lunes, 14 de noviembre de 2011

A HAUNTING IN SALEM

Otra prueba más de que a los chicos de "The Asylum" las cosas les salen mejor (o menos mal) cuando dejan de lado monstruos gigantes y desastres apocalípticos para meterse en arena terrorífica. Podríamos elucubrar durante horas sobre el motivo real tras la existencia de "A haunting in Salem", ya que, como sabéis, esta gente nunca da un paso en falso y no ruedan películas sin un incentivador económico de fondo. Tal vez se trate de "Insidious" o, más probable aún, la finalmente no realizada secuela de "The Haunting in Connecticut" que ya sufrió de las canibalísticas intenciones de "Asylum" con la cutre-pero-graciosa "Haunting of Winchester house". Y es que a la factoría le tira mucho esto de las casas encantadas, un subgénero económico (cuatro actores metidos entre cuatro paredes) y que suele dar sus frutos (ya hay otra a punto de caramelo, "The Amityville Haunting"... ¿¿"Amityville" en terreno asilero??). La buena noticia es que, a diferencia de la mentada "Haunting of Winchester house", "A haunting in Salem" funciona... bastante más y mejor de lo habitual.
La historia es tan trillada como suelen serlo en estas movidas: Una familia se instala en un caserón en el que, años atrás, pasaron cosas terribles y otros tantos clanes perecieron a causa de locuras y posesiones varias. Como no podía ser de otro modo, el drama se repite. Papá se obsesiona. La hija hace cosas raras (como chatear con fantasmas). El hijo se enrabieta. Mamá solo piensa en las consecuencias que ello puede acarrear a la estabilidad familiar (normal... es mujer). Al final morirán unos cuantos. ¿Qué lo provoca?, ¿por qué?... en realidad el verdadero misterio reside en intentar entender cómo un tio tan tremendamente feo (el padre) puede estar casado con una mujer razonablemente joven y atractiva (la madre).
Pero dejémonos de coñas, porque como decía al principio, "A haunting in Salem" funciona. No es especialmente aburrida (tal vez lo más flojo sea el desenlace, pero se perdona) y, más llamativo aún, te comes unos buenos sustos. Miedo, no... pero brincos seguramente des unos pocos. Ello se debe, sobre todo, a la lograda caracterización -genuinamente terrorífica- del fantasma con vagina que pulula por la casa. Eso sí, olvídense de tetas y sangre, porque nanai de la china.
Existe una versión en 3D, pero no es la que he visto yo.
"The Asylum" cada vez lo hace mejor... al final incluso echaremos de menos reírnos de sus productos.