismo de Madeleine Stowe, que si Stallone está estático, esta parece que se ha pasado con la cocaína y no para quiera. Una interpretación totalmete insoportable.
Intentando ofrecernos una película sosegada, la comedia que encontramos en ella no lo és, y cuando hacen acto de presencia los chistes, que dicho sea de paso se nota mucho que son “Made in Stallone”, la cosa se convierte en un batiburrillo lleno de estupideces con un humor que haría sonrojar de vergüenza ajena a un niño. Sirva como ejemplo: Un mafioso intenta introducirse en la casa de la hija del capo por la ventana. Stallone lo trinca escalando por la pared y pronto lo deja K.O. Este se lo hecha al hombro y camina con el. El mafioso inconsciente comienza a tirarse pedos, que escucha la hija del capo desde el interior de la casa. Stallone se excusa diciendo que son las ardillas, y a continuación, le da puñetazos en el trasero al mafioso que lleva en el hombro mientras le dice: - ¡Cierra el culo!. No se si este gag es brillante o una puta mierda, el caso es que, como fuere, la cosa no funciona.
Total, que hay que hacer esfuerzos para verla entera, y no me extraña que el público le diera la espalda, pero una cosa hay que reconocerle a Stallone. Que nadie le acuse de intentar hacer cosas diferentes en su vejez. Ahora que ¿Por qué otra comedia de mafiosos? ¿Es que no escarmentó con “Oscar ¡quita las manos!”? Porque esta es muy parecida, aunque la camuflen de cinta de acción.
Junto a Stallone y a Madeleine Stowe, tenemos como Capo a Antony Quinn, que moriría poco después de acabar su intervención en la película.
La música, impecable y preciosa, es obra del amigote de Stallone, Bill Conti.
Dirige Martyn Burke, que siendo uno de los guionistas de “Top Secret”, no se entiende como es tan soso dirigiendo. Tampoco hay ni un solo título destacable en su filmografía.
Seguiremos con los fracasos de Stallone en próximas reseñas. Que dios me pille confesado.
Curiosamente, en “El protector” (que olé la imaginación de los distribuidores por este título. Hay como cuatro pelis más con ese título, y el original “Avenging Angelo” , traducido, es mucho más bonito, “Vengando a Angelo”…), su cartel nos vende una de Stallone a la vieja usanza, con tiros, acción y Stallone como tipo duro. Sin embargo la película nada tiene que ver con todo eso. Se trata de una comedia con toques melodramáticos de esos que a Stallone le gustan tanto para demostrar que es un buen actor. Y pensaría que en el engaño al que es sometido el publico radica el fracaso de esta película, si no fuera por lo rematadamente mala que es…
Un capo mafioso, debido a todos los enemigos que tiene, se ve obligado a entregar a su hija una pareja pobre, para que estos nunca la localicen por lo que al matrimonio nunca le faltará de nada. Tras ser asesinado, este manda a su guardaespaldas (Stallone) a que le haga saber a su hija quien es en realidad su padre, y de paso que cuide de ella, porque sus enemigos intentarán matarla, así pues, el se encargará de ella, y lógicamente, surgirá el amor.
La intención de esta película es resultarle amable al espectador: No lo consigue. La intención de Stallone es demostrar que es un gran actor: No lo es. O al menos, cuando se sale de sus registros más violentos, cuando intenta estar sosegado y contenido, como en este caso, resulta prácticamente estático. Digamos que cuando de verdad tiene que actuar, si le sacas de “Rocky”, Stallone es un puto saco de patatas.
El caso es que la película es laaaaaaarga, durando tan solo noventa minutos. En ella no pasa nada, y encima tenemos que soportar el histrionismo de Madeleine Stowe, que si Stallone está estático, esta parece que se ha pasado con la cocaína y no para quiera. Una interpretación totalmete insoportable.
Intentando ofrecernos una película sosegada, la comedia que encontramos en ella no lo és, y cuando hacen acto de presencia los chistes, que dicho sea de paso se nota mucho que son “Made in Stallone”, la cosa se convierte en un batiburrillo lleno de estupideces con un humor que haría sonrojar de vergüenza ajena a un niño. Sirva como ejemplo: Un mafioso intenta introducirse en la casa de la hija del capo por la ventana. Stallone lo trinca escalando por la pared y pronto lo deja K.O. Este se lo hecha al hombro y camina con el. El mafioso inconsciente comienza a tirarse pedos, que escucha la hija del capo desde el interior de la casa. Stallone se excusa diciendo que son las ardillas, y a continuación, le da puñetazos en el trasero al mafioso que lleva en el hombro mientras le dice: - ¡Cierra el culo!. No se si este gag es brillante o una puta mierda, el caso es que, como fuere, la cosa no funciona.
Total, que hay que hacer esfuerzos para verla entera, y no me extraña que el público le diera la espalda, pero una cosa hay que reconocerle a Stallone. Que nadie le acuse de intentar hacer cosas diferentes en su vejez. Ahora que ¿Por qué otra comedia de mafiosos? ¿Es que no escarmentó con “Oscar ¡quita las manos!”? Porque esta es muy parecida, aunque la camuflen de cinta de acción.
Junto a Stallone y a Madeleine Stowe, tenemos como Capo a Antony Quinn, que moriría poco después de acabar su intervención en la película.
La música, impecable y preciosa, es obra del amigote de Stallone, Bill Conti.
Dirige Martyn Burke, que siendo uno de los guionistas de “Top Secret”, no se entiende como es tan soso dirigiendo. Tampoco hay ni un solo título destacable en su filmografía.
Seguiremos con los fracasos de Stallone en próximas reseñas. Que dios me pille confesado.
lunes, 17 de diciembre de 2012
LA BELLA Y LA BESTIA (EL MUSICAL DE BROADWAY)
Espectacular, emotivo, precioso. Si estas interesado en ver
este musical no te es necesario seguir leyendo, compra las entradas y
disfrutaras. No son baratas (menos aun con la subida del IVA) 65€ por barba
pague yo como regalo de cumpleaños de mi esposa, y solo ver las familias que allí
acudían con hijos, que serian grupos de más de cinco o seis personas, calculad
el dineral que se han dejado. Pues bien, no han tirado ni un solo euro de los
que pagaron. La obra lo vale, no solo por sus actores, o sus escenarios
(absolutamente increíbles), sino porque todo esta tan bien hecho, y tan bien
realizado, que te sumerges en la historia, aunque ya nos la sabemos de memoria,
y los sentimientos del espectador afloran por momentos, bien sean de miedo (los
más pequeños en algunos momentos pueden asustarse, pero muy poquito) de
felicidad o de ternura (ese Chip, que ablanda el corazón a cualquiera)
A la sesión que yo acudí era la de las 17:00, por lo que
aquello estaba lleno de niños, además no sé si seria por la sesión o porque ese
día ciertos actores no estaban disponibles, pero en nuestra representación,
varios personajes eran interpretados por los actores reserva. No recuerdo quien
eran todos los que no iban a actuar, pero sí que me quede con dos papeles, ni
Bella ni Gastón eran los principales. En el caso de Gastón el actor principal
es Daniel Diges, al que tenía ganas de ver en el papel del “villano”, y aunque
como digo no fue él quien lo interpreto sino Carlos Salgado, y Lydia Fairén en
el caso de La Bella, los dos lo hicieron excepcionalmente bien. Que nadie se
asuste si esta en el mismo caso, ni las actuaciones se resienten ni los niños
del público molestan, para nada, ellos son los que más atentos están a la obra.
La historia la conocemos todos, es la adaptación a musical
de la película de Disney, a la que le han sumado unos pocos números musicales más
para darle más chica y contenido al espectáculo. Como muchos ya sabréis, el
papel de Chip, la taza, lo interpreta algún niño o niña de la zona. Antes de que
la obra llegue a tu ciudad, se hacen unos casting buscando al actor o actriz
que interpretara el papel, y entre los miles de niños que se presentan
eligen a uno. En nuestro caso era una
niña, que además creo recordar que ya lleva unas cuantas sesiones realizadas, porque
la cogieron en algún casting de Santander (ojo, hablo de memoria y de lo que me
contaba mi mujer) No es un papel muy grande, no dice más que apenan unas pocas
frases, pero lo que más me sorprendió es que hasta incluso canta una parte de
uno de los números musicales y lo hizo muy bien. También me asombro la
facilidad para salir de un aprieto, ya que en un momento se equivoco al decir
una palabra, en lo que alguien
inexperto hubiese sido trabarse o incluso quedarse congelado, al niña resolvió la
papeleta fácilmente volviendo a decir la palabra, esta vez bien, y continuando
con su texto. Ole por ella! No es de extrañar que al final de la obra en la
ronda de aplausos Chip se lleve unos cuantos, no solo por su condición de “amateur”
sino porque en nuestro caso lo hizo muy muy bien. Bueno es que todos los
actores están geniales, no hay ninguno que falle, todo está bien engrasado para
que el espectador pase una velada agradable y entrañable, y vaya si se pasa
bien.
No se me ocurre nada más que decir para hacerle justicia al espectáculo,
puede que lo único que me viene a la memoria sea la palabra CALIDAD y es que en
este espectáculo sudaba por los poros de los actores, de los músicos, de los
tramoyistas, de todos los implicados en el musical. Y si es caro, pero pocas
cosas hay actualmente que valgan hasta el último euro de lo que cuesta, y La
Bella y La Bestia, el Musical, lo vale.
Nota: Era una sesión llena de niños, resulto que el que más
se quejaba y mas daba “por culo” era un adulto que teníamos detrás, que si hacía
calor, que si las entradas eran muy caras y aun así aquello estaba lleno, que
si patatin que si patatan…. ojala se hubiera quedado en casa, los niños
encantados, como mi esposa y yo.
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