martes, 1 de diciembre de 2009

USTED PRIMERO, POR FAVOR

Nos encontramos ante un título injustamente desconocido de un autor injustamente infravalorado. El director de esta comedia negrísima (y muy políticamente incorrecta) es Mark Pirro, del que ya hablamos largo y tendido en la reseña de su divertida locura "Rectuma".
En 1987 Pirro logró vender uno de sus guiones a una pequeña compañía que le dio el suficiente presupuesto (muy poco, no vayáis a creer) para rodar lo que significaría su debut en los 35mm, “Usted Primero, por favor” (título original, mucho más adecuado, “Deathrow Gameshow”) una oda al mal gusto que no tiene nada que envidiar de las comedias más chuscas de Troma (entre otras cosas, porque es bastante más inteligente).
La historia es sencilla, un concurso de televisión invita a los condenados a muerte de las prisiones a participar, si ganan se retrasa su condena, si pierden, son ejecutados en directo (aunque su familia puede llevarse sustanciosos premios si, por ejemplo, durante una decapitación vía guillotina la cabeza cae mirando hacia arriba!!!!). El presentador, el típico guaperas al que nada le cuesta sonreír cuando es necesario, comete el error de ejecutar a un capo de la mafia (INCREÍBLE la escena en cuestión, uno de los puntos álgidos de la película en el que todo depende de una fortuita... ¡erección!) lo que le convertirá en el blanco de la venganza de la Cosa Nostra en manos de un alucinante matón, acompañado siempre de su querida mamma (¡un tio vestido de vieja!) y lo que propiciará no pocos momentos realmente hilarantes. “Deathrow Gameshow” es una comedia genuinamente divertida, la cantidad de momentos acertados es notable y destacan entre ellos una pesadilla anunciada con títulos de crédito y todo que parodia sin concesiones el cine de David Lynch (de hecho, el supuesto director de la pesadilla firma David Blynche).
Después, Pirro rodó otra comedia standard (muy mala, la típica chabacanada cutre de estudiantes calentorros y playas llenas de niñas con demasiada silicona) y algo descontento con la experiencia, regresó a su condición independiente, esta vez echando mano del video digital.

Y de regalo, la caratula del VHS español: