Para contar el argumento de una peli de espada y brujería no hay que matarse mucho, ya que en esencia todas explican lo mismo. Da igual si el héroe se llama "Conan", "Ator", "Krotar", "Tronak" o "Gunan", al final todo se reduce a esto: Siendo chaval, el prota presencia el aniquilamiento de su familia y el resto de su poblado en manos de los "bad boys" de turno (siempre vestidos de negro, muy gritones y portando cascos con cuernos). Años después, luciendo una musculatura hiper-trofiada y convertido en un invencible guerrero, volverá clamando venganza y cortando cabezas. Puede que no TODAS sigan ese esquema (y menos tratándose de secuelas) pero, afrontémoslo, es un "mal" extendido... y más si hay Italianos de por medio. "Los Bárbaros" entra perfectamente en ese grupo. No importa que sean dos gemelos mega-mazas algo tontos (impagable la afición de uno de ellos a graznar como una foca), que por medio haya que recuperar un rubí con poderes (poderes que nunca jamás veremos), que prime el humor y que la banda sonora sea techno... al final, es lo de siempre.
La inmortal "Cannon" fue la responsable de respaldar a Ruggero Deodato ("Holocausto Caníbal", "Trampa para un violador", "Bestia Asesina"....) a la hora de dirigir con solvencia este divertido, aunque muy lerdo, entretenimiento aventurero donde, como decía, el elemento de comedia es notable (así como unas escuetísimas dósis de gore... la reputación del director mandaba) a veces voluntaria, a veces no tanto (sobre todo con la aparición de varios cutre-monstruos, resaltando por encima de los demás un estático binomio entre cocodrilo y dragón). La guinda la pone un chiste final completamente estúpido.
En el reparto, aparte de los hermanos gemelos (que creo fueron modelo para la cubierta de un video-juego antiguo de espada y brujería... ¿algún adicto al tema puede confirmarlo?), destacan Richard Lynch (recientemente mencionado en la reseña de "Laid to rest") y Michael ("Las colinas tienen ojos") Berryman en inevitables roles malignos.
Simpática.