miércoles, 31 de agosto de 2011

EN BUSCA DEL HUEVO PERDIDO

Javier Aguirre, fiel a su estilo (impuesto por los productores, lógicamente) de cine comercial, le saca máximo partido al trío de humoristas femeninas “Las hermanas Hurtado”, muy populares en la época, sobretodo tras sus apariciones como personajes fijos en el “Un, dos, tres”.
Lo primero de todo, mencionar que en mi recuerdo, Las hermanas Hurtado, no gozaban de alta estima por mi parte. Tras ver EN BUSCA DEL HUEVO PERDIDO, mi concepción del humor de estas tres, cambia.
La película, un absoluto disparate, cuenta como tres paletas de pueblo, en su afán por triunfar en el mundo del espectáculo, se ven envueltas en un entramado con espías de distintas nacionalidades que se pelean por la formula que un científico Israelí ha inventado, que puede hacer cambiar el clima de todo un país. Obviamente, Americanos y Rusos, se pelearán por conseguir esta formula.
La peli, fue un fracaso en su época, no obstante, a mí me parece, con mucho, la película mas enloquecida y surrealista de cuantas filmó Aguirre para lucimiento de alguien del mundo del espectáculo. Son tantas y tan numerosas las chorradas, que unidas a un exceso de ritmo poco habitual, la propia película impide al espectador hacer un seguimiento de las mismas. Básicamente la película es una sucesión de escenas de gente pegándose en plan niño pequeño, aderezado con numeritos musicales de las Hurtado de lo mas políticamente incorrectos, y, sobretodo, el humor de estas tres mujeres, basado mayormente en chistes de mierda, de follar, de coños y de pollas.
Me han sorprendido gratamente. En un país donde el humor lo desarrollan casi en su totalidad los hombres, en una época en que su competencia era Beatriz Carvajal con sus insufribles parodias con acento de gallega –pero que se llevaba el gato al agua con esto-, Las Hurtado ofrecían un humor grueso y brutal, siendo mas guarras y bestias que los tíos.
Como muestra, una de las canciones que interpretan en la película, en la que Paloma Hurtado, ruega y suplica a su títi, que le pegue con la mano abierta, con su bota en el culo, con su mazo en la sien, sentir su puño en el rostro y que le arranque la piel. Hoy nadie tendría huevos para componer una letra como esa.
El plantel de secundarios que aparentan pasárselo de puta madre rodando esto, es sensacional; Manolo Gómez Bur, José Lifante, Paco Cecilio, Florinda Chico, Rafaela Aparicio, o Antonio Gamero, en un desmadre de principio a fin que va a setecientos mil por hora, y que no da descanso al espectador. Un festival de carcajadas.
Y por supuesto, la referencia a EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA, no vas mas allá del título. Tampoco andan buscando un huevo.

martes, 30 de agosto de 2011

PRE-SPIDER-MANS

El próximo año se va a estrenar AMAZING SPIDER-MAN dirigida por Mark “apellido oportuno” Webb. Durante los últimos 10 años, hemos disfrutado de la trilogía de Sam Raimi. Pero antes de que el trepamuros cobrara vida en celuloide, ya otros intentaron poner en pie el proyecto. Por un lado en 1986, la maravillosa “Cannon group”, anunció a bombo y platillo estar en pre-producción y que Albert Pyum se ocuparía de dirigirla… claro que también dijeron que la iba a dirigir Tobe Hooper. Aquí os dejo un par de pre-afiches como muestra. Eso si, no se rodó ni un solo plano.




Ya en 1997, sería James Cameron quien intentaría hacer una mastodontica película sobre nuestro amigo y vecino. En el reparto, estarían Leonardo Dicaprio como Spidey, Kevin Spacey como El duende verde, y Catherine Hepburn como la tía May.
Y aunque tampoco llegaría a rodar un solo plano, se llegó a hacer un cartel. Este de aquí abajo.
Mola ¿Verdad?




EL FARO DEL MIEDO

¿Qué hay peor que una película mala?, pues una película que comienza como buena y termina mutando a mala. La decepción es doble. Hace unos días encontré este "El faro del miedo", y cuando vi su título, su sinopsis y su cartel pensé: "¡Guau!, una de miedo con fantasma ambientada en un viejo faro en medio de la niebla". ¡Cojones!, si eso no da miedo, ¿qué lo da?. Naturalmente tal entusiasmo rápidamente se convirtió en prudencia. Y ahora que la he visto puedo decir aquello de: Hice lo correcto.
En plena noche se oye un desgarrador grito femenino que surge del faro. Seguidamente, un hombre y su hija huyen en furgoneta. La policía les detiene. Él va pringado de sangre. Su mujer, muerta, reposa en la parte trasera del vehículo. Pasan veinte años del suceso. Ahora la hija es, como no podía ser de otra manera, una joven de lo más atractiva y traumatizada que vuelve al faro. Van a edificar o construir algo, y el cura del pueblo les advierte que es una mala idea. Pronto, el equipo instalado en el lugar comenzará a desaparecer. Algo habita el sótano, algo terrible y peligroso.
Bien... el argumento está trillado, pero mola. "El faro del miedo" lo tenía todo para funcionar a la perfección. Disponía de los elementos necesarios para llevar a buen puerto una historia de miedo al viejo estilo. Y no lo consigue. ¡Hay que ser lerdo!. O lo consigue, pero a medias. Por lo menos los primeros 40 minutos se dejan ver gracias a un misterio bien planteado y ciertas gotas inquietantes. Nada maravilloso, ni escalofriante... pero sí sugerente. A medida que dicho misterio se va aclarando, la cosa va a peor... y a peor... y cuanto más sabemos sobre su origen y forma, más decepcionados nos sentimos. Digamos que no está a la altura de lo expuesto en un principio. Es soso, aburrido, sin garra y muy desaprovechado. De hecho, esta última es la palabra que más le pega a "El faro del miedo". Ya no hablo de gore o tetamen (que no hay), sino de miedo. Podría haber sido una peliculita realmente aterradora, y se queda en muy muy poco.
A niveles actorales destaca la hermosísima Lindy Booth, de angelical aspecto, que has visto en "Amanecer de los muertos", "Km 666" (era la golfa del grupo, algo que no le acaba de pegar... ¡¡pero mola!!) o "Cry Wolf".
El cartel de la peli reza "del escritor de "Poltergeist"", se refiere a Michael Grais, uno de los productores, que estuvo implicado en los dos primeros títulos de la saga. ¡Pos fale!.

lunes, 29 de agosto de 2011

SUPERHEROES

Si cuando vieron KICK ASS, les pareció descabellada la idea de que un muchacho normal y corriente se pusiera un disfraz de buzo y saliera a las calles a combatir el crimen, se quedarán absortos –como me quedé yo- cuando les diga que, la típica frase “la realidad supera a la ficción”, se queda corta en este caso.
Resulta que existen los Súper héroes. Si, gente que motivada por algún extraño designio, sale a la calle con horribles disfraces que ellos mismos confeccionan y se dedican a combatir el crimen como buenamente pueden. A su pesar, no pueden actuar al margen de la ley, así que según preparación o condiciones físicas, o bien practican arrestos ciudadanos, o bien tan solo espantan a los camellos a base de advertencias, o bien colaboran llamando a la policía cuando se comete un delito. La mayor parte del tiempo, lo que hacen es dar alimentos y elementos de primera necesidad a los sin techo. En definitiva, se dedican a cometer buenas acciones.
A este movimiento se le conoce como “Superheroes for the real life” y es brutal la cantidad de individuos que se dedican a esto por el mundo. Lógicamente, la mayoría se encuentran en los Estados Unidos, pero también se han detectado casos en el Reino Unido y en Hong Kong. Huelga decir, que también hay algo de desequilibrio psíquico en quienes ejercen tan peligroso hobby.
SUPERHEROES, es un documental que profundiza en este fenómeno y nos cuenta el día a día de algunos de los más destacados Súper heroes de la vida real, siguiendo a estos tipos en su lucha contra el crimen.
Se entrevista a muchos de ellos, y es muy divertido el poder ver las distintas procedencias y personalidades de estos hombres. El seguimiento se centra sobretodo en las andanzas de algunos de los más famosos, como “Mr. Xtreme” un tipo bastante orondo, vigilante y repartidor de flyers alentadores, que con capa, casco verde y gafas de sky, patrulla por las calles de San Diego, procurando evitar los delitos de acoso sexual y quiere formar un grupo de superhéroes llamado “La liga de la justicia extrema”, o “Master Legend”, tipo ya talludito, bebedor compulsivo de cerveza –afirma que cuando estás todo el día corriendo de aquí para allá, te entra un sed de pelotas, y que no hay nada mejor para combatir eso, que una buena cerveza- que con un casco de guerra un antifaz y una equipación de lo mas ridícula y pesada, se dedica ha hacer lo que puede. También tenemos a “Vigilante Spider”, un émulo de Spider-man, también bastante gordo, que con su mascara de nylon, que parece sacada de la película 3 DEV ADAM, suda tanto que da bastante grima verle con ella empapada.
Los hay más atléticos, los hay con disfraces más sofisticados y los hay que dan verdadera pena. En todo caso, siempre es interesante verlos en acción o contándonos los triste que eran, por lo general, sus vidas como ciudadanos de carne y hueso.
Resulta curioso ver, que suelen contar con el beneplácito del populacho y en cierto modo, de las autoridades, afirmando estas, que solo les ponen una pega a aquellos que usan armas, como puedan ser generadores de alto voltaje, porras, y sobretodo, sprays de gas pimienta, porque no deberían usarlas, aunque estos Súper Héroes, nunca las usan y las llevan encima solo para intimidar. Al fin de al cabo, se trata solo de buenas gentes con problemas, que quieren darle algo de color a sus miserables vidas.
Por otro lado, el propio Stan Lee, nos cuenta el caso de un Súper Héroe real que el conoció en su barrio, y muestra su apoyo incondicional a todos estos cruzados enmascarados (o no). Claro, que les apoya, porque TODOS ellos, son unos flipados de los cómics, y a Stan le gusta mucho la panoja.
Recomiendo encarecidamente el visionado del documental, bien rodado con mogollón de material, escenificando los casos que los Súper Héroes nos cuentan a base de viñetas animadas, y el comprobar luego vía Internet, lo real, lo interesante, y en cierto modo, lo patético que es todo esto. Pero siempre interesante.
Dirige el cotarro Mike Barnett.
Ahora, películas como DEFENDOR, SUPER o DARK JUSTICE, cobran mucho màs sentido.

