En el caso de que Heath Ledger no hubiera fallecido, la historia que cuenta este cómic habría sido el argumento perfecto para un spin-off del Joker del "Caballero Oscuro". Bueno, hay más actores, sí, pero es que la apariencia que Lee Bermejo da al Joker es la del actor de "Brokeback Mountain" tras un largo periodo en Arkham. Además, el guionista Brian Azzarello ha restado la "espectacularidad" del Joker de los comics por un punto más realista, como en el de la película de Christopher Nolan.
Son muchos los personajes conocidos que aparecen a lo largo de las 128 paginas que componen el cómic, como pueden ser Dos Caras, el Pingüino, o Enigma. Todos ellos con un realismo acorde al del Joker, porque haber metido a un Enigma con el pijama verde hubiera sido un error garrafal, al igual que sonrojante. Queda claro entonces que los diseños de personajes son sublimes, pero también es muy de agradecer la labor de la encargada de colores, Patricia Mullvihill, dotando los escenarios de ambientes lúgubres, oscuros e insanos, y enfatizando la sangre sobre rostros casi en oscuridad total.
Del apartado técnico no hay nada que flojee, nada, y del argumental, tampoco. ¿Está sano Joker? Pues no lo voy a desvelar, aunque al terminar la última página puede que tampoco te haya quedado clara la respuesta, como me paso a mi. Hay un momento, con una historia sobre una rana que cuenta Jonny Frost, que te hace dudar si realmente el Joker está desquiciado o no. Solo diré que como en la película, puede ser un loco total o el único cuerdo en toda Gotham.