"Robot Jox" fue la película que enterró a la afamada y legendaria "Empire Pictures". Charles Band llevaba unos años apostando por productos de mayor engundia presupuestaria, especialmente desde el éxito de "Re-Animator". Y claro, poco a poco la cosa se le fue de las manos, directo a la bancarrota, justo en plena realización de "Robot Jox", la que era su peli más ambiciosa hasta el momento (de ahí que de ella se encargara el "niño mimado" de la compañía en esa época, el mismo Stuart Gordon). El film quedó flotando en el limbo de los olvidados hasta que, un par de años después, otra compañía se hizo con el y lo lanzó. Claro que para entonces, pensar en recuperar los 10 millones de dólares que había costado era ya un sueño imposible.
En el futuro, y con el fin de ahorrarse guerras, los conflictos entre grandes potencias se resolverán en una arena y a base de robots gigantes ahostiándose hasta convertirse en chatarra. Aquiles es el mejor piloto, y está apunto de enfrentarse a su eterno rival, Alexander, lo que desencadenará el culebrón de rigor.
El mayor problema de "Robot Jox" es que sus ambiciones sobrepasan sus medios. Vamos, que aunque el presupuesto era alto... no llegaba para lo que Stuart Gordon y el magnate de "Empire" pretendían mostrar. Por eso mismo, peleas de robots hay pocas, abunda más el material de personajes/diálogos y sus movidas. Encima, la gran mayoría del film se desarrolla en interiores, por lo que la sensación de calustrofóbia es notoria.
"Robot Jox" siempre está al borde de resultar hiper-cutre, pero se salva por los pelos. Las batallas robóticas se las debemos a las artes del maestro del stop-motion David Allen. Y sí, son bien majas, aunque a inicios de los 90 el efecto "foto-foto" ya comenzaba a resultar algo añejo y pasado de moda.
Sin embargo, y a diferencia de mi primer y ya lejano visionado, esta vez la peli me entró bien... no es que sea la cosa más entretenida del mundo, ni la más vibrante, pero tampoco aburre. Lo que resulta imposible negar es que "Robot Jox" fue visionaria; hasta entonces nadie se había atrevido con robots gigantes, dándoles un enfoque serio y moderno. Un "hurra" por Band y los suyos.
En el reparto destacan el eterno malo de la serie B, Paul Koslo, y Jeffrey Combs en un papel minúsculo. En el apartado técnico, varios integrantes de la factoría "Empire"... aunque esta vez no encontramos a Richard Band en funciones compositivas. Raro, estaría con la gripe, digo yo.
Frikada: Antes de cada combate, los pilotos y su equipo sueltan la coletilla "Crash & Burn". Curiosamente, unos años después, y ya instalado en "Full Moon Entertainment", Charles Band lo usaría como título para otra epopeya de robots gigantes dándose yoyas, lo que llevó a que en algunos países de Europa se la tomaran como un "Robot Jox 2".