lunes, 27 de octubre de 2008

JACK BROOKS, MONSTER SLAYER

Muchas veces, al leer algo sobre una peli a uno se le ponen los dientes largos y se crea unas expectativas. Luego, rara vez, se ven cumplidas. "Jack Brooks, Monster Slayer" no es (por si acaso pensaban lo contrario) una excepción. Todo lo que había leído sobre ella era bueno. Y se puede ver, pero no es para tanto.
El fontanero Jack Brooks tiene descontrolados ataques de ira por culpa de un trauma. De pequeño, vio como su familia era devorada por un monstruo. Además de darle a las tuberías, asiste a las clases de un profesor, magistralmente interpretado por Robert Englund. Con el fin de hacerle la pelota, un día Jack acude a su casa para desatascarle las tuberías. Hurgando por allí encuentra una caja con restos dentro, entre ellos un corazón palpitante. Pronto el profesor es poseído por un demonio y empieza el festival de casquería.
A ver, ya digo que está sobrevalorada. Aunque, verdaderamente, la única pega que le pongo es que hasta que llega todo lo divertido, pasa una hora larga. No nos aburrimos, pero nos agotamos de tanto esperar.
El rey de la función es Robert Englund, que hace de la sobreactuación un arte. El personaje de Jack Brooks está también muy divertido, y cuando se encuentra con todo el percal (estudiantes poseídos por demonios) ¿sabéis como se enfrenta a ellos? ¡A base de hostias! Sí señor, se los va cargando a puñetazos y eso está muy bien. Al menos es original.
Lo que está claro es que con este Jack Brooks intentar sacarse una franquicia del bolsillo, algo así como un sucesor de "Ash Williams" (de "Evil Dead"). Y aunque está simpático, lógicamente no alcanza al gran Bruce Campbell.
El dire es un canadiense llamado Jon Knautz.