viernes, 9 de septiembre de 2016

DRÁCULA, EL RENACER

Roger Corman, que independientemente de los presupuestos que manejara se ha ganado el estatus de clásico por derecho propio, es un individuo que ya sea como director o como productor, está ya por encima de lo que es el mismo cine. Por eso se le excusan producciones como las que acometió en los 90, en compañías como “New Horizons”. Aquellas películas también estaban por encima del mismo cine, de puro insulsas, de pura morralla infumable de los 90, de hacer que los telefilms parezcan menos telefilms que estas pequeñas producciones de Serie B.
Como la que nos ocupa, “Drácula, El Renacer” de 1993. Parece una T.V. Movie del canal “Play Boy”pero sin tetas.
Cuenta la historia de una jamona de tirabuzoneados cabellos rubios que se va a trabajar de restauradora a Transilvania. El caso es que anda por allí un tal Vlad que se la quiere ventilar, pero que cuanto mayor es la ocasión para hacerlo, mas se va a alejando de ella el hombre… Luego hay otro maromo por ahí metiendo baza entre la jamona y Vlad… vamos ¡que lo que vemos es un culebrón sudaca entre Drácula y la restauradora!
Es tan absurda esa trama, como su propia existencia. Como es absurdo el que se la venda como una nueva versión de Drácula. Lo que si es, una buena muestra de cómo la ratilla Corman sacaba partido a cosas que rodaba con tres pesetas en sets de rodaje reaprovechados. Porque claro, esto es una ponzoña insoportable… pero es un “Drácula” y eso siempre vende.
Muy mala, muy rollo.
La editó Universal en VHS en los 90 en nuestro país, en una época nefasta para el cine fantástico en particular.
Dirige Fred Gallo, discípulo de Corman que facturó ponzoñas como “Terminator Man” y que siguió los pasos de su maestro hasta ponerse a producir morralla de la cual vive a día de hoy.
Meramente testimonial.