Durante la fiesta de cumpleaños de un niño, el payaso que su
familia tiene contratado para animar el cotarro no aparece por allí, por lo que
el padre del niño, agente inmobiliario, decide acudir a la fiesta vestido de
payaso. Como no encuentra un traje convincente, abre un baúl que tiene en la
casa que intenta vender, y mira tú por dónde, tiene un disfraz de payaso
perteneciente a otra época. Se lo pone, y se presenta en a fiesta de cumpleaños
de su hijo marcándose un tanto. El problema viene cuando tratando de quitarse
el traje, la peluca y la nariz, ve que no puede, ya que estos complementos
están fuertemente adheridos a su cuerpo. En un intento por quitarse la nariz,
incluso llega a arrancarse parte de la suya propia.
Como no hay manera de quitarse el disfraz, contacta con
alguien que conocía al anterior inquilino, descubriendo por mediación de este,
que el disfraz de payaso no es tal cosa, sino la piel de un demonio que poco a
poco se va fundiendo con él. La única solución es suicidarse.
Mientras la mujer de nuestro protagonista y el conocedor del
disfraz, toda una suerte de Van Helsing mata-payasos, intentan solucionar este
problema, el payaso se llevará por delante tanto niño como se cruce en su
camino… porque las víctimas de esta película, que son despedazadas
violentamente, son únicamente niños.
No está nada mal este “The Clown”, una película con payaso
malo que huye de estereotipos y clichés, dando a una simple película de
mata-mata, unas componentes de corte fantástico —y demoníaco— que la sitúan
bastante por encima de otras películas tan pequeñas como esta de similar
calado. Y sobretodo, está condenadamente entretenida. No es gratuíto; Eli Roth,
que produce la cinta, tuvo el suficiente buen ojo para darle esta película a
uno de los nuevos genios de Hollywood, —junto con Damien Chazelle y Ryan Clooger—, Jon Watts, director de “Coche Policial” y de “Spider- Man Homecoming”. “The Clown”
sería su primera película profesional tras esa fan movie con la que consiguió
llamar la atención que fue “Our Robocop Remake”.
Sin embargo, ha tenido que pasar la fiebre de “Spider-Man
Homecoming” para que esta peliculita que tuvo un estreno en salas reducido y
una corta vida en el circuito de “video on demand”, sea relanzada en DVD y
Blu-Ray, teniendo en cuenta que su director está hoy en día de actualidad.
Con bastante y buen gore, Watts nos pestañea cuando declara
que para la composición de muchos de los planos de “The Clown”, se inspiró
absolutamente en los tiros de cámara y maneras de filmarlos de “Posesión Infernal”, una de sus películas favoritas. Paradójicamente, y al igual que Sam Raimi, acabaría en los grandes estudios dirigiendo una de las mejores películas
de Spider-Man.
Como curiosidad decir, que el poster que ilustra esta
entrada, fue censurado en Italia porque a los distribuidores de la película en
dicho país, les parecía en exceso terrorífico… la madre que los parió a los
italianos.
En definitiva, sin llegar a tirar cohetes ni rasgarnos las
vestiduras, la verdad es que se trata de una película que está verdaderamente
bien y que se explica por qué Jon Watts a acabado donde a acabado.