miércoles, 28 de octubre de 2009

AL FILO DE LA MEDIANOCHE

Uno de los muy numerosos míticos diálogos de "Harry, el sucio" es aquel en el que el alcalde le pregunta al inspector Harry Callahan en qué se basa a la hora de decidir que un tipo que persigue a una mujer por la calle merece ser acribillado. Nuestro poli cinematográfico favorito mira al mandatario con sorna y le explica que si va desnudo y lleva un cuchillo en la mano, no estará recaudando fondos para ninguna causa benéfica (¡pero que buena es esta peli!).
Bien, esa imagen, la del asesino de féminas que actúa en cueros cuchillo en mano, debió de grabarse en el cerebro de los guionistas de "Al filo de la medianoche", de ahí que a la hora de ponerse a escribir, construyeran toda una película alrededor de ella. Incluyendo a su propio poli duro, que en este caso tendría el rostro de otro grande, Charles Bronson.

Y sí, ya conocéis la cantinela, años 80, Cannon, J.Lee Thompson y el bueno de Charlie encasillado ya de modo oficial en su rol de justiciero, lleve o no placa. Encima, para darle más color y atraer más culos a las butacas, un poco de ingrediente "slasher", que para algo en ese momento era el rey de las taquillas. La forma de actuar del asesino bebe mucho de ese tipo de cine.

Pues eso, un psycho-killer tiene aterrada a la ciudad. Charlie es un poli que no tarda nada en descubrir de quién se trata. Lástima que únicamente él lo tenga tan claro, nadie más le apoya. Así que, ni corto ni perezoso, y como buen poli duro de los 80, falsea unas pruebas para que el tipo sea detenido. Pero en un ataque de conciencia lo confiesa y el culpable es puesto en libertad. Como revancha, este decide acabar con la hija del hombre que le plantó cara.

Vale, a mi me molan mucho estas pelis, y disfruto cuando el justiciero de turno se carga al malo de no menos turno. Sin embargo, el modo en que Bronson descubre al culpable no convence. Claro, el espectador sabe que tiene razón, y le apoya, pero si por un momento nos ponemos del lado de los personajes, la verdad es que tito Charles parece un puto ultra-conservador psicópata que está dispuesto a matar aunque no tenga verdadera certeza de sus actos. Tal vez ese detalle fuese buscado por los guionistas... en plan "Harry, el sucio", donde el héroe no lo es tanto y juega un rol más ambiguo... pero no, me temo que simplemente es así porque, bueno, así ha de ser.

De chaval recuerdo que una sensación de "peligro" acompañaba a "Al filo de la medianoche". Ya sabéis, ese tipo de films que temes ver porque estás convencido de que deben ser ultra-fuertes, casi traumáticos, pero te mueres de ganas de agarrar de las estanterías del video-club (como "El Exterminador", como "Posesión Infernal", como "Curso 1984", como "Scum", como tantas y tantas otras). Naturalmente, cuando la vi, ya no me impresionaba con facilidad, pero sí, la idea de un asesino que mata en cueros y con arma blanca a chicas que desea sexualmente, es algo sórdida. Suerte que tío Charlie está ahí para darle una lección... y aunque esta se reduzca a una única escena, y encima al final del todo, vale su peso en oro. Contundente, brutal, políticamente incorrecto... un "The End" cojonudo (y que no desvelaré, por supuesto).

En general, todos los thrillers urbanos confeccionados como vehículos para Charles Bronson en los 80 valen muy mucho la pena... pero sin duda, este está entre los que más.