lunes, 6 de abril de 2020

HOUSE PARTY

“House Party”, basada en un corto del director Reginald Hurlin del mismo título datado en 1983,  es una película de absoluto culto en los Estados unidos, un film muy querido y respetado por los fans, que marcó escuela y supuso un hito sin precedentes en cuanto a que, siendo una peliculita modesta y no especialmente buena, resultó un éxito de taquilla y — aquí vendría la parte rara del asunto— de crítica, cosechando las simpatías de la prensa sin que en realidad hubiera motivos para ello. Incluso Roger Ebert la puso bien…
Sin embargo, sí que marcó una pauta en el sentido que, hasta entonces, siempre que se había retratado en el cine el ambiente del gueto y el entorno del Hip-Hop, se había hecho desde una óptica dramática y desarraigada. “House Party”, en ese sentido se convirtió en la primera comedia del gueto y el pistoletazo de salida para un estilo del que, posteriormente, cineastas tomarían nota en películas como, por ejemplo, “Colegas” o “Todo en un Viernes” que seguían la pauta marcada por “House Party”.
Cuenta la historia de un par de adolescentes, Kid y Play, que van a organizar una fiesta en casa de uno de ellos. Kid, anda metido en problemas en el instituto con unos matones, por lo que, en una pelea, el rectorado le llama la atención, enviando una carta por mal comportamiento el día de la fiesta. Cuando llega la carta, el padre de Kid le castigará no permitiéndole ir a la fiesta, cosa esta a la que el muchacho hace caso omiso. En consecuencia, los líos se sucederán a lo largo de la noche, y la fiesta se irá de madre, todo en un entorno cómico con situaciones slapstick y un buen montón de canciones de rap y R&B, con momentos que rozan el musical.
No se trata de una película cojonuda, es más bien normalita. En realidad, una tontería, pero está simpática y, sobre todo, entretenida, aunque no deja de ser cine de consumo que el espectador olvida tan pronto como acaba de verla.
Por otro lado, es un film para el completo lucimiento de Kid ‘N’ Play, duo de rap de corte comercial que tuvo a finales de los 80 su tiempo de bonanza para quedar sumidos en el olvido poco después del estreno de esta película… que aun así, contó con dos secuelas para cine y otras dos para el mercado del vídeo y la televisión por cable.
Kid ‘N’ Play, seguían un poco la estela que dejaron por su camino otro dúo de super estrellas del rap como eran Jeff Townes y Will Smith, o lo que es lo mismo, DJ Jazzy Jeff and The Fresh Prince, que habían cosechado un éxito sin precedentes y les habían salido estos imitadores. De hecho, “House Party” era una película que sobre el papel estaba concebida para que la protagonizaran Smith y Townes y no Kid ‘N’ Play.
Todo se remonta a un par de años atrás, cuando DJ Jazzy Jeff and the Fresh Prince, lanzaron un single  titulado “A Nightmare in my street” en el que sampleaban con descaro y sin ningún respeto por el copyright, la banda sonora de la película “Pesadillaen Elm Street”. Y lanzaron el single justo a la vez que se estrenaba la película “Pesadilla en Elm Street 4”, que contenía en su banda sonora una canción de similares características, pero legal, interpretada por The Fat Boys. A New Line, productora de la película, no le hizo ninguna gracia que los raperos samplearan material que les pertenecía, y más aun, que lo lazaran coincidiendo con el estreno de su película haciendo pensar al público que la canción podía formar parte de la banda sonora de “Pesadilla en Elm Street 4” y, asociándola con la película cuando en realidad no tenía nada que ver, podía hacer sombra a la canción de The Fat Boys, que era la que en realidad promocionaba la película. Así que New Line, demandó a DJ Jazzy Jeff and The Fresh Prince, llegando, en consecuencia, a un acuerdo económico.
Por otro lado, New Line tenía en cartera unos cuantos títulos para producir entre los que se encontraba el guion de “House Party” de Reginald Hudlin, que había escrito pensando en los raperos, por lo que la New Line ofertó la incorporación a la película a Jeff  Townes y Will Smith y así  estos no tendrían que pagar el dinero estipulado por la demanda. Los raperos entonces iban sobrados con su música y no tenían pensado hacer cine, por lo que, en un alarde de rebeldía, prefirieron pagar el dinero de la demanda y no aparecer en el film. Asimismo, cuando el director Reginald Hudlin descubrió la forma en que New Line había ofrecido los papeles a las estrellas, no quiso tomar parte de esa estratagema tan rastrera, y decidió que, de ninguna manera, haría una película en la que sus protagonistas estuvieran allí de forma obligada, por lo que pronto los sustituyó, dejándose de rollos, por Kid ‘N’ Play, que respondían al mismo perfil que Will Smith y Jeff  Townes y, también, tenían el éxito suficiente como para que trajeran espectadores a los cines. Y la película se hizo, se estrenó y fue un éxito.
Recientemente, en una entrevista, DJ Jazzy Jeff contó la historia del por qué no se incorporaron a la película y confesó, que al ver el éxito de la misma y el culto cosechado a posteriori, tanto él como Will Smith, se arrepintieron de rechazar la oferta, puesto que la película podía haber significado un gran espaldarazo para ellos. De todas formas no les fue mal, y por allí andaba Quincy Jones haciendo planes para ellos, en una sitcom titulada “El Príncipe de Bel Air”. El resto, es historia.
En “House Party”, que como anécdota diré que está rodada en la casa donde en la vida real habitaba Play, uno de los miembros del dúo, tenemos también un papel de importancia para Martin Lawrence, incipiente cómico afro americano que comenzaba su carrera por aquél entonces, y que después se haría muy popular, así como la película está cuajada de rostros habituales en las “Peliculas de negros” y  cuenta con varias estrellas del funk, el rap y el R&B, como puedan ser George Clinton o Full Force en pequeños cameos.
Curiosamente, Kid ‘N’ Play dejarían rápido  de lanzar discos, pero, aparte de en las dos secuelas posteriores de “House Party” protagonizarían una película más “Dos caraduras con clase” y a día de hoy viven de recoger pequeños laureles de su buena época en el rap de los 80.
En cuanto al autor y director de la película, Reginal Hudlin, rápidamente ascendió al mundo del mainstream rodando al servicio de Eddie Murphy en “Boomerang, el Príncipe de las mujeres”, la ultra divertida “La gran esperanza blanca” o “Colgado de Sara”. Eso sí, entrando en el nuevo milenio, ya le dio bien a la televisión, medio este donde lleva acomodado años.
“House Party”, como digo, está entretenida y poco más. Es simpática.