
Cuando Lamberto Bava vino a Barcelona a presentar "Demons", contó que "El engendro del diablo" nació originalmente como "Demons 3", pero que por movidas de derechos y otras mandangas fue derivando hasta convertirse en algo independiente (aunque en algunos países también se la conoce con ese título). Sin embargo, "La Chiesa" todavía conserva muchos ingredientes típicos de la saga demoníaca, como el modo en que la infección comienza a extenderse (mediante cortes) y toda la estructura de su segunda mitad, que para algo es la peor.
De entrada el film apuesta más por el suspense que por el horror puro (y ya no digamos la sangre), centrándose en narrar el descubrimiento que un bibliotecario y una restauradora (arquitecta, dicen por ahí) hacen en los sótanos de la iglesia en la que curran, donde se oculta una puerta a los infiernos. De pronto, y del modo más tonto, estos personajes pasan a ser secundarios (o menos), entran en juego un montón más (algunos tan irritantes como la "cómica" pareja de ancianos) y todos quedan encerrados en la iglesia, dando pie a secuencias de delirio totalmente absurdo (¿un niño tocando un saxofón?), un poco más de terror/gore (y sí, más "Demons". A gusto personal destaca la pava hecha puré por el metro) y, en fin, notables idas de olla (matan a una maestra a ojos de todos ensartándole un hierro por el cuello y luego parece que nadie lo recuerde, actuando con tranquilidad).
El resultado es muy muy desigual al no decidirse por ninguna de las dos partes... a la primera le falta garra, y a la segunda algo de coherencia, y la cortada de rollo intermedia nos confunde, a pesar de que no se puede negar el valor de algunas secuencias visualmente muy logradas y estimulantes, como la de la cruz en el suelo a modo de puerta a los infiernos, el modo peculiar de dar las campanadas o... no se, la aparición de alguna que otra criatura.
Flojilla.