lunes, 8 de junio de 2015

WOLF COP

Obviamente, cuando me enfrenté a “Wolf Cop”, fui muy ingenuino ofendiéndome cuando en el meridiano de la película, esta se torna comedia. Obviamente, se nos está vendiendo una comedia descerebrada y garrula para los fans de gore. Desde el póster con ese diseño retro tan odioso, pero tan resultón para la platea a la que va destinada, hasta el falso guiño a “Harry el sucio”. Al final el principal problema que tiene “Wolf Cop” es que es lo que es,  y a mí no me va la comedia gore de este palo. Y menos con esos aires retro post Tarantino/Rodríguez.
Porque lo cierto es que en un principio la cosa pinta de puta madre.
Se están cometiendo una serie de crímenes en una pequeña localidad, y en su día a día, un policía local y alcohólico se topa con estos. En una de estas que, tras un altercado con una gente encapuchada en el bosque, que pueden tener que ver con estos crímenes, este policía se levanta una mañana con una cruz de cinco puntas marcada en el pecho y sin recordar que ha pasado, cosa esta natural, si tenemos en cuenta que el poli le da al whisky que da gusto.
Pronto descubriremos que se ha convertido un hombre lobo, y se enfrentará  al caso que nos ocupa en esta tesitura.
La película empieza de manera cojonuda; una seriedad pasmosa, y un personaje que mola muchísimo: Poli de vuelta de todo, alcohólico, que tras una serie de acontecimientos se convierte en hombre lobo. Sigue tirando por la senda seria en la segunda conversión, donde somos testigos de una transformación absolutamente acojonante, a base de látex, vemos salir al lobo desde dentro del individuo, desgarrando su piel, con litros y litros de sangre en consecuencia, y empezando la transformación ¡por la polla! Acto seguido vemos una escena gore realmente buena, con un hombre lobo al que casi no vemos, primitivo y brutal. Esa media hora la película es cojonuda. Pero, en la tercera transformación,  nuestro protagonista toma conciencia y comportamientos humanoides, se viste el uniforme y a grito de “Policía”, la peli se vuelve un “Teen Wolf” de baratillo, con un hombre lobo que habla, detiene delincuentes, dispara, bebe toneladas de whisky e incluso folla, en la escena erótica más pretendidamente cómica y, sin embargo, menos eficaz de la historia, que encima se alarga hasta la extenuación. Y encima es que la cosa en general, resulta de lo más estúpida y tonta. Una verdadera patochada, con montones de guiños para que el aficionado se sienta identificado. Pero claro, eso es lo que quiere su público, y eso es lo que vende la película, así que muy tonto soy al ponerme a verla y pensar lo contrario.
Pero lo cierto es que el planteamiento inicial, es cojonudo. Lastima que no tiraran por la trama de forma seria.
De origen Canadiense, independiente y de bajo presupuesto, dirige la broma  Lowell Dean que ha hecho cortos,  televisión y, antes que “Wolf Cop”, otra película títulada “13 Eeriee”.
Mediocre.