domingo, 28 de agosto de 2011

LA REINA DE BARBARIA

Empecemos porque el titulo esta traducido como el culo (en su versión original se titula Barbarian Queen) sumemosle unas actuaciones de vergüenza ajena, unas coreografías de luchas de puta risa y unos escenarios de cartón piedra que cantan como una merluza al sol. Hagan ustedes cuentas y se encontraran con esta peliculilla, solo tiene dos puntos buenos, dura una hora y diez minutos y salen teticas cada cinco minutos.

Un poblado se prepara para una boda cuando el ejercito del señor que aterroriza la zona entra a saco, arrasa con todo y se lleva a los supervivientes como esclavos a su ciudad. Solo sobrevive la Reina llamada Anatema y una amiga suya que anda todo el rato con hambre (se pasa toda la película buscando comida) juntas deciden ir a salvar a su pueblo, por el camino se encuentran a otra paisana suya que ha conseguido escapar. En el primer puesto de guardia también localizan a la hermana de Anatema que ha quedado tocada del coco tras ser violada. Juntas contactan con un pueblo rebelde que les conducirá a la ciudad. Allí preparan un plan para rescatar a los esclavos y acabar con el tirano.

Cine de espada y brujería de saldo que aun teniendo una duración reducida se hace hasta larga. Poco mas hay que contar de esta producción de Roger Corman (que no lo había dicho), un truñete que solo los amantes del genero disfrutaran, y puede que ni esos. Tiene una secuela, que caerá, debo ser masoca.

sábado, 27 de agosto de 2011

EL REGRESO DE LA NOCHE DEL CINE INCONEXO (o LA NOCHE DEL CINE INCONEXO 6)

De la última "Noche de Cine Inconexo" hacía ya todo un año (fue el 8 de Agosto del 2010). El que en este interludio no se hubiera celebrado ninguna era por varios motivos de muy diverso orden, todos ellos comprensivos y reprochables a la par. Pero como suele decirse, "más vale tarde que nunca" así que ayer noche, reunidos cuatro bravos valientes del calibre de Mr.Joel de "Pet Sementary", Spawn de los "Nekrofilmicos", la fugaz visita del Sr.Kirk de "Cine the Warrior" y una servidora de ustedes, nos lanzamos de cabeza a la piscina de heces dispuestos a sufrir una noche extrema de lo más mejor de lo más peor (acompañados de durums, pizzas, ganchitos, cerveza, cocacola, vichí y agua).
Y fíjense ustedes que, tal vez por haber dejado descansar nuestras neuronas un largo año, lo de ayer no fue ni tan terrible. Es decir, vimos cuatro pelis seguidas (y un corto!) y hasta hubieron dos que no estaban ni tan mal. La mejor del pack -a mi juicio- fue la mítica "Spookies", videoclubada muy de los ochentas que algunos de ustedes recordarán por su legendaria carátula (no es la que pongo aquí a modo de ilustración, pero si la he elegido se debe a que su autor no es otro que el gran Richard Corben). Creada a partir de una inconclusa imitación de "Posesión Infernal" que sufrió problemas legales y a la que otro baranda añadió material de cosecha propia, al final quedó un mejunje delirante que recuerda no solo a la de Raimi, también a "Phantasma". Sin embargo, y gracias a la continua e imparable aparición de los más extravagantes, cutres-pero-molones monstruos, la cosa termina resultado hasta entretenida y bien maja. Vamos, que la primera fue fácil.
Para la segunda, intentamos ponérnoslo más difícil eligiendo un título ignoto que ninguno de nosotros había visto (a diferencia de "Spookies". Por cierto, que al terminar esta estuvimos buscando fotos guarrillas de la nariguda-tetona protagonista... sin éxito), así que la elegida fue "Lemora", un delirio de los años 70, mitad cuento infantil, mitad peli de vampiros, mitad perversión casi-pederástica y mitad... mitad caca, porque aunque el arranque era gracioso, después la cosa pegaba un bajón considerable. Pero aún así, dado el nivel que se suele gastar en las noches de cine inconexo, tampoco fue una experiencia tan terrible asistir a las terroríficas aventuras de la niña prota en busca de su padre, plagada de zombies con terribles maquillajes, vampiros con terribles maquillajes y actores con... tendencia a la sobreactuación cósmica. Muy mal. Dos pelis, y dos soportables... era momento de recurrir a una infalible. De ninjas. Y no, las de Joseph Lai aún molan, así que nos metimos una dosis de Tomas Tang (URGH!!) con "Proyecto: Ninjas del infierno" (pero antes de darle al "Play", buscamos en la red fotos de la prota de "Lemora" enseñando las teticas... que no falte).
En esta tercera ocasión acertamos de lleno. Haciendo honor a la reputación de la Filmark, "Proyecto: Ninjas del infierno" era un 25% de tipos vestidos de colorines peleándose con sables y un 75% de un horrible y lacrimógeno drama de la segunda guerra mundial, con un sargento enamorado de un niño insufrible al que abandona, y llora, y luego vuelve, y llora más y al final muere y llora todo el mundo... todo el mundo menos nosotros, que estábamos ya hasta las peyas de esa basura intragable. ¿No queriamos mierda?, ¡pues toma mierda!. Sin embargo, ello no nos acojonó. Para nada. Seguidamente nos comimos un corto tremendo con participación del amigo Joel, "Posesión Rectal", y de ahí... ¿a algo mejor?, ¿algo que nos garantizara entretenimiento y diversión?... ¡¡NO!!, de ahí a "El lago de los muertos vivientes"!!!!, ex-proyecto de Jesús Franco retomado por un arrepentido Jean Rollin (como J.A.Laser), se trata del prototípico film "Eurociné" de zombies en el que lo que más abunda, antes que gore y terror, es un extremo y despiadado aburrimiento fruto de la más extrema y despiadada lentitud. Bueno vaaaale, ¡¡y tetillas a tutiplén!!, que por eso la elegimos. En este film los zombies no caminan lentamente, ¡caminan demasiado lentamente!. Un rollazo de tomo y lomo que no arregló ni los risibles maquillajes con cera verde de los no-muertos (ni el catálogo de ubres). Y hablando de no-muertos... o de muertos, esta pudo con Spawn, quien se pegó alguna que otra cabezadita. Te haces mayor, amigo.
Y fin. Volvimos a casa con diarrea fraguándose en nuestros estómagos (fruto de la comida ingerida)... y nuestros cerebros. Sudorosos y agotados, pero felices, felices de haber recuperado las incomparables noches de cine inconexo. Solo espero que para la próxima no tengamos que esperar otro puto año. ¡¡Gracias valientes!!.

EL ENTERRADOR Y SUS COLEGAS (THE UNDERTAKER AND HIS PALS)

Un clásico de los “grindhouse”, que se pasó la tira de años en cartel en los cines de la famosa calle 42 de Nueva York. Dirigida por (divertido nombre...) T.L.P. Swicegood en 1966 y que no me consta haya vuelto a hacer nada después de esto, salvo algún guión por ahí suelto.
Un enterrador, junto con dos cocineros, se dedica a darle muerte a todo aquél que le toque los cojones y no le deje llevar a cabo sus lucrativos negocios. Como no saben que hacer con los cuerpos, los cocinan y sirven en un restaurante.
La película, ya sea por la época en la que se rodó, o bien por cierta influencia, es muy parecida a las del padrino del gore, Herschell Gordon Lewis, que aunque cuenta con ese color tan característico de la sangre de las películas de esos tiempos, un sadismo fuera de toda duda y una cantidad considerable de sobamiento de vísceras, cercenamientos y cuchillazos, se sitúa bastante por debajo a los delirios de Gordon Lewis, en parte por culpa de algunos gags que no vienen a cuento y un sentido del humor que suaviza totalmente lo retorcido de algunas escenas.
Además, al parecer la versión original incluía materia sanguinolenta genuina sacada de algún documental sobre cirugía. Cuando el legendario exploiter Ted V. Mikels la adquirió para hacer doblete con una película propia, quedó tan horrorizado que metió algunos tijeretazos contundentes, quedando así una versión más light que es la ya considerada oficial.
El enterrador sale poco, pero si sus “pals” (amiguitos), que son una panda de moteros, y acuchillan y desmiembran sin motivo aparente toda suerte de jovencitas en ropa interior. Unos preciosos y mal encuadrados títulos de crédito finales amenizan la fiesta, pero no estamos ante una película lo suficientemente divertida y/o brutal como para que consideremos su visionado. Es bastante coñazo. Con todo, dura una hora, así que... ustedes mismos.

