Desde que tengo uso de razón, he sido fan de alguien o algo. Y el motivo de revisar esta película es precisamente eso. Hasta donde me alcanza la memoria, la primera vez que me hice fan de alguien, fue de Pedrito Fernández. Los más empollados en cultura popular, sabrán sin duda alguna quien es este tipo, pero el resto se preguntarán quien es (si es que esta reseña de hoy, les ha invitado a la lectura… yo lo voy a explicar igualmente).
Pedrito Fernández, era un mozalbete Mexicano que a finales de los 70 y principios de los 80, se labró una fama a nivel hispano parlante bastante grande. De hecho ha nuestro país llegó sin problemas. El chaval cantaba rancheras. Y hacía películas. Era el equivalente Mexicano de, por ejemplo, Joselito.
Bien, mis padres la primera vez que me llevaron al cine fue a ver GREASE, y por lo que me cuentan, flipé en colorines. Y como me gustó tanto la experiencia, la segunda película que decidieron levarme a ver fue LA NIÑA DE LA MOCHILA AZUL, protagonizada por este muchacho del que hablo ahora. Estaba muy de moda por la época. Y por lo visto, gocé con aquella película del gran Rubén Galindo, me emocionaba… Yo no tendría más de cuatro añitos, y lloré viendo la película totalmente metido en ella. Mis padres, al ver mi fanatismo por el cantante, compraron los discos y me cuenta mi madre y mi hermana, que cada vez que sonaba la canción de “la de la mochila azul”, yo lloraba recordando lo mal que lo pasaba esta en la peli. Bien, yo esta peli no la he vuelto a ver, pero si que me acuerdo de aquellas pelis y de Pedrito Fernández.
Hace unos días, navegando, vi que estaba disponible una de sus películas, que también había visto en su momento y que anoche vi por curiosidad. Esta vez, ya no dirigida por Rubén Galindo, si no por Sergio Vejar.
Menudo folletín, queridos amigos… Un panfleto comunista, camuflado de peli infantil musical, que si, vi entera, pero no sin echarme mis buenos bostezos. Te ríes con algunos diálogos (lo típico) y con alguna interpretación, pero estamos ante un argumento de lo mas granado del culebrón Mexicano, que cuenta la amistad e impedimentos de que esta llegue a consumarse que hay entre un niño adinerado y otro pobre al que sus padres explotan trabajando, mientras el, feliz y consciente, se canta alguna rancherita ocasional.
En cuanto si un icono de mi infancia ( por dios, fue el primer tipo al que seguí!!!) me resulta en la actualidad entrañable, he de decir que me ha resultado un repelente y un gilipollas.
Pero mi curiosidad ha quedado saciada con este visionado.
Pedrito Fernández, era un mozalbete Mexicano que a finales de los 70 y principios de los 80, se labró una fama a nivel hispano parlante bastante grande. De hecho ha nuestro país llegó sin problemas. El chaval cantaba rancheras. Y hacía películas. Era el equivalente Mexicano de, por ejemplo, Joselito.
Bien, mis padres la primera vez que me llevaron al cine fue a ver GREASE, y por lo que me cuentan, flipé en colorines. Y como me gustó tanto la experiencia, la segunda película que decidieron levarme a ver fue LA NIÑA DE LA MOCHILA AZUL, protagonizada por este muchacho del que hablo ahora. Estaba muy de moda por la época. Y por lo visto, gocé con aquella película del gran Rubén Galindo, me emocionaba… Yo no tendría más de cuatro añitos, y lloré viendo la película totalmente metido en ella. Mis padres, al ver mi fanatismo por el cantante, compraron los discos y me cuenta mi madre y mi hermana, que cada vez que sonaba la canción de “la de la mochila azul”, yo lloraba recordando lo mal que lo pasaba esta en la peli. Bien, yo esta peli no la he vuelto a ver, pero si que me acuerdo de aquellas pelis y de Pedrito Fernández.
Hace unos días, navegando, vi que estaba disponible una de sus películas, que también había visto en su momento y que anoche vi por curiosidad. Esta vez, ya no dirigida por Rubén Galindo, si no por Sergio Vejar.
Menudo folletín, queridos amigos… Un panfleto comunista, camuflado de peli infantil musical, que si, vi entera, pero no sin echarme mis buenos bostezos. Te ríes con algunos diálogos (lo típico) y con alguna interpretación, pero estamos ante un argumento de lo mas granado del culebrón Mexicano, que cuenta la amistad e impedimentos de que esta llegue a consumarse que hay entre un niño adinerado y otro pobre al que sus padres explotan trabajando, mientras el, feliz y consciente, se canta alguna rancherita ocasional.
En cuanto si un icono de mi infancia ( por dios, fue el primer tipo al que seguí!!!) me resulta en la actualidad entrañable, he de decir que me ha resultado un repelente y un gilipollas.
Pero mi curiosidad ha quedado saciada con este visionado.