Cuenta como un muchacho gana, constantemente, un concurso de
televisión de preguntas y respuestas,
que hace sospechar a los directivos que hace trampas. Contratan a una
agencia de detectives para que miren a ver que pasa, y estos descubren que se
trata de unos chavales hackers informáticos que se meten en los ordenadores de
toda España. Esto desembocará en una trama, que entre la falta de interés que
suscita la película entera y que es mala y aburrida de pelotas, ya no me enteré
muy bien de por donde iban los tiros. Pero en el fondo da igual.
Aquí tenemos a Fernando Guillén Cuervo haciendo de ciego
¡fatal! Hay momentos en los que, a juzgar por ciertos gestos de Fernando,
parece que el personaje en realidad se esté haciendo pasar por ciego… y no, lo
que sucede es que es un espantoso actor, y lo hace fatal. Por otro lado tenemos
a papá Guillén, que como era buen actor, afronta su papel sin más, con
solvencia y automáticamente, mientras que la pizpireta Cayetana Guillén Cuervo,
aquí jovencita y muy follable, da grimilla de lo mucho que ríe, del entusiasmo
general de aquellos primeros papeles. Huelga decir, que como esto es una
comedia familiar, no le vemos las amígdalas, como si lo hacíamos en aquella oda
al mal gusto y a la vergüenza ajena que era “Hazlo por mí”.
Y tenemos también a Karra Elejalde haciendo de un macarra de
vuelta de todo, que no obstante, tiene una dicción perfecta para ser un macarra
periférico, y hasta se permite el lujo de improvisar unas líneas de diálogo en
un momento de la película (ja, ja, ja, que gracioso soy).
Por otro lado, tenemos a un grupo de adolescentes, jóvenes
que deambulan entre el retraso mental más absoluto y el poco talento, que a día
de hoy, seguro, serán actores en paro, buscando un puesto de frutero, lo más
probable. Y si no lo son, deberían.
Esta chorrada, la dirige Rafael Alcázar, director de carrera más bien discreta que en
las cuatro peliculillas que rodó, combinó el cine pretencioso y pedante español
( “El laberinto Griego”) con los géneros, como esta que nos ocupa o “Besos de
gato” con Juanjo Puigcorbé, película para darle de comer aparte, también.
Actualmente, rueda en vídeo HD -que a los inútiles les hace
parecer más inútiles que el 35 mm.-
bodrios pedantes como “Caleidoscopio”, que no se llegan a estrenar en
cines nunca.
Lo que me revienta de esta película, que presenta a Karra
Elejalde y a Fernandito Guillén Cuervo, es que igual aquí se gestó aquella
unión que idiotizo al cine español y a su platea con aquella mierda horrible y
vomitiva que fue “Airbag”, y todo lo que vino
después, -“Año Mariano”, etc..- que por suerte, duró lo que tenía que
durar: dos telediarios.
Recomendable para masoquistas que gusten experimentar la
vergüenza ajena, ya no solo en la mala ejecución del cine y/o las
interpretaciones, sino en la moda de los noventa, década que data esta mierda.