viernes, 26 de agosto de 2011

AMERICAN GRINDHOUSE

Célebre y oportuno (¿oportunista?) documental sobre las famosas y ya algo cansinas "Grindhouses", o lo que es lo mismo, el cine "exploitation" al completo. Como ya hiciera "Schlock! The Secret History of American Movies" en su momento, lo que aquí tenemos es un depurado repaso a la historia del fenómeno, desde su prehistoria, pasando por los pioneros (el hijoputa de Dwain Esper, Kroger Babb...) hasta los autores de la etapa intermedia, donde pasan lista a todos los subgéneros en auge: erotismo, gore, nazis -muy curiosa "The Tormentors"-, beach movies, mujeres entre rejas y la inevitable blaxploitation (que, curiosamente, para mi fue la parte más interesante, tal vez porque no es este un tipo de cine que me guste demasiado). Le sigue el boom del porno (muy superficialmente) y de ahí, al revival perpetrado por el odioso Quentin Tarantonto. A ver, está bien facturado y tiene mucho ritmo, pero se echan de menos dos cosas. Por un lado, hubiera sido agradecido tocar todas las categorías un poco más a fondo, con más detalle y, por otro, ¿¿por qué todos los documentales sobre el fenómeno pegan un salto de la decadencia de inicios de los 80 al revival Tarantiniano??, quiero decir, los video-clubs fueron el siguiente gran "boom" y cuna de toda una nueva generación de "exploiters" que, por norma, suelen ser ignorados. Es un tema este que sería harto interesante tratar en algún libro o documento audiovisual, ya saben, la escudería de Charles Band, David DeCoteau, Don Dohler, Roberta Findlay en solitario, incluso Andy Sidaris... de hecho, en "American Grindhouse" uno de los entrevistados no es otro que Fred Olen Ray. Y tal y como le dije a mi acompañante ayer, el director de "Bad Girls from Mars" era el único de todo el pitote que había sido un genuino "exploiter moderno" y, en cierto modo -y adaptado a los nuevos tiempos- lo seguía siendo. El resto, pues o nombres de prestigio que fueron testigos o sutiles partícipes como John Landis, William Lustig y Joe Dante o directores que vivieron el momento desde dentro y a piñón, como Herschell Gordon Lewis, Larry Cohen (grandes declaraciones las suyas), Jack Hill o Don Edmonds, que tiene la entrevista más divertida del pack cuando cuenta el gen de su famosa/infame "Ilsa, la loba de la SS". Con todo, un visionado interesante, instructivo y entretenido. Podría haber sido mejor, pero también peor.

jueves, 25 de agosto de 2011

MÁS ALLÁ DEL TIEMPO

No se que me pasa ultimamente con los títulos de las películas que veo, que todos los traducen como les da la real gana. The time traveler´s wife (La esposa del viajero del tiempo) es muchisimo mejor titulo y nos indica los dos géneros que toca la película, el romántico y la ciencia ficción, con dos cojones. Ciencia ficción con acción, comedia, drama, musical... ya estaba hecho, pero esto es como "Corin Tellado meets Isaac Asimov". En concreto la película se basa en un libro romántico de una escritora que lo debe de petar en los USA, pero vamos ni idea de quien es, quien le interese que lo busque. Protagonizan Eric Bana y Rachel McAdams, la bonita y no excesivamente empalagosa trama.

Henry sufre un trastorno genético por el que viaja en el tiempo apareciendo desnudo en otro año y otro lugar. No puede cambiar acontecimientos, así que el joven se siente impotente y deprimido, hasta que un día conoce a Clare, una chica que le cuenta le conoce desde que tenia 9 años. Así comienzan una relación de amor en el tiempo. En sus muchos viajes acaba dejandose cosas a si mismo, y aunque casi toda la historia se centre en Henry, quien es la protagonista real es Clare, que sufrirá los desvanecimientos de su marido (cuando viaja en el tiempo desaparece y deja sus ropas vacías) en muchos momentos claves de una pareja.

Su premisa de ciencia ficción encaja, aunque se encuentran muchos agujeros de guión, pero como la parte romántica pesa bastante, se olvidan. No daría para hacer una tesis de los viajes en el tiempo, pero se hace bastante mas amena que cualquier otra película destinadas a las horas de sobremesa "Basadas en hechos reales", así que pudiendo elegir...

NADIE INQUIETÓ MÁS

Desde Argentina, el director Gustavo Mendoza, experto en el cine de terror de su país, Se rueda con muy pocos medios este documental sobre el actor Narciso Ibáñez Menta, Español de nacimiento, Argentino de adopción, mito del cine de terror a lo Vincent Price o Peter Cushing y padre de otro de los maestros del terror patrio, Chicho Ibáñez Serrador.
El documental se desarrolla a base de entrevistas a amigos y familiares del actor, así como entrevistas de archivo al propio Narciso, y en el se nos cuenta toda la trayectoria del actor, desde sus inicios en el teatro, cuando Ibáñez Menta con tan solo 5 años, ya tenía su propia compañía, pasando por su etapa primeriza en el cine, y terminando con su periplo en el cine y la televisión de España.
Entre los entrevistados mas destacados, encontramos declaraciones de Sebastián D´arbó, Paul Naschy o Manolo Galiana.
Las buenas palabras y las constantes muestras de afecto hacia el homenajeado, convierten el documental en una cosa tremendamente ñoña y lacrimógena, aunque siempre hay alguna excepción, y alguno de los entrevistados se atreve a apuntar el carácter autoritario del actor.
Especialmente interesante es el segmento en el que, cámara en ristre, el director se acerca a un instituto en el que parece celebrarse una fiesta de Halloween, y comienza a preguntar a los jóvenes si saben algo acerca de Narciso Ibáñez Menta. Ninguno de los encuestados, tiene ni pajolera idea de quien se trata.
Como todas las biografías, este documental, montado con brío y con abundante material de archivo, resulta harto interesante, y un visionado no viene mal para conocer mas de cerca al mítico actor, puesto que por lo menos para el que esto escribe, su etapa primeriza en el cine argentino, así como sus obras de teatro en las que el terror está siempre bien presente, eran algo que desconocía totalmente.

miércoles, 24 de agosto de 2011

ADIOS TIBURON

En 1996 ya separados “Martes y 13”, Josema Yuste, se creía que en solitario se iba a comer el mundo, y para ello nada mejor que demostrarlo con una película en la que lucirse, lejos de esa lacra que para el era el gran Millán Salcedo. Y con el ¿saber hacer? Del director Carlos Suárez, director de MAKI NAVAJA, EL ULTIMO CHORISO, y hermano del prestigioso Gonzalo Suárez, se rodó ADIOS TIBURÓN. La película fue un fracaso absoluto y la carrera de Josema Yuste, ya no volvió a ser la misma. Lástima que para Millán Salcedo tampoco, aunque este al menos, mantuvo su dignidad dedicándose al teatro.
Es lógico que ADIOS TIBURÓN, fuera un fracaso; es una película torpe, lenta, cruda, elementos estos que el espectador medio de “Martes y 13”, no sabría apreciar de ninguna manera. Además, que las cosas como son: “Martes y 13” era Millán. El otro era un mero comparsa.
Un broker al que le van las cosas de maravilla, decide invertir todo en el laboratorio de un “Mad Doctor” que ha creado un fuerte fármaco que cura la depresión (Que curioso en EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, la mejor película de lo que llevamos de año, crean un antídoto que cura el alzheimer…), con la mala suerte de que el científico palma sin dejar la formula secreta al descubierto, por lo que lleva a su empresa a la quiebra. El broker, es despedido y despojado de sus posesiones, y en la búsqueda de una solución, acaba en un hospital donde se sucederán toda suerte de situaciones surrealistas.
Bien, antes he dicho que al publico medio, obviamente esta película les parecerá un coñazo. Y lo es, es aburrida, Josema fuerza un estilo de humor que no se le da bien, y para colmo de males, imita, impúdicamente, los chascarrillos que hicieran famosos a “Martes y 13” en su día, pero que pertenecían a Millán.
Pero a mí, ME HA ENCANTADO, precisamente por todos esos elementos que le hacen ser una mierda, y por las cotas de surrealismo, algunos dirían (en el mejor de los casos) que deudoras de Jardiel Poncela, yo digo que fruto de la casualidad mas absoluta, y que consiguen que una película que pretende tener un humor mas o menos inteligente, deje a un lado todo elemento gracioso y resulte ser un producto de lo mas sórdido. Y todo ello gracias a la falta de medios. La ambientación por ejemplo. No hay nada más lúgubre que el despacho en el que despiden a Josema, con una mesa de madera y ni un puto cuadro. La iluminación, que yo diría que es natural, le da a la película entera un aspecto raro. Está todo oscuro, como si siempre fuera de noche, máxime en las escenas del hospital, que es en casi toda la película, que podrían pertenecer a cualquier Slasher ochentero, solo que cambiando los acuchillamientos por carreras en silla de ruedas por los pasillos. En definitiva, que a la película le falta el canto de un duro para producir mal rollo.
No me olvido de la horrorosa banda sonora a base de sintetizador barato, cuando no, el tema principal de la película, una canción salsera horripilantemente interpretada por el propio Josema.
En el reparto, además de su egocéntrico protagonista (con cara constante de estar renovando el humor español con esta película) tenemos a José Sazatornil en un doble papel, Quique San Francisco, Benito Pocino, Ane Igartiburu (con la voz doblada), Remedios Cervantes (doblada también), El entrañable abuelito Lazaro Escarceller (el abuelo del Maki) y a un memorable Agustín González, haciendo de Agustín González, y comparsa de las sandeces sin gracia de Josema.
Una película mas rara que un pie, solo recomendable para amantes del cine mas extremo, que destila suciedad por cada uno de sus fotogramas, y que hay que reivindicar, porque en el fondo, y a pesar del olor a mierda, es, en cuanto a trama, formas, maneras, olores, texturas e intenciones, única en el cine Español.

martes, 23 de agosto de 2011

LA MASACRE DEL MICROONDAS

Esta película de los años ¿sesenta? ¿ochenta?, llevaba rondando mas de dos años en mi disco duro, su inicio con una cabeza de látex metida en un microondas, seguido del primer plano de unos pechos bamboleantes y un trasero enfundado en unos apretados vaqueros, aunque prometedor no acababa de llamarme, después de vista, mis sospechas no estaban equivocadas. La película es un truño, os lo aviso desde ya.

El argumento es digno de sitcom americana de aquellos años, donde se entremezclan los supuestos gags sobre amor libre y vestimentas de música disco con la trama propiamente dicha. Un maduro obrero de la construcción esta cansado de que su mujer le prepare elaborados platos con su nuevo horno microondas, el lo que desea es poder comerse un buen bocata de queso a la hora de comer, y no un bogavante (claramente de plástico) entre pan y pan. Sus compañeros de trabajo haces mofas de sus aperitivos y el hombre no aguanta llegar a casa y tener que comer platos de una cocina tan sofisticada. Su mujer además es una maniática de la limpieza y tiene al pobre hombre completamente sometido. Hasta que un día ya cansado de tanta tontería y tras una noche de borrachera, decide darle un buen par de sopapos a su señora. Al día siguiente con la reseca se da cuenta que ha asesinado a su mujer, así que la trocea y la guarda en el congelador para ocultar las pruebas. Sin querer, una noche se come un trocito de su esposa, y se percata que la carne de mujer esta deliciosa. Así pues se dedica a ligar o contratar prostitutas, les hace el amor y luego las mata y las devora.

Todo esto parece muy truculento, pero no lo es. Los desmembramientos salvo en uno en el que tenían dinero para sangre falsa, son todos a base de maniquís de plástico. La película tampoco se enfoca hacia el terror sino mas bien hacia la comedia, por lo que puede llegar a entenderse no querer paracer demasiado real en dichas escenas. Los gags de los que hablaba al principio son protagonizados con un joven blanco y otro negro compañeros de trabajo del protagonista, a los que este les da de comer la carne de mujer y les aficiona a ella, pero sin saber su procedencia. Estos gags (son dos o tres, esto no es un spoof) se basan en el sexo, para poder mostrar unas tetillas, y es que la libertad sexual estaba en pleno auge, pero no esperéis carnaza, son dos planos miserables.

Tras los títulos de crédito se da gracias a la empresa de microondas que facilitó el aparato (eran caros por aquella época) y se nos recomienda que desmembremos a un amigo para comer. Una hora y diez que se me hicieron largas, ustedes sabran si se acercan a ella.

SINIESTRA OSCURIDAD

Tom McLoughlin debutaba en 1983 con esta película. Luego, lograría cierta notoriedad al ponerse tras los mandos de la sexta entrega de "Viernes 13" y de algunas adaptaciones televisivas del universo Stephen King. Y una de dos, o le moló mucho la experiencia o nadie más confió en él para dirigir nada estrenable, porque desde entonces todo su trabajo se ha limitado a la pequeña pantalla. En este tiempo, si algo he aprendido de McLoughlin -dejando de lado las limitaciones de su peluquero- es que al muchacho no le apasiona la sangre, el gore, y tampoco la violencia malrollera. Aspecto este que queda especialmente evidenciado en "Siniestra Oscuridad" ("One Dark Night" si vives en USA), un film que apuesta por el terror más clásico -de ribetes góticos- y atmosférico en una época en la que lo dominante es el uso y abuso de líquido rojo y látex.
La historia comienza con el descubrimiento del cadáver de un asesino y sus jóvenes víctimas. Un psíquico de grandes poderes al que le encantaba churrupetear la energía del personal (menor de 20 y con ubres). El tio es enterrado en un mausoleo, el mismo al que unas jóvenes idiotas irán a hacer el gamberro. No habrá que esperar mucho -solo a que salga la luna- para que el psíquico supuestamente muerto comience a liarla con el material que tiene más a mano, el resto de cadáveres.
Pues dentro de lo que cabe, la cosa no carece de originalidad. Aunque el fuerte de "Siniestra Oscuridad" es su clímax final. Cuando la vi siendo más jovenzuelo incluso pasé un poco de canguelo. Ayer noche quise comprobar cómo me sentaría hoy, y aunque ya no me puso los pelos de punta, sigo pensando que "el momento" funciona maravillosamente. Hablo de la secuencia en la que, desde su tumba, el psíquico reanima los cadáveres del mausoleo ante los aterrados ojos de las chicas. No es que vivan, es que los maneja cual marionetas, moviéndolos y desplazándolos a pesar de que sus pies ni tan siquiera toquen el suelo. McLoughlin despliega toda su capacidad y saca el máximo partido a los muñecos en cuestión, logrando momentos genuinamente macabros, como aquel en el que el cuerpo de una recién casada se desliza por un pasillo y va siendo iluminada intermitentemente. A todo ello ayudan unos efectos especiales muy potables (Tom Burman, de notorio curriculum, anda por ahí) y las justas dosis de asquerosidades. Que no, que no hay gore, por no haber casi ni tenemos víctimas, pero el director saca mucho partido al estado en descomposición de algunos muertos.
En el reparto destacan una jovencilla Meg Tilly y el bueno de Adam West. Sí, ese.
No es que "Siniestra Oscuridad" sea una maravilla por descubrir, ni un clásico ignoto... pero está bastante por encima de la media y, por lo menos, cuenta con una extensa secuencia de estupendos resultados que merece verse y, según cómo, sufrirse.

lunes, 22 de agosto de 2011

MUSTANG SALLY

Unos jóvenes universitarios, de lo mas repelente que he visto en una película, escuchan a unos moteros hablar sobre los placeres que proporcionan las chicas de un burdel que han abierto a las afueras. Estos, mas salidos que una mona, deciden ir al burdel. Allí, no les da tiempo a practicar el sexo, ya que son masacrados por las chicas.
La película tiene su gracia y hasta esas dosis de justicia facha que tanto nos gusta a nosotros. Entretiene y cumple con su función, por otro lado, la película esta rodada a todo correr, tiene una cantidad de raccord que es raro ver hoy en día en cualquier película por muy video-clubera que esta sea.
Bruta en sus pretensiones, sin embargo, escatiman la sangre todo lo que pueden y mas, incluso hay asesinatos en los que aunque esa sangre debería salir del cuerpo de las victimas, no lo hace, y los asesinatos son ridículos a mas no poder.
Aunque se nos vende sexo y destete a tutiplén, este se reduce a morreos de minuto y medio con las chicas completamente vestidas.
También te echas unas risas con algunos diálogos, algunos planos y, sobretodo, y como ya he dicho antes, con ese raccord criminal y lo cutre de las muertes.
En fin, que la película es muy Ligth, pero con todo, se deja ver. Yo me la zampé tranquilamente. La grandeza de la película reside en que a rasgos generales, la película rezuma simpatía por los cuatro costados.
Dirige Iren Koster, quien en su momento me aseguró personalmente (era un contacto mío de las redes sociales), que a él, el cine de terror, se la trae bien floja. Se trata de una promesa. El hijo de un viejo amigo de Koster, murió en un accidente de coche. Cuando el director le preguntó a su amigo si podía hacer algo por el, le dijo que hiciera una película con su otro hijo, y tras prometérselo, decidieron hacer este pseudo – Slasher, y ese es el motivo de la existencia de esta película.
La editó en nuestro país, en su día, hace ya cuatro años, el sub-sello “Amazing!” que se dedicaba a editar material directo para video-club. Una iniciativa maravillosa, pero que murió, lógicamente, porque en España no hay apenas mercado para este tipo de productos.

BEYOND RE-ANIMATOR

Se suele decir que el cine de horror actual no se puede ni comparar a lo que se cocía durante los 70 y 80. Hoy día la mayoría de las películas se han vuelto muy inofensivas, previsibles, aburridas y, lo que es peor, ni dan miedo ni impresionan. ¿Verdad o no?, bien, eso supongo que dependerá de lo que crea cada cual, pero lo que está clarísimo es que la trilogía de "Re-Animator" es buena muestra de tal supuesta decadencia, compara la primera con esta producción de la mediocre "Fantastic Factory" y saca conclusiones. Sin embargo, puesto que las comparaciones son odiosas y sería un camino muy fácil de tomar, centrémonos en este "Beyond Re-Animator" infame y patético.
La idea de partida es buena, Herbert West ha sido arrestado por sus desfases científicos y está en la cárcel, la llegada de un joven médico hará que el mad doctor vuelva a desvariar y en la prisión se arme la jarana. Hasta aquí bien, lástima que tras tan jugoso planteamiento se encuentre el patetero Brian Yuzna que, rizando el rizo, se ha sacado de la manga una secuela aún más ponzoñosa que "La novia de Re-Animator". No olvidemos que Yuzna fue PRODUCTOR y no director de la primera entrega como proclaman muchos indocumentados.
Acorde a las peores expectativas, "Beyond Re-Animator" ni tiene tanta sangre ni tanto sexo como se anunció en su momento, eso si, se abusa del humor chabacano (ya sabemos gracias a quién) y de resoluciones y efectismo de saldo (ver a Simon Andreu como "hombre rata" es altamente ridículo), sin mencionar los efectos infográficos, que destacan por disponer de esa molesta textura cutre que los hace tan feos.
Seguramente no será tan mala como "Faust" (y como "Arachnid", y como "Darkness", y como....) pero por lo menos esas no contaban con un gag horrendo durante los créditos finales (y que encima se pretende transgresor). Verlo para.... ¿llorar o creerlo?.

viernes, 19 de agosto de 2011

HOLOCAUSTO ROBOT

De Tim Kincaid ya he hablado en otras ocasiones, pero déjenme volver a hacerlo porque me encanta su historia. Director de cine pornográfico destinado al público homosexual bajo el pseudónimo de Joe Gage, en los 80 decide intentarlo en el "normal" usando su verdadero nombre. Obviamente, con semejante currículum, únicamente podía acceder al terreno de la serie Z y el "exploitation" más ramplón, y termina fichado por Charles Band para su subdivisión de cine videoclubero de tercera categoría, "Beyond Infinity", junto a otros astros del calibre de Gorman Bechard o Ken Dixon. Es en esta tesitura donde Kincaid realiza sus títulos más conocidos, de entre los cuales destacan -por cutres y demenciales- "Cazador de mutantes", "La muerte ataca en New York" y este mismo del que les hablo ahora, que si no es el mejor del pack, poco le falta (todos ellos luciendo magníficos y espectaculares posters... cuya semejanza con la verdadera naturaleza del film que representan es escasa).
"Holocausto Robot" nos cuenta la historia de un futuro en el que la humanidad se ha convertido en esclava de las máquinas y los robots (ding dong!, "Terminator"). Todo está en ruinas e impera de ley del más fuerte (ding dong!, "Mad Max 2"). Afortunadamente existen pequeños grupúsculos rebeldes formados por tios con taparrabos y espadas (ding dong!, "Conan, el bárbaro") dispuestos a derrotar al jefe de todo ello, el llamado Amo Oscuro (ding dong!, errr... ponga aquí su título). A lo largo de los incomparables 79 minutos que dura esta joya, acompañaremos al héroe de turno en su lucha por derrotar al mal, junto a su robot horrible (comparsa cómica altamente cargante), una churri guapa que busca a su padre prisionero, una amazona que odia a los hombres, dos hermanos tontos y un eunuco cachas y greñudo que parece salido de un grupo heavy metal AOR de los 80. Sus enemigos son: una cyborg maciza adicta a máquinas masturbatorias, un robot de espectacular, comiquero pero aparatoso armatoste y mil y un peligros, como gusanos mutantes, robots mutantes y mutantes mutantes.
Naturalmente, todo ello condimentado con una ausencia total de ritmo, lo que convierte los 79 minutos de marras en casi 120. Sin embargo, el delirio de todo ello, y su inevitable/entrañable cutrismo, convierten esta pieza de basura en un producto bastante disfrutable, sobre todo si lo haces en compañía masculina (si lo haces en compañía femenina, dejarás de ver la película, aceptémoslo). Los efectos especiales son tan chusqueros como majos (algo habitual en el cine-no-porno de Kincaid, especialmente si el gran Ed French anda por medio), destacando los descarados puppets (en este caso, cualquier forma de vida gusanil) y la araña gigante que, por obvios motivos presupuestarios, se limita a una pata peluda casi inmóvil. La guarida del Amo Oscuro es una pintura mate tremendamente tosca. Los escenarios, pues los típicos en estos casos: el bosque y una fábrica abandonada (¿qué sería de la serie Z futurista sin fábricas abandonadas?). Diríase que "Holocausto Robot" era el intento por parte de Tim Kincaid de facturar algo más juvenil, casi para todos los públicos, pues la violencia y el tetamen son menores de lo habitual (ausencia esta debida a cuestiones presupuestiles, como él mismo explicó en su respectiva entrevista). No lo consigue, claro, pero aún así la peli termina siendo una ñorda de lo más simpática, en serio.
Desafortunadamente, después de su periplo en el cine de género, Kincaid regresó al porno-gay (retomando su pseudónimo), que por lo visto le da más dinero y prestigio. ¿Para cuando su return?.
Antes de finalizar, os dejo con la que, para mi, es la mejor escena de toda la película y representa mucho y muy bien el espíritu zetoso de "Holocausto Robot". Fijaos en la tremendamente realista y apasionada reacción que tiene este actor frente al visionado de lo que se supone es una criatura de aspecto horrible... ¡¡¡impagable!!!.

jueves, 18 de agosto de 2011

NINJA CONTRA SHAOLIN: DUELO FINAL

Con esta película, a mi me pasa como con BLADE RUNNER; mientras la estoy viendo pienso “¡Menudo coñazo!”, pero basta que acabe para, rememorándola, pensar: “La verdad es que es cojonuda”.
Un pequeño clásico del kung fu de tercera categoría dirigida por Robert Tai y protagonizada por el inexpresivo Alexander Lo, con tanta chapuza de por medio como momentos brillantes (y vibrantes).
Una secta Ninja envía al maestro de Shaolin un cartel enmarcado en el que reconoce la superioridad de los monjes por encima de los guerreros Ninja. El maestro es sabio, y el cartel le da muy mala espina. Efectivamente, se trata de una estratagema. Los Ninja lo que quieren es conquistar Shaolin para así ser los mas poderosos. Durante la dura contienda, aparecerán por el templo todo tipos de personajes, con el afán de meterse alguna que otra hostia.
No se trata de una película que destaque en ningún campo mas allá de ser chapucera. Incluso se la puede acusar de aburrida y de carecer de un argumento. Y si me apuran, se puede acusar, también, al director (y actor, y guionista, y “Stunt man”…) Robert Tai, de no saber donde colocar una cámara. Pero son las cosas buenas que tiene esta película, las que la han convertido en un pequeño clásico: Espectacularidad. Esa es la clave. Y es una espectacularidad modesta al fin de al cabo.
Hay que ver lo bien que se lo montan con un gran angular, súper bien aprovechado y cuatro efectos de cable, que hacen volar a los actores, tras recibir un fuerte impacto de sus contrincantes. Eso mola que te cagas. NINJA CONTRA SHAOLIN: DUELO FINAL, tiene unas coreografías de pena, pero se compensan con todo lo referente al cableado. Todo lo referente a los Ninja, se queda en nuestros cerebros por mucho tiempo, ya sea el ver a estos deslizarse bajo tierra para salir al exterior de un salto, como verles manejar las famosas arañas acuáticas (si, las del cartel), con las que surcan las charcas y luego salen volando.
Y por supuesto, los secundarios. Por un lado tenemos a los dos Hare Krishna occidentales, disciplinados y valientes, que en su afán por aprender el Kung Fu de Shaolin y convertirse en los mejores monjes occidentales, se juegan el pellejo para luego ser expulsados del templo. Eso si, luego en Maestro les dice, que si regresan el año que viene, el, gustoso, les enseñará el Kung Fu de Shaolin.
Por otro lado, la escena en la que una mujer pelea con cuatro o cinco desalmados completamente en pelotas, felpudillo peludillo al aire incluido, pasará a los anales del cine de Kung-fu, porque, incluso, puede llegar a poner cachondo al personal.
Eugene Thomas, un negraco que repartió los papelitos que hizo entre China y USA, en películas “Blaxplotation”, aquí es “El monje negro de Harlem”, que por un mal entendido, se ve obligado a pelear con Alexander Lo, que es, y con diferencia, el héroe de Kung Fu con menos gracia y carisma, máxime cuando durante toda la película llevas unos modelitos de maricón que tiran de espaldas, faldita incluida.
Por todas estas cosas, y aunque anoche me aburrí como una ostra viéndola, hoy digo: “¡que cojonuda es NINJA CONTRA SHAOLIN: DUELO FINAL!”.
Pero hay que tener dos cojones bien gordos para ponerse a verla y lograr acabarla. Aunque con la tontería, yo ya la he visto tres veces. Justo las mismas que BLADE RUNNER.

COMMUNION

Entre finales de los 80 y principios de los 90, la carrera de Christopher Walken -que siempre he creído tiene cara de lesbiana- no se encontraba en su mejor momento. Iba haciendo cosillas de cierto nombre (como su papel de malo en "Batman Vuelve"), pero realmente no volvió a ser "cool" y a estar en boca de todos hasta que el copión de Quentin Tarantonto le fichó para la irritante "Pulp Fiction". Tal vez esa sea la razón de que en 1989 accediera a intervenir en este incomprensiblemente reputado "Communion". Claro, ¿qué pasa?, que Walken en manos de un director talentoso, se muestra comedido y es capaz de lograr grandes actuaciones. Pero. ¿y en manos del responsable de "Aullidos 2" y "Aullidos 3"?, es decir, el colega Philippe Mora, pues ahí el actor, sin control alguno, se desata y su gracioso histrionismo alcanza cotas surrealistas, llegando a ser genuinamente excesivo y cargante. Seguro que Mora estaba convencido de que, disponiendo de un actor tan prestigioso y respetado, no tendría que preocuparse mucho de dirigirlo, y le dejó hacer. El resultado es un film muy pretencioso y dramático, con el que te echas unas buenas risas. Gracias a Christopher Walken, sin duda, pero también a otros factores. Entre ellos, el rollo "auteur" y casi "artístico" que se marca el director, genuinamente ridículo.
La película se basa en una conocida novela autobiográfica de Whitley Strieber, escritor de temática fantástica que por lo visto sufrió una experiencia de abducción extraterrestre y decidió contarla, de ahí que el prota del libro y la peli sea él mismo. La cosa va... coño, pues eso, de un padre de familia que, gozando de un par de findes en la montaña, cree que unos marcianos se han colado en su casa y le han metido una sonda por el culo. Se pasa toda la peli debatiéndose entre la realidad, los sueños y la locura... lo que, uno, da mucho juego a los desvaríos estéticos y visuales de Philippe Mora (mi favorito: marcianos enanos y azules bailando alegremente en su nave) y, dos, da mucho juego a los desvaríos interpretativos de Walken, esos de los que hablaba arriba (como cuando su amigo, luciendo un sombrero a lo Daniel Boone, le habla de gnomos como si fueran escalofriantemente reales).
Todo ello se traslada también a otros apartados del film, sobre todo cuando intentan crear situaciones dramáticas, realistas y espontáneas, de esas de "Oscar" y que, de tan exageradas, únicamente nos provocan la risotada. Contribuyen unos efectos especiales potables pero un poco chungos para el "nivel" que se gasta el film, ya que literalmente algunos de ellos cantan a muñecote que da gusto (especialmente los que cuelgan de hilos). Como toda buena peli pretenciosa que se precie, el final no se entiende... pero supongo que ya se trata de eso.
En fin, que se puede ver, tampoco digo que sea insufrible, otra cosa es que se pueda tomar en serio. Al final, y no me cansaré de decirlo, lo mejor es el show de cucamonas de Christopher Walken (algo que muchos confunden con una buena interpretación).

miércoles, 17 de agosto de 2011

NO VAYAS CERCA DEL PARQUE

Cuando alquilé esta peli en el famoso "Video Instan", consciente ya entonces de su condición de indiscutible clásico del cine más "trash" (en parte por pertenecer a la infame/famosa lista de los "Video Nasties"), al llegar a casa me encontré con que estaba en inglés, sin doblaje y ni un mísero subtítulo. ¡¡Que raaaaro!!. Intenté verla pero, entre que entonces mi conocimiento del británico era limitadito y que estas pelis o las ves dobladas (porque incluso así cuesta aguantarlas) o resultan totalmente insufribles, me dejó con la sensación de ser un truñaco inmenso de esos incomprensiblemente sobrevalorados. Ayer noche pude visionarla por fin en castellano y, sorprendentemente, la experiencia no me resultó tan agónica como temía.
A ver, explicar de qué va tiene su intríngulis: En la prehistoria, dos trogloditas (con pinta de Dominguero) reciben una mala noticia por parte de su madre, están malditos y vivirán eternamente a base de comerse las entrañas de gente joven. Damos un salto hasta los años ochenta. El varón de la pareja, después de zamparse las vísceras de un pobre idiota que estaba pescando, se liga a una jovencita, hermosa y aún novatilla Linnea Quigley (que ya enseña carnaza, claro), se casa con ella y tienen una hija. Cuando esta alcanza la adolescencia se escapa de casa, ya que está harta de ver cómo madre la odia por el amor que le dispensa padre. En su fuga casi resulta violada, pero se oculta en una cabaña. Allí conoce a un niño de 10 años, también fugado, que intenta meterle mano, y a un jovencito guapito con el que se enrolla a los 2 minutos de decirle "Hola". Resulta que la dueña de la cabaña en cuestión es la otra troglodita, la hembra. Total, que el niño se hace amigo de un cincuentón quien le cuenta toda la leyenda sobre la piba caníbal que habita el lugar. De ahí saltamos al clímax, donde el padre de la chavala reaparece vestido de Pedro Picapiedra e ¡intenta follársela!. En el proceso, los dos trogloditas lanzan rayos cutrexpas por los ojos y sus víctimas se levantan cual zombies para devorarlos y... aún pasan más cosas. El final es en plan sorpresa. ¡¡Exhausto me he quedado, amigos!!.
Nadie puede negarle a "Don´t go near the park" (título original) su intento de marcarse una sinopsis cuanto menos original y diferente, lejos de apuntarse al carro del slasher que era lo que imperaba entonces. Y sí, tal vez eso ayude a que el visionado sea soportable y hasta casi entretenido. Lo que lo pone algo difícil es todo lo demás, los diálogos chorras, las situaciones absurdas e inverosímiles, los efectos especiales algo torpes (sobre todo los que pretenden envejecer a los actores, porque los de canibalismo aún dan el pego), cagadas a tutiplen (Linnea Quigley se conserva igual a pesar de los 16 años que transcurren entre el inicio del film y su parte media) y en fin, todo aquello que hace remarcable a una buena serie Z.
A parte de la Quigley, reconocemos a Aldo Ray en el rol del cincuentón. Antaño actor de films notorios, sus excesos con el bebercio lo condenaron al lado más oscuro y grasiento del séptimo arte. También actuó para el amigo Fred Olen Ray.
El director, Lawrence D. Foldes, tiene en su curriculum otros anti-clásicos como "Jóvenes Guerreros" y "Nightforce". En el 2003 lo intentó con un drama serio, "Finding Home" (¡si sale Geneviève Bujold y todo!) pero no debió irle muy bien porque fue su última peli.
Recomendada para deglutidores de rarezas y chungueces.

LOS PITUFOS

Lo que tuve bien presente cuando fui a ver LOS PITUFOS, fueron dos cosas: Una, que era posible que fuera una chufla. Un par de comentarios de gente, incluso fan de los Pitufos (yo fan, fan, no soy) ponían las cosas muy negras. Otra, que se trataba de una película muy infantil, muy para niños.
Bien, pues resultó ser la película de la que mas satisfecho he salido en todo lo que llevamos de verano, en lo que a la cartelera se refiere.
En la aldea de los pitufos, se abre un túnel temporal (o algo parecido). El brujo Gargamel y su gato Azrael, persiguen a los Pitufos, con el fin de extraerles la esencia azul, que hará de la magia de Gargamel, una magia infalible. Durante la persecución, por error, los dos villanos junto con Tontín, Filósofo, un escocés, Gruñón, Papá Pitufo y la Pitufina, entran en ese túnel temporal, llegando a Nueva York, cayendo en Central Park y quedando los villanos en una punta, y los Pitufos en otra.
Entre unas cosas y otras, los Pitufos acaban en la casa de un publicista, el cual les ayuda, vía Internet, a saber cuando saldrá la próxima luna azul, la única manera de poder volver a la aldea. Entre tanto, esquivarán los envites de Gargamel y Azrael.
El director Raja Gosnell, está abonado a este tipo de productos. Con la infame SCOOBY DOO, logró espantar a niños y mayores, con UN CHIHUAHUA EN BEVERLY HILLS, aprendió a hacer películas infantiles, descubriendo que hay que entretener y no aburrir, con LOS PITUFOS, perfecciona su estilo –si es que un director de estudio lo tiene- y realiza lo que hasta ahora es su mejor película. Es muy dinámica. En menos de diez minutos, salen en escena todos los Pitufos más populares, toda la aldea, y llegan a Nueva York. Y una vez en la ciudad, el ritmo no desciende en ningún momento. Quizás este exceso de ritmo, le hace cometer algunos errores: Los Pitufos, se comportan un poco gamberramente en la casa del publicista interpretado por Neil Patrick Harris, parece, en algunos momentos, que estuvieran puestos de cocaína. Siendo el referente mas directo de la película, la serie de televisión, choca ver que los Pitufos son tan maleducados. En los dibujos animados, estos son todo un ejemplo de buenas maneras y modos. Pijaditas aparte, por lo demás es bastante fiel a la serie.
De hecho, no explica orígenes. La película es consciente de que los personajes son de sobras conocidos por los espectadores (al menos, por los adultos) y va directa y al grano. Se da por sentado que a la Pitufina la creó Gargamel, y cuando este, en un encontronazo, le llama “traidora”, todos sabemos por que es.
El C.G.I de Azrael (un gato al que le han animado la cara), me parece de lo mas divertido y currado, mientras que el actor que interpreta a Gargamel, Hank Azaria, visto en GORDO MENTIROSO, CUESTION DE PELOTAS y doblador habitual de alguno de los personajes de LOS SIMPSONS, quizás no de demasiado el pego como Gargamel, con un look un tanto forzado, pero en definitiva, la película, funciona al 100%. Yo la recomiendo.
Ya anuncian que se rodará la secuela.

martes, 16 de agosto de 2011

BIGGLES, EL VIAJERO DEL TIEMPO

Es evidente que con esta película los ingleses intentaban comerse una porción de tarta Hollywoodiense. Estamos en plenos años ochenta, y el cine espectáculo de efectos especiales y aventuras mil triunfa más que nunca. Los habitantes de las islas británicas, hartos de su cine gris y anti-popular, decidieron tirar la casa por la ventana juntándose con yankis e invirtiendo mucha guita en un film modernísimo, repleto de acción y diversión para todos los públicos que fuera la respuesta patria a "Indiana Jones". ¿Y para qué tomarse la molestia de inventarse un personaje nuevo, disponiendo ya de todo un héroe de novela local como era el mentado Biggles (apodo de "James Bigglesworth")?, piloto de guerra creado por el escritor W.E.Johns durante los años 30, destinado a lectura juvenil (y parodiado por Monty Python en su serie de tv). Naturalmente, el plan era modernizarlo para el público de los años 80, así que situamos la acción principal en el presente, concretamente en Nueva York. Un agente de publicidad, con un remalazo a Mark "Luke Skywalker" Hamill, se convierte por azar (nunca nos explican ni la razón, ni el cómo) en viajero del tiempo, regresando al año 1917 y ayudando a Biggles en su batlla contra los alemanes. Así la historia se desarrollará entre ambas épocas y con un mismo fin, destruir una nueva y poderosa arma sónica que los germanos tienen muchas ganas de utilizar. Todo ello aderezado con unos títulos de crédito horripilantes en plan rayitos, letras de neón y tecno-pop horterísimo y en general una banda sonora repleta de canciones muy de la década, bastante indigestas.
Según me consta, el elemento ciencia ficción fue algo impuesto por la peli para adaptarse a las nuevas tendencias, es decir, que en las novelas originales nunca hubo nada de eso. Y es evidente que la intención era crear una franquicia, un nuevo "James Bond", y así lo vendieron en su época, pero el estrepitoso fracaso de la empresa a todos los niveles, jorobó el plan. Recuerdo perfectamente el momento. Como era lo habitual en mi, me obsesioné con aquella película y aquel personaje... bastante antes del estreno. Me moría de ganas de llevarme otro "Indiana Jones" al buche. Sin embargo, no pregunten por qué, cuando finalmente llegó a nuestras carteleras, perdí todo interés y no fui a verla. De hecho, y es algo que no deja de ser gracioso, jamás la vi, ni en video. Ayer, 15 de Agosto del 2011 fue mi "primera vez".
Y bueno, no está ni tan mal. Se nota algo envejecida, pero resulta un entretenimiento bastante aceptable. Llegados al minuto 45 (que es cuando comienzo a cansarme de todas las pelis que consumo), tienen el acierto de dar un nuevo giro emocionante a la trama que logra reengancharte. Eso sí, el desenlace es de lo más deslucido... y el final-final tópico (la pareja prota ¡¡se casa!!) y ridículo.
Por ahí pulula el gran Peter Cushing en lo que fue su última interpretación. Se los come a todos con patatas y té.
El director, John Hough, tiene en su curriculum títulos tan emblemáticos como "La leyenda de la mansión del infierno", "Drácula y las mellizas", "La montaña embrujada", "Objetivo: Patton", "El triunfo de un hombre llamado caballo" y "Escóndete y tiembla".
AH!!, naturalmente, tratándose de Inglaterra y los 80, no pueden faltar punks... punks, neogóticos y nuevos románticos que, ejem, escuchan a "Motley Crue". Pero por una vez no son malos, al contrario, ayudan a Biggles y su amigo en el tiempo a escapar de las redes de la policía. Simpática escena.
En definitiva, una película agradable.

lunes, 15 de agosto de 2011

SUFRIMIENTO DE MADRE

Seguimos con los mega dramones peruanos, otra película donde alguien sufre mucho. Si hace poco era un padre, ahora es la madre. La verdad es que, salvo el sexo del protagonista, poca cosa cambia.
Un matrimonio muy pobre sobrevive como puede trabajando duro. Su hijo está receloso porque en el colegio se ríen de el, es tan pobre (como la película) que no puede comprar un uniforme. Crece encabronado y desarrolla un gran odio sobre su madre. Solo sabe emborracharse con el dinero que le roba. Pronto, la mujer resbala con una piel de plátano y se rompe la cabeza contra el vil asfalto. Es ingresada en el hospital y, tras una charla conciliadora con el padre, su hijo decide ponerse a currar y dejar de beber, para poder pagar la operación de su madre y sacar a la familia adelante… pero a esas alturas ya es demasiado tarde. El desarrollo y el final es el mismo que "Sufrimiento de padre". Vamos, que no se han herniado.
Está claro que en Perú cuando hay afición, es hasta el extremo. El joven de la película, Daniel Muñoz, además de ser el director de la misma, se vanagloria de haber actuado en  “La teta asustada”, una película Peruana de gran prestigio internacional. En realidad, su papel en aquella es muy, muy secundario. Eso no le impide llevar a cabo esta producción, como es habitual, grabada en mini-DV, y con unos operadores de cámara del todo inútiles, que, andando hacia atrás, gustan de filmar el suelo de vez en cuando.
La cosa con este tipo de pelis, ya saben cual es: cutrerío por todos lados, montaje vil, mucho griterío y 100% humor involuntario. Y entretenimiento, eso si. La gracia del asunto es que están muy entretenidas, y más en este caso, donde el director se recrea en la cámara lenta y los largos paseos con el fin de llegar a la hora y media. Doble merito. A destacar algunas escenas del hijo gritando a su madre tras robarle el dinero, o el hostión mortal que esta se da tras un espectacular resbalón platanero (¿puede haber una forma de morir más ridícula? ¿Y más real, por otro lado?).
Una vez más, quiero que miren el cartel. Debajo de la frase que nos sitúa al actor y director, viene otra de dice “Y ganadora del Oso de oro de Berdinales Europa”. “Berdinales” no, pedazo de inútiles, es Berlinale. De todas formas, la frase es un poco ambigua, porque ¿ganó ese premio "Sufrimiento de madre"? Me extraña. Lo compruebo en Internet, y efectivamente, el galardón lo obtuvo "La teta asustada". Pero lo dejan caer por si alguien pica. Y vaya si pican.
Toda una forma de vida, la de estos cineastas Peruanos. Morro e ignorancia a partes iguales. Les amo.

domingo, 14 de agosto de 2011

LOS SIETE MAGNÍFICOS DEL ESPACIO

Indiscutible clásico menor y apuesta de Roger Corman (como mecenas) al "boom" galáctico generado por el exitazo de "La guerra de las galaxias". El título original era más evidente en ese sentido, "Battle beyond the stars" ("Batallá mas allá de las estrellas") mientras que el Español dejaba bien claro cual era su fuente de inspiración ("Star Wars" a un lado), "Los siete samurais", que también diera pie al clásico del oeste "Los siete magníficos". Así pues todas comparten idéntica premisa: Un pueblo modesto y pacífico es invadido por fuerzas mayores. Los aldeanos reunirán a un grupo de mercenarios de distinto y variado pelaje para que les ayuden a combatir al enemigo.
El guión lo firma John Sayles, padre también de los libretos de "Aullidos" y "Piraña", director "indie" en su tiempo libre y declarado fan de Ingmar Bergman y Jackie Chan (eso es cinefagia, concho!). El director, Jimmy T. Murakami, se haría especialmente popular después con su deprimente película de animación "Cuando el viento sopla". Fue durante el rodaje de este film cuando unos jovenzuelos James Cameron y Gale Ann Hurd, quienes curraban en diferentes departamentos, se conocieron, se enamoraron y comenzaron a plantearse proyectos conjuntos... todos ellos futuros y conocidos clásicos. El co-montador, Allan Holzman, dirigiría después "Galaxia prohibida" o "Retaliator, programada para matar". La excelsa música pertenece a James Horner, con un curriculum de peso en el que destacan "Commando", "Aliens", "Jumanji", "Deep Impact" o "Avatar".
Yo la vi de chaval en el cine, y claro, por edad pues me gustó y tal. Vista hoy mismo, puedo decir que funciona como entretenimiento tontuno y amable, no está del todo mal parida (quizás su punto flaco sea el montaje de las batallas, en las que a ratos te pierdes por completo) y la galería de personajes resulta del todo entrañable, como esos marcianos blancos que comparten una misma personalidad, el lagarto que desea zamparse a la chica de la peli, la tremebunda amazona eternamente cachonda o el desastrado vaquero espacial. El reparto está a la altura: Robert Vaughn (que también estuvo en "Los siete magníficos" donde, básicamente, hacía el mismo personaje), John Saxon como el divertido "Darth Vader" de la función, George Peppard empinando el codo todo el rato (algo que, creo, también hacía en la vida real) y la siempre sabrosssssa Sybil Danning.
Fue una de las producciones más caras del amigo Corman, tal vez por eso luego se pasara media vida reciclando las imágenes de naves interestelares (y la música) para muchas de sus futuras producciones de ciencia ficción (barata).
Inevitablemente simpática.

sábado, 13 de agosto de 2011

JAKE SPEED, LA AVENTURA DE ÁFRICA

En el fondo, "Jake Speed, la aventura de África" no dejaría de ser otra imitación barata de "Indiana Jones" (en Argentina se la conoce como "En busca de la chica perdida", nada menos) si no fuera por un curioso aspecto, y es que esencialmente se trata de un tierno y afectuoso homenaje a los héroes de las novelas "pulp". Digamos que la peli juega con la idea de que todos ellos son reales, y que sus aventuras impresas simplemente cuentan hazañas auténticas (incluido aquí "Doc Savage"). El abuelo de esta historia lo sabe, y cuando unos traficantes de blancas secuestran a su nieta, recomienda a la hermana de esta que contacte con Jake Speed, uno de esos héroes de novela que tanto le gustan. De hecho, también sugiere a "Remo Williams" o al legendario "Mack Bolan", lo que no deja de resultar muy gracioso. Al principio la moza se lo toma un poco a coña, a locuras de viejo senil... pero un buen día, el ayudante de Speed se pone en contacto con ella y la convence para ir a África en busca de la chica desaparecida. Obviamente, se pasará todo el viaje dudando de los dos tipos, héroe y ayudante, sobre todo cuando le piden que pose para la portada de la futura novela, o cuando los planes se les tuercen. Incluso durante un rato todo ello salpica al espectador, induciéndonos a creer que, efectivamente, tal vez solo sean un par de impostores... afortunadamente, al final se demostrará que Jake Speed es quien dice ser y, claro, durante el clímax liberará a la chica secuestrada y acabará con el malo. 
Como es de suponer, "Jake Speed, la aventura de África" está rodada con el presupuesto que las de "Indiana Jones" gastaban en el catering, y se nota, porque de acción hay más bien poca y nada demasiado espectacular. Sin embargo, en esta ocasión ello juega en su favor, porque al ser una historia con un poso "realista", y en la que continuamente nos cuestionamos su veracidad, ya está bien que el tema aventuroso no se les vaya demasiado de las manos y se centre más en los personajes y los diálogos. En realidad, la peli es un canto a la figura del héroe ingenuo e idealista, al bueno-bueno, sin matices, Jake Speed sabe que ya no quedan muchos como él, y se pasa el metraje proclamándolo. Vale, no se trata de ninguna maravilla, es entretenida por los pelos, pero sigo diciendo que el concepto al inicio expuesto resulta fascinante.
Nosotros en España también teníamos esa clase de héroe, uno que publicaba sus aventuras (narradas en primera persona) en novelitas de bolsillo y pocas páginas. Y eran mogollón. El "problema" es que se hacía llamar "Indiana JAMES" (les dejo la cubierta de una para que se hagan una idea). Muchas veces me pregunté qué pasaría si, como con "Jake Speed", el amigo James fuera real. ¿Se lo imaginan?, ¿para cuando una peli sobre él? (Aquí pueden dar con pistas al respecto).
Todo el encanto y el buen hacer de "Jake Speed, la aventura de África" se lo debemos en parte (ya que es co-guionista) a ese entrañable star de la serie B que es Wayne Crawford, de quien ya hablamos hace no mucho y que da vida al aventurero Speed.
En definitiva, un film muy majo especialmente pensado para aquellos a los que, como yo, les gusta soñar de vez en cuando. El final, fuera de ser previsible, está cojonudo y muy coherente con el resto de la función.

viernes, 12 de agosto de 2011

EL REGALO DEL DIABLO

Películas con monito. Monito de cuerda sujetando unos platillos. Idea inquietante para una de terror. Por lo visto, ya desde chaval confundía "El regalo del diablo" con "El ático", cuya escalofriante carátula me quitaba el sueño. Tras mucho dudar de cual era cual, hace unos días tuve acceso a esta de la que les hablaré a continuación.
"The Devil´s Gift" es una atípica producción de terror del año 1984. Y digo atípica porque carece totalmente de los elementos propios de lo que en aquella época se entendía por película de miedo. Casi parece más una serie B de los años 60. No hay gore alguno, ni sexo, ni personajes malévolos... toda ella es sorprendentemente blanca, light, alegre y buen rollera. De hecho, he leído en Imdb una teoría muy interesante según la cual "El regalo del diablo" sería un producto de naturaleza religiosa, confeccionado por fanáticos, y varios aspectos así lo hacen sospechar, no únicamente su carencia de elementos perturbadores, ni el buenrollismo imperante, también cierta glorificación de los valores familiares y aspectos tan extraños como una medium con la casa repleta de imágenes de Cristo y compañía. ¡¡Ugh!!.
Una familia se hace con el muñeco de un monito que, cuando choca sus platillos, alguien muere... o algo, porque en realidad la mayoría de las víctimas no son humanas. Por lo visto, el parecido entre esta trama y la de un viejo relato de Stephen King es notorio, tanto que hay quien opina que los cineastas robaron al famoso escritor (otro ejemplo más de que estos "jesus freaks" son unos putos manguis).
Yo la vi ayer, y la verdad es que, sin tener en cuenta la teoría cristiana, me pareció cutre pero simpática, justamente por el abuso de besitos, demostraciones de amor y afecto, el super-colegueo de los personajes... en fin, por el rollo ultra-cumba del que hace tufo todo el largometraje. No se, era algo atípico y, en cierto modo, sorprendente. Pero bien pensado, sí, "El regalo del diablo" es una ñorda gorda que solo salvaría por su tétrico inicio y por la pesadilla en la que aparece un divertido demonio peludo.
Dejémoslo en curiosa.

jueves, 11 de agosto de 2011

SUPER 8

Desde buen principio, había algo en "Super 8" que me echaba para atrás, y era su descarada nostalgia ochentera. Amigos, comienzo a estar hasta las pelotas de que se reivindique ese cine, ¡dejad tranquilas a las pelis de mi adolescencia, cojones!, no intentéis recrearlas porque su magia ya no funcionará... y si no las vistéis en el cine, pues os jodéis, porque tuvistéis la oportunidad. Además, a muchas de ellas se las trató como una mierda en su época, y ahora son reivindicadas por críticos, modernos y gilipollas babosos que aplauden toda iniciativa "retro-cool". No es justo. Por todo ello, me daba una pereza horrible ver "Super 8". Me invitaron al pase de prensa, y no fui. Me invitaron al estreno, y dije que no iría. Finalmente, el amigo Goblin me invitó al preestreno y entonces ahí dije "¡¡Vale, iré!!". Caray, casi parecía una señal divina, nunca me habían insistido tanto para acudir al lanzamiento de una peli de estas.
Unos chavales que están rodando un corto en super 8 de zombies (¡¡que oportuno!!) presencian un espectacular y aparatoso accidente de tren (lo mejor de la peli). De uno de sus vagones surge una extraña criatura que la liará parda matando/secuestrando peña por el pueblo. Vienen los militares, que aún empeoran las cosas. Suerte del grupo de chavales que, obvio, serán quienes arreglen el entuerto.
Bien, lo peor de la experiencia de ayer fue reafirmar mis más temerosas sospechas: "Super 8" es un claro, obvio y nada sutil homenaje al cine de los 80, en concreto a aquel parido por Steven Spielberg (que no porque si en esta ejerce de productor). Los ingredientes son infalibles: Pandilla de chavales aventureros, bicicletas, suburbio de casitas blancas, cinefilia, padre atormentado por la muerte de su mujer, amores adolescentes, niña "mal tratada" por su padre alcohólico, militares malos, marciano ¿malo?.... ¿o bueno?.... efectos especiales y, sí amigos, ñoñería.
Bien, lo reconozco, no iba con mucha predisposición a que me gustara, así que tal vez mi veredicto no haya que tomarlo al pie de la letra, pero el caso es que me sentí violado y manipulado. J.J.Abrams juega con mis sentimientos a base de continuas referencias a las pelis que marcaron mi edad de crecimiento. Se pasa todo el metraje intentando meterse al público en el boslillo tirando de nostalgia extrema... y parece que con buena parte de la platea ahí presente lo consiguió, pues aplaudían y reían sus momentos referenciales y chistecillos. Pero conmigo no, entre otras cosas porque esas recreaciones me supieron frías e insaboras. No puedes intentar recrear un cine tan mágico (para algunos) porque entras en el juego de las comparaciones y sales perdiendo por goleada. El mismo final, es casi un calco del final de "E.T., El extraterrestre", ¿pero por qué no logra "Super 8" hacerme saltar las lágrimas como sí lo consiguió la original?, pues por un lado porque yo ya no soy el mismo (¡¡aunque sigo llorando viendo "E.T."!!), pero por otro porque Abrams no es tan buen director como Spielberg, no consigue crear lazos afectivos con los personajes, y mucho menos con el marciano, así pues, no hay casi sentimiento. De hecho, pasé verdadera vergüenza ajena durante dichos intentos, tal vez porque resultaban tan obvios -y era tan claro que no funcionaban- que me incomodaron.
Y es que, referencias a un lado, "Super 8" tampoco termina de rular bien como peli. Es algo pesada y, sobre todo, muy previsible. A mi lo que me gustaría es conocer la opinión de alguien que no sepa nada del cine previo de Spielberg, alguien que viera "Super 8" sin la "influencia" de su pesada carga nostálgica.
Al final, durante los créditos, vemos terminado el corto de zombies en super 8 que hacen los chavales. Otro "truco fácil" porque a todos nos hace mucha gracia ver una peli casera hecha cutremente, repleta de cagadas y limitaciones propiciadas por la ingenuidad adolescente, pero el caso es que está divertido... y se me ocurre que sería muy fácil decir aquello de "Es mejor el corto del final, que la peli entera"... pero no seré yo quien lo haga.


PD: Mi amigo Angel ya ha rebautizado a la peli como "Super Tocho". No está nada mal pensado!. ¡Gracias amic